18 diciembre 2006

Viendo Infiltrados (2006) de Martin Scorsese y Yo soy la Juani (2006) de Bigas Luna

Dos estrenos recientes:

De Scorsese no se duda. Infiltrados es un gran filme. La película arranca de forma muy similar a Uno de los nuestros, pero tiene alguna que otra incoherencia en el guión que no le hace ser una obra maestra como aquélla. Hay un trabajo de dirección y actoral espléndido, eso es innegable: Nicholson está histriónico como siempre, pero le va que ni pintado el papel, DeCaprio sigue demostrando que es un gran actor y está magnífico (a pesar de esa cara de niño, que precisamente por su calidad olvidas en el minuto uno de metraje), e incluso Matt Damon, sin llegar a su prodigiosa interpretación en Team America, hace un buen papel.

El problema para mí está en la coherencia con los personajes, es decir, tal como está trabajado el de Nicholson, éste no vacilaría en eliminar al topo cuando sospecha de él ni se le permitiría ir y venir a su antojo; a veces, el querer sorprender en exceso al espectador y los constantes giros en el guión restan verosimilitud a la trama en vez de sumar. Aún así, un gran filme.

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De Bigas Luna tampoco; es malo y punto. Seamos claros, lo único bueno que he visto del amigo Bigas es Bilbao y de ésta hace ya casi treinta años, y Jamón jamón. Aquí el pobre no se aclara, no sabe si quiere hacer un videoclip, un drama social, un musical, en fin, no sabe nada y no se entera de nada. Sólo le preocupa que se vea bien el tanga de las chicas a lo largo del filme (poco importa que a veces lleven pantalones altos y se lo sujeten casi con las orejas).

Los personajes son totalmente estúpidos, parece que sólo se haya quedado con dos o tres estereotipos, el tunning, la música makina y andando, lo de la amiga que quiere ponerse tetas (y es la excusa para que las enseñe varias veces en filme) es de risa y cuando llegan a Madrid y ponen cara de bobas y de sorprendidas como si fueran dos neanderthales en medio de la Gran Vía de vergüenza ajena. En fin, malísima, eso sí Verónica Echegui le pone ganas, del resto (cantodeloco incluido) mejor ni hablar.

14 diciembre 2006

Viendo De latir mi corazón se ha parado (2005) de Jacques Audiard

Excelente filme el de Audiard, que tiene uno de los títulos más hermosos de los últimos tiempos De latir mi corazón se ha parado, claro que en francés suena mucho mejor De battre, mon coeur s'est arreté (todo suena mejor en francés) y que es un remake de Fingers, un filme americano de los setenta (por una vez es al revés) que no he visto, pero me encantaría.

La trama nos habla de un hijo de puta que trabaja en el submundo inmobiliario, dónde sino, de hecho hay tanto hijo puta en ese mundo que cualquier día alcanzan a los abogados o a los políticos (leí el otro día en esos templos de saber que son las puertas de los lavabos de los bares, algo así como "que gobiernen las putas pues sus hijos nos han defraudado"), pues bien, esta joya, hijo de pianista, había sido en su adolescencia un buen valor del piano y por diversos azares vuelve a tomar clases, excelente las interpretaciones de la hierática profesora china y del protagonista, Romain Duris. En el original inglés, éste en vez de dedicarse a los pisos, pertenecía al submundo de la mafia. En fin, muy recomendable.

Tras el anuncio del conseller de turno de que sacarán al mercado de alquiler los pisos de propietarios especuladores (es un puto globo sonda, no lo verán mis ojos), las reacciones fueron las de siempre, aplausos entre la izquierda y críticas de la derecha claro, el PP lo tildaba de decisión comunista (y eso que en España no queda más comunista que Carrillo). Nothing changes. Lo que está claro es que si tu tienes dos casas y yo ninguna y todos tenemos derecho a la vivienda, algo falla y para mí la solución está bien clara.

Good night and good luck.

03 diciembre 2006

Escuchando Fito y Fitipaldis (Palau Sant Jordi) y Quique González (Luz de Gas)

Sí queridos, después de casi dos semanas sin actualizar, y sin ningún remordimiento por mi parte (¡ah!, son tantas las obligaciones del hombre moderno y tan poco el tiempo del que dispone) vuelve el tío Leonardo con nuevas actualizaciones; curioso que un tema tan poco comercial, como el de "V de Vendetta y Cowboy Wally" se haya encaramado al número tres en el ranking de comentarios, muy especialmente gracias a las trifulcas de mis adorados O. Bronsky y Tom Young y al cicañero Lev. Bien, vayamos al grano, éste fue un fin de semana conciertil. Hete aquí:

Fito y Fitipaldis: Al amigo Fito & co. ya lo he visto varías veces, la mayoría como telonero de Extremoduro, pero lo que son las cosas, de un tiempo a esta parte se ha convertido en un grupo mainstream capaz de llenar el Sant Jordi. Aunque soy de los que prefiere su antigua etapa como Platero, éste fue también un buen concierto (aunque más frío en el trato con el público que otros anteriores). La aterradora anécdota, por el peligro a que se convierta en una moda, fue cuando en un momento del concierto una voz cándida gritó "mayúsculo"...

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Por otro lado, el concierto de Quique González tampoco estuvo nada mal. Aunque no es un cantautor que escuche (sus discos me recuerdan demasiado a otros -como Los Secretos, por ejemplo- y uno ya tiene sus propios cantautores de cabecera para dejarse seducir por productos similares) sí reconoceré que tiene un buen directo que disfruté cuanto más rockero se tornaba (ya se sabe que la cabra tira pal monte) y que para nada se hizo pesado.

Fue una noche extraña ésta, que acabamos unos cuántos a las seis de la mañana como cubas jugando al Scene it?, donde, para mi sorpresa, sólo es importante haber visto una película de la historia del cine para ganar: Campo de sueños (sí aquella de Kevin Costner de fantamas y beisbol), pues una de cada cuatro preguntas versaban sobre este filme. A tenor de lo visto en el juego, habrá que empezar a reescribir la historia.

22 noviembre 2006

Viendo Hacia el sur (2005) de Laurent Cantet y El tiempo que queda (2005) de François Ozon

Hoy dos películas fracesas, ¡Vive la Republique!

Hacia el sur. ¿Existe el cine para mujeres? Yo nunca me creí esa chorrada, es igual que lo de la comida para perros, algo prefabricado, sin sentido, existe el cine como la comida, bueno o malo, pero sin género, aunque, seguramente, éste sería el típico filme que cualquier criticucho catalogaría como cine femenino.

Cantet presenta un trabajo correcto, le da la vuelta al turismo sexual y presenta a una serie de mujeres, cuarentonas y cincuentonas (a destacar la interpretación de la antaño sex simbol Charlotte Rampling) que veranean cada año en Haiti, para amancebarse (me encanta esta palabra) con los morenos nativos; ni que decir tiene que eso genera todo tipo de conflictos y celos entre ellas, a parte de mostrar sin ningun pudor la manera en que compran el amor y la cruda realidad del país al que las damas son ajenas, recluídas como están en su hotel y playa paradisíaco. En resumen, un buen filme.

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El tiempo que queda. (Por cierto, no sé por qué coño traduzco los títulos si los veo en versión original; en fin, eso es otra historia.) A mí Ozon es un tío que me interesa, y aunque tampoco estoy muy al corriente de lo que hace, sí que he visto algunos de sus filmes, repasemos: Gotas de agua sobre piedras calientes, obra maestra; Los amantes criminales, mala; Ocho mujeres, mala y hay otras como Swimming Pool que tengo ganas de ver (y no por Ludivine Sagnier, claro), así que me enfrenté a El tiempo que queda, en guardia, por si acaso. Pero en este caso, Ozon ha hecho un buen trabajo.

El filme narra la vida de un fotógrafo joven y arrogante al que le diagnostican un cancer terminal. La película es valiente porque no pretender que el personaje se redima y por su postura vital de dejarse morir y no aceptar tratamiento alguno. Melvil Poupaud, que años ha protagonizó la obra maestra de Rohmer Cuento de verano, interpreta al enfermo de forma magistral, mención especial también, para la señorita Valeria Bruni Tedeschi, para su sufrido marido y para el personaje del padre. En suma, no es esa maravilla de Gotas de agua... pero sí una gran película.

20 noviembre 2006

Viendo Pequeña Miss Sunshine (2006) de Jonathan Dayton y Valerie Faris y Una verdad incómoda (2006) de Davis Guggenheim

Bien, vayamos con dos estrenos, a la par que dos recomendaciones:

Pequeña Miss Sunshine es una buena película. Aunque el filme es el enésimo retrato de la familia típica americana vista desde un punto de vista ácido e irónico (como lo era American Beauty, no de la forma descarnada de Happiness, la obra maestra de Todd Solonz) no por ello deja de sorprendernos; aquí la premisa de que una niña gordita quiera ser reina de belleza, a la par que tiene un abuelo drogadicto, un tío suicida, un hermano que no habla y sólo se comunica con una libreta, y unos padres en permanente conflicto funciona perfectamente en la trama, tiene momentos divertidos, incómodos (el striptease de la niña) y emotivos (cuando el hermano descubre que es daltónico).

En la sala había más de una familia con niños, eso me hizo reflexionar (sí nunca se sabe cuándo puede ocurrirle esto a uno) que no es para nada un producto infantil al uso, no es ñoño ni está bañado de humor blanco y escatológico, pero tal vez iría siendo hora de no tratar a los niños como imbéciles y dejar que se acerquen a estos productos, que, por otro lado, tampoco retratan nada que no vean en su día a día y nos dejemos de una vez por todas de prejuicios y sobreprotección.

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Una verdad incómoda es un documental interesante, aunque más que un documental es una conferencia, al estilo de las que debe dar Al Gore en las universidades americanas, representada para ser filmada. La fuerza del documental está en las imágenes y, sobre todo, en los datos que ofrece que pintan un futuro, cuanto menos, catastrófico.

Centrado en las consecuencias del cambio climático, las actuales y futuras, Gore también aprovecha para criticar sin reparos a la administración Bush y su política medioambiental, se nota que todavía está resentido por el pucherazo de Miami de las primeras elecciones, pero, obviando esto, parece claro que si aquel puñado de votos amañados que dieron la victoria a Bush hubieran caído del otro lado, nuestro presente, tal vez, sería hoy algo distinto.

12 noviembre 2006

Leyendo V de Vendetta de Alan Moore y David Lloyd y El show de Cowboy Wally de Kyle Baker

Queridos mortales, vamos a comentar hoy un par de comics leídos recientemente, recuerden que es el noveno arte:

V de Vendetta. Hace un tiempo comenté en esta misma página From Hell, si aquél me encantó, he de decir que, en esta ocasión, el amigo Alan Moore me ha decepcionado un poco. (Me guardaré de opinar sobre si comparto la visión anarquista y violenta del protagonista; nunca se sabe qué nos deparará el futuro.) Encontré que pese a un planteamiento atractivo -excelente la visión apocalíptica de Gran Bretaña, entiendo perfectamente que el bueno de Moore a principios de los ochenta imaginara esa visión para nuestros días teniendo en cuenta los duros años del tatcherismo-, el libro va perdiendo fuerza y se enreda demasiado en personajes secundarios, a los que, sinceramente, a veces me costaba diferenciar. Sin duda, las vicisitudes que tuvo Moore para tirar adelante el proyecto, que quedó inacabado unos cuantos años, influyó en el resultado final.

En suma, disfruté pero no me volvió loco, creo que, en cualquier caso, es una obra de juventud de Moore y Lloyd. Algún día leeré Watchmen, obra a la que tengo bastantes ganas y más expectativas y les cuento. Por cierto, no he visto la versión cinematográfica de V de Vendetta así que no puedo hacer comparaciones, la tengo en mi lista de espera, pero es que es tan larga...

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El show de Cowboy Wally, en cambio, ha sido toda una sorpresa. Un cómic divertidísimo. Narra la biografía y peripecias de un personaje abyecto: analfabeto, bocazas, borracho... que logra ser una estrella de la televisión. El cómic es una crítica feroz y divertidísima a las producciones televisivas y cinematográficas que se lee en un suspiro.

A destacar la comida en que unos productores y el propio Cowboy Wally planean hacer Hamlet introduciendo, entre otras ideas disparatadas, a un robot en la acción. Descacharrante.

08 noviembre 2006

Cronica de la 2.ª Quedada Zeligmaníaca (by O. Bronsky)

"Como ganador que soy del concurso Ereccions 2006 me ha tocado en premio escribir la crónica del evento del año. Por fin, tan esperado párrafo:

Allí quedamos, en ese feudo de resistencia jeviata y cima del cenar a deshoras que es el Bar Tramuntana de Terrassa. Como las novias, Zelig se hizo esperar pero cuando llegó nos deslumbró a todos con su aspecto cándido y virginal. Un grupo de seguidores desplegó pancartas en las que se podía leer “Yo también soy Zelig”. Comimos, departimos, reímos y los presentes fuimos obsequiados con una chapa conmemorativa del evento. Todos la enganchamos en nuestras camisetas, cerca del corazón. El gran momento de la noche fue cuando llegó a la mesa un pedazo de tarta de Santiago con una vela –sí, de las típicas que enciendes cuando se va la luz para llegar sano y salvo a los contadores–, que el bueno de Zelig sopló para regocijo del bar entero.

¡Hasta pronto amigos!

Oscar Bronski quién, con alegría, toca su tamborcillo rojiblanco para celebrar tan singular noche."

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(Bien, queridos mortales, se ha hecho de rogar, pero al fin, la señorita Bronski nos mandó su breve, pero intensa, crónica de la quedada zeligmaníaca [el que quiera puede complementarla en los comentarios]. Saludos.)

05 noviembre 2006

Viendo El laberinto del fauno (2006) de Guillermo del Toro y Scoop (2006) de Woody Allen

De Guillermo del Toro había visto anteriormente El espinazo del diablo y Cronos, la segunda apenas la recuerdo, tuvo bastante éxito en su momento como cinta de gran imaginación hecha con pocos medios, pero me pareció que no había para tanto, y la de El espinazo la verdad es que me aburrió de lo lindo. Con El laberinto del fauno me ha pasado algo parecido, no me ha seducido. Hay que decir que Sergi López como malo malísimo está estupendo y la niña y la Verdú se pueden soportar, ahora bien Ariadna Gil, y ya lleva unas cuantas, está para matarla y la historia en sí, más allá de la anécdota, no me interesó.

Me pareció que las dos tramas: la de la niña y sus faunos y la de Sergi López y la Gil no tienen punto de unión. Del Toro parece decir: voy a hacer una película sobre los duros años de la posguerra (vaya usted a saber por qué le interesa tanto este período histórico) y introduciré una historia fantástica de una niña que es una princesa, etc. Ya, muy bien, tienes mucha imaginación tio, pero las historias no casan, no basta con hacer dos historias paralelas con un leve nexo, hay que integrarlas. Sí, los "monstruos" están muy logrados y visualmente es impactante, pero el filme se queda ahí, en la anécdota. Bien es cierto, que al subcomandante Mofletes le entusiasmó, así que presumo que es un filme que tendrá críticas dispares.

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Creo que lo he dicho aquí alguna vez, pero es algo que vengo defendiendo desde hace tiempo, Woody Allen no había sabido envejecer su personaje, le sobra talento a raudales y por eso es capaz de hacer siempre grandes películas, pero su personaje ya no resultaba creíble como seductor de jovencitas (aunque en la vida real pueda serlo, ya se sabe que la realidad supera a la ficción). Bien, pues en Scoop parece que lo ha comprendido, si unos filmes atrás hubiera hecho que la Johansson se enamorase de él, aquí hace de su supuesto padre. El filme es divertidísimo. Ojo, no es ni Manhattan ni Annie Hall, y tampoco es una obra maestra como lo es Match Point; lo digo, porque aunque yo no las he leído, ya me han prevenido de ciertas críticas que dicen que Scoop no está a la altura de ésta. Eso es cierto, pero aún así es un filme divertidísimo, de lo mejorcito de Allen en los últimos años.

La Scarlett, a parte de preciosa claro, está fantástica; el periodista fantasma y Hugh Jackman lo mismo, y como no, Allen, el gran Splendini, mucho más. Impagable como mago, como médium del más allá y, sobre todo, relacionándose con la alta burguesía inglesa. El filme tiene referencias surrealistas, fellinianas e incluso se puede ver a la muerte (¿homenaje bergmaniano a El séptimo sello?) conduciendo una barcaza. Para colmo, en el filme Allen dice cuál es la religión que profesa que, casualidades de la vida, es la mía: el narcisismo. En fin, véanla: "les quiero, son ustedes un público encantador, un ejemplo para su raza".

01 noviembre 2006

Bodas de algodón: 2.ª Cena Quedada Zeligmaníaca

Queridos todos,

Quedan ustedes convidados a la ¡¡2.ª Cena Zeligmaníaca!!

Sí amigos, con motivo del primer aniversario de esta humilde página se convoca a todos sus lectores y colaboradores el próximo sábado 4-10-2006 a las 21.30 al Bar Tramuntana (en la curva de la Avda. Abat Marcet de Terrassa), santuario de la "nouvelle cuisine" cuya famosa bodega de vino turbio atrae masas de allende mares, y que ya tuvo el honor de acoger nuestro primer encuentro.

Así pues, adelante, vayan apuntandonse en los comentarios (algunos de ustedes ya han manifestado su deseo de asistir bien pública o privadamente; se les espera). Por cierto, el tío Zelig, adelantándose a posibles sugerencias de desaprensivos, quiere dejar claro que no costeará las cogorzas ni los planxats de nadie, jeje. Ahora bien, sí que soy partidario de colectivizar la cuenta.

En fin, nada más, ¡oh, bueno, se me olvidaba! ¡Oh, Dios mío! ¡Cómo es posible! Cuando pienso que afortunado serán todos los que asistan... Les aguarda un regalo tan absolutamente espectacular a todos los presentes que demuestren haber escrito un post en esta página... ¡Oh, cielos, qué afortunados son ustedes! La vida les sonríe no hay duda, en fin, yo no me lo perdería...

Z.

29 octubre 2006

El divertido concurso de las "Ereccions 2006"

Queridos todos, a petición privada de don Lev doy por inaugurado el enésimo concurso, esta vez con el bonito título de "Ereccions 2006" (homenaje a Almodovar, como los iniciados comprenderán).

Las reglas son tan sencillas como el asa de un cubo: acertar el número de escaños de cada formación política da 1 puntito por acierto (ej. ERC, 20); y 2 puntitos la forma de gobierno que resultará y quienes la integrarán (ej. bipartito CIU, PSC). Al final, el que más sume, obviously, gana.

¿El premio dicen? No me sean materialistas, ustedes voten y el tio Zelig proveerá. A modo de guía, les dejo los resultados de la última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) publicada el día 26-10-06 y la comparativa, entre paréntesis, con los resultados obtenidos en las últimas elecciones. Aunque en ella figuran rangos, esto es (PP de 13 a 14) ustedes se han de mojar por un único resultado.

CIU: 50-52 (46 actuales)
PSC: 39 (42)
ERC: 21 (23)
PP: 13-14 (15)
IC: 10-11 (9)

Cualquier duda, aquí estamos para responderles. Tienen tiempo hasta la medianoche del martes al miercoles. Como siempre, abro el fuego en los comentarios.

Alea jacta est! Y que Dios nos coja confesados...

PD: Y no olviden que este sabado tenemos cena zeligmaníaca. El miercoles tendrán todos los datos.

27 octubre 2006

Leyendo Short Cuts de Raymond Carver

Tenía curiosidad por leer a Carver, de un tiempo a esta parte, todo el mundo le cita y parece que ha influido a todos de treinta años para aquí. Decía Bolaño que los dos grandes cuentitas del siglo XX son Chejov y Carver. Short cuts es una antología de sus relatos, hecha a partir de los que uso Robert Alman para dirigir la obra maestra del mismo título.

Hay relatos mejores que otros en la antología y leyéndolos empecé a entender la fascinación que suscita el escritor. Son personajes que reflejan un americano medio despojado de sentimientos, hay una frialdad extrema en ellos y un poso de maldad y violencia que le son intrínsecos. De entre los relatos de la antología me quedo con el del vendedor de aspiradoras y el del atropello del niño, ambos obras maestras del género breve. Dijo Gore Vidal en una ocasión (frase que cita la contraportada) que quizá la gran novela americana (un concepto crítico que cada cierto tiempo vuelve y que no necesariamente tiene por qué escribirla un autor americano, por ejemplo, la gran novela mexicana contemporánea Los detectives salvajes fue escrita por un chileno que residía en Barcelona) que han intentado grandes autores como Mailer o Updike no sea tal, sino la que se configura con los breves relatos de Carver.

Buceando sobre Carver encontré un artículo escrito por Alessandro Baricco (escritor al que tenía en muy baja estima, pero que leído lo siguiente debería conceder alguna oportunidad) donde se hace eco de un rumor que decía que a Carver le reescribía su editor. Baricco su fue a la universidad americana que guarda sus manuscritos y efectivamente así era. El editor de Carver había cambiado la mayoría de los finales de sus relatos, reescribió los parrafos más “humanos” del autor dándoles un carácter mucho más frío y los recortó en exceso dejándolos en su brevedad actual. Lo curioso del caso es que brevedad, frialdad y finales abruptos son los rasgos más característicos de Carver, esto es, fue el editor quien dio a Carver el “estilo Carver”. Por otro lado, al leer los textos originales sin la poda posterior, uno ve que, igualmente, son excelentes, no estan exentos de calidad, y destaca, sobre todo, un rasgo mucho más humano, Carver salva a alguno de sus personajes, sigue creyendo en el hombre, pese a que eso es contrario al denominado “estilo Carver”. Curioso, muy curioso, leído esto es muy difícil pronunciarse al respecto, sobre qué o quién es Carver. Una historia fascinante que podría ser la de uno de sus propios relatos.

Huelga decir, que esto sería impensable en este país, entre otras cosas porque si el señor Carver fuera español y fuera hoy día a una editorial para que le publiquen, obviamente, nadie lo haría y mucho menos encontraría un editor con el suficiente bagaje como para, ni tan siquiera, sugerir un cambio que no sea incluir alguna conspiración masónica o vaticana.

24 octubre 2006

Escuchando a Bruce Springsteen & The Seeger Sessions Band (Estadi Ciutat de València)

Sí amigos, el club de groupis del Boss se reunió de nuevo para asistir al concierto del Único. En este caso, el tío Zelig tiró la casa por la ventana y se desplazó el fin de semana a la capital del Turia (para otro día queda la parada que hicimos en ese paraíso de lo aberrante y los chandals con zapatos que es Marina d'Or o la provocación de poner en el coche a Raimón por el centro de Valencia a todo trapo y con las ventanillas bajadas). Estuve acompañado de otros fieles de la página, en lo que ya se conoce como la Primera Excursión Zeligmaníaca, excusaré decir los nombres de todos los que asistimos para que ellos mismos se manifiesten y cuenten sus impresiones.

El concierto era, probablemente, la última oportunidad de verlo con la Seeger Sessions Band y había que aprovecharla. El espectaculo fue distinto al anterior, también comentado aquí. Aquél fue inenarrable, arrollador de principio a fin, sin tregua posible, es una lastima que no estuvieráis todos porque nunca podréis comprender lo que se sintió aquel día.

Éste fue algo distinto, más reposado, hubo más espacio para los solos instrumentales y vocales, de gospel incluso. El lugar, mucho más grande y al aire libre, imposibilitaba aquella contención del anterior, estuve tentado en pensar que sería inferior. Nada más lejos de la realidad, fue un concierto extensivo, que se agigantaba con el paso del tiempo. Duró dos horas y media y al final estábamos todos completamente entregados.

El repertorio fue algo distinto, tocó, obviamente, los temas del último disco y versiones de anteriores, pero hubo otros nuevos donde se percibió un acercamiento al rock clásico de los cincuenta: Buddy Holly, etc. Se comenta que la próxima gira volverá a ser con la E Street Band. A tenor de lo escuchado en el concierto, sería "mayúsuculo", como le gritaban al Boss unos impresentables durante el concierto, que su próximo disco fuera en esta línea.

Para el recuerdo, la versión que hizo de "The River", aunque personalmente prefiero la original, una vez escuchada en directo, ya puedo morir en paz. (Pinchen y podrán ver el día en que presentó la canción allá por el 79.)

PD: Si algún día me reencarno quisiera ser el violinista loco que acompaña a Bruce en la gira.

23 octubre 2006

Representando Merrily we roll along de Stephen Sondheim

Por algún extraño motivo, los musicales no acaban de triunfar en nuestra cartelera teatral, al igual que en el cine (y eso que directores como Lars von Trier o Baz Luhrmann han intentado darle nuevos bríos), así que atraverse a montarlos es toda una osadía. La compañía El musical més petit como escribía el otro día Mark Cohen son una auténtica rareza. Rareza, por otro lado, necesaria.

El montaje en sí es espléndido, los actores están magníficos, las músicas y voces suenan primorosamente y la sobria escenografía, apenas un cubo en el centro del escenario y algunos juegos lumínicos, es suficiente para representar la obra. Le leí a Daniel Anglés (actor y director de la compañía y del montaje) que la obra, concebida originalmente para Broadway, se estrenó con más de una veintena de músicos y actores, aquí no son más de seis y no se echa en ningún momento nada en falta.

En fin, es la historia de tres amigos (una escritora, un compositor y un letrista de Broadway) contada de forma inversa desde su definitiva separación a sus inicios, quizá si se eliminara un año de los distintos en que se detiene la historia se acentuaría el ritmo, aun así es una montaje trepidante, con grandes canciones y que hace que uno se pregunte por qué no hay más obras de este tipo en cartel.

18 octubre 2006

Viendo World Trade Center (2006) de Oliver Stone y El viento que agita la cebada (2006) de Ken Loach

Bueno voy a desvelar el secreto, las torres se caen a los cinco minutos de iniciarse el metraje. Desde ese momento, la película se convierte en un telefilme barato de los de tarde de fin de semana. En ningún momento se nota la mano de Oliver Stone, que cuando quiere la saca: Platoon o JFK, y el filme se vuelve soporífero y prescindible. Ni los flash-back, ni los secundarios, ni mucho menos Nicolas Cage y su bigotito consiguen remontar el vuelo y el supuesto poso heroico del filme se diluye entre el aburrimiento general.

Para analizar aquellos días, de momento, mucho mejor los documentales que se han hecho al respecto, como el excelente trabajo que emitió Cuatro sobre las víctimas que optaron por arrojarse al vacio. En cualquier caso, hay que reconocer a los yanquis, con todas sus faltas, su valentía a la hora de narrar aquellos hechos. Habrá que ver cuantos años tardaremos nosotros en hacer el primer filme o el primer documental serio sobre los hechos del 11-M, peinaremos canas para entonces.

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Por el contrario, el ultimo filme de Ken Loach sí que es una película con mayúsculas. Loach, con una filmografía brillantísima, es ya un clásico (es obvio, que su izquierdismo militante despierta ampollas entre la derecha más reaccionaria, pero no esta hecha la miel...), ahí están obras maestras como Ladybird, Ladybird, Lloviendo piedras o grandes filmes como Sweet Sixteen.

Es cierto, que al principio la película desconcierta porque arranca mostrando lo malos malísimos que son los ingleses y lo buenos que son los irlandeses. Uno está tentado de pensar que este será un filme maniqueo, nada más lejos de la realidad: lo hace para ganar tiempo, deja claro que los ingleses no son ningunos santos, para ir mostrando a lo largo del filme las disensiones internas y contradicciones de los guerrilleros irlandeses (como ya hizo con Tierra y libertad y que también recibió sonoras críticas y arrebatados elogios) . El tema al final es el de siempre ¿quién posee la verdad? ¿de quién es la tierra? ¿para qué sirve una guerra? ¿y por qué pagan siempre el pato los más débiles?

Gran guión, interpretaciones excelentes (el protagonista Cillian Murphy se sale) y una mano maestra en la dirección para otro excelente filme con el que Loach sigue engrosando su filmografía.

16 octubre 2006

Representando El arquitecto y el emperador de Asiria de Fernando Arrabal

Tenía muchas ganas de hincarle el diente a esta obra de Arrabal, que pasa por ser una sus mejores. Desconocedor como soy tanto de su obra como del grupo Pánico, que mejor entrada a sus textos que a través de uno de los más representativos. Bien, pues visto lo visto, he decir que tanto la obra tanto como el montaje me defraudó.

La representación en sí adolece de ese castigo del mal teatro que es el grito indiscriminado y el texto, para que vamos a negarlo, no me pareció nada del otro mundo. Hay voluntad por parte de los jovenes actores en hacerlo bien, eso es innegable, y el cambio de sexo del personaje del emperador, un hombre en el texto y una chica en el montaje, es un acierto; no obstante, el resultado final no me convenció.

El prestigio que tiene Arrabal fuera de nuestras fronteras es indiscutible (aquí hace muchos años que le pudo su personaje y se le tiene por un apestado) así que hacer una valoración de toda su obra con un solo texto es absurdo. Me seducen los textos vanguardistas, surrealistas o dadaistas (según sea el caso, también habría que ver quién es el guapo que distingue unos de otros), en este sentido soy un espectador receptivo, pero instalados como estamos en la posmodernidad dificilmente espantaremos con ellos a la burguesía (si es que todavía creemos que la burguesía va al teatro, y mucho menos a estas formas escénicas más marginales), así que creo que si no hay un gran texto detrás (pongamos Asi que pasen cinco años de Lorca) o si no es con humor, uno de los ítems característicos de la posmodernidad (La cantante calva de Ionesco), dificilmente estas obras soportaran el paso del tiempo.

09 octubre 2006

Post n.º 100: Dedicado a los amigos de la estadística

Sí amigos, parece que fue ayer, pero ya han pasado 100 entradas desde que nos encontramos. A un mes escaso de cumplir un añito, he renovado mis votos y pretendo llegar, si ustedes me acompañan, al post número 200.

Lo primero, para celebrar la efeméride, se convoca a todos los fieles el próximo sábado 4 de noviembre, en hora y lugar que ya se concretará, a la Segunda Quedada Zeligmaníaca. Vayan planchando sus mejores galas y confirmen su asistencia en los comentarios.

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Y ahora, sin más dilación, hagamos números:

- En los 99 post anteriores se han escrito 928 comentarios, a una media de 9,4 aportaciones por post. El ranking de nuestros colaboradores es el siguiente:

1. Leonard Zelig, 347 comentarios
2. Bárbara, 101 com.
3. Lev, 87 com.
4. O. Bronski, 85 com.
5. El usuario anónimo, 68 com.
6. Mofletes, 42 com.
7. Tom Young, 38 com.
8. Bobo Esponja, 31 com.
9. Dycio, 24 com.
10. Mark Cohen, 22 com.

A partir de aquí, encontramos otros ilustres como: 11. Annie Hall (16 c.); 12. Yom (14); 13. Ariel (9); 14. El Demonio de Maxwell, Keyzer Sozé y Mario (7); 15. Stalin (5); 16. Marmota Chico (4); 17. Siempre tuya (3).
Y en decimoctava posición, con una sola aportación, una auténtica galería de monstruos conformada por Bambú, 41, Estanislao, Judah Ben Toledano, Shaky Pocket, Sue Ellen, Tio Sam, The Pomp, Warren, Yo misma y Yussuf.

Sorprende el cuarto puesto de O. Bronski que demoró mucho tiempo en escoger nombre, amén de las más que evidentes desdoblaciones de algunos fieles. Enhorabuena a los premiados.


- En lo que a temas se refiere se han escrito: 42 Viendo (con un total de 53 películas y una serie comentadas); 19 temas varios; 9 Leyendo (12 libros); 8 Buenas tardes; 7 Escuchando (8 conciertos) y 7 Representando; 3 Post de fantasía, 2 Galerías del esperpento y 2 Spanish Bombs.

El top five de las entradas más comentadas es el siguiente:

1. 1ª Cena Quedada Zeligmaníaca (37 comentarios)
2. Viendo Space Cowboys (2000) de Clint Eastwood y El noveno día (2004) de Volker Schlöndorf (32 com.)
3. La porra del Mundial (ya ni a cuartos llegamos) (28 com.)
. Post de fantasía 3: La Quiniela de los Oscar (28 com.)
4. Cerrado por vacaciones (23 com.)
. Post de fantasía 2: "Me cae bien, me cae mal" (23 com.)
5. Considera conveniente... ¡Anda payo échame una firmita y te digo la buenaventura! (22 com.)

Bien amigos, podría seguir cruzando cifras, pero no se me ocurre cuál. Colaboren ustedes: ¿hay alguna sección que les gusta más?, ¿alguna menos?, ¿echan en falta algún tema?, ¿Tienen algún post preferido?... ¡Pronúnciense!

Sin más, me despido agradeciéndoles a todos los que invierten un pedacito de su tiempo escribiendo y leyendo tanto lo propio como las intervenciones de los demás. Les animo a que continúen así, y a los lectores silenciosos a que intervengan. No desfallezcan.

Les quiere,

Leo

02 octubre 2006

Buenas tardes: María Antonia Trujillo ministra de Humor y Vivienda

Leonard Zelig: Buenas tardes
María Antonia: Buenas tardes

LZ: Bien, se lo preguntaré sin ambages, ¿cree usted que Europa está llena de imbéciles?
MA: ¿Por qué lo dice joven?
LZ: No por nada, como se considera usted un referente para Europa.
MA: Mmm... no le entiendo.
LZ: Obvio.
MA: Sabe "España, en política de vivienda, está siendo un referente para la Unión Europea, América Latina y otros países."
LZ: Ja, ja, ja.
MA: "Estamos consiguiendo ese aterrizaje suave de los precios y prueba de ello es que cada vez suben menos y las viviendas son cada vez más accesibles"
LZ: Jo, jo, jo.
MA: "Mantenemos nuestro objetivo de que la vivienda se encarezca al mismo ritmo que avanza la inflación. Porque -con el actual grado de endeudamiento de las familias- nadie quiere que bajen los precios de las viviendas."
LZ: JAJAJAJA ¡Ay!, pare, pare o tendré que abofetearla.
MA: Le gustan mis kelifinders, ¿a que son chachis?
LZ: Sip, he visto arder varias en Youtube.
MA: Tenga, se las regalo.
LZ: No se moleste. Dígame, le suena de algo la palabra especulación.
MA: Especulaqué, ¡ah, sí! es eso que uso para mirarme el co...
LZ: Sasto, las burbujas que se le forman.
MA: Picaruelo. Y qué me dice de nuestras soluciones habitacionales, guays ¿no?
LZ: ¿Perdón?
MA: Si hombre, los minizulos, ya sabe, los putos agujeros esos que estamos construyendo para que se pudra toda su puta vida pagando la hipote... ¡Ups! Qué desliz, ji ji.
LZ: Aguarde a que la patee con mis kelis
MA: Bueno, me voy yendo.
LZ: Por cierto, le molesta si nos manifestamos
MA: Pa problem, ya enviaremos a los antidisturbios

LZ: Buenas tardes
MA: Buenas tardes

28 septiembre 2006

Viendo Alatriste (2006) de Agustín Díaz Yanes y Salvador (2006) de Manuel Huerga

Dos rabiosas novedades de la cartelera española:

El vox populi hace tiempo que venía anunciando que la película de Díaz Yanes (la más cara del cine español) estabra primorosamente ambientada. Es cierto. La escenografía, vestuarios, decorados y exteriores son excelentes, recrean la época y el imaginario que de ella tenemos a traves de libros, cuadros, etc., reproducidos hasta el más mínimo detalle, como La rendición de Breda de Velázquez. Los actores tampoco están mal, Viggo Mortensen es creíble en el papel de Alatriste, y uno se acostumbra en seguida a su extraño acento, más que habla susurra.

Decía Douglas Sirk que el cine es “motion and emotion” y a la película de Díaz Yanes le falta lo primero, porque moverse se mueven un huevo. Si bien hemos alabado antes todo lo que rodea al filme, lo principal, que es el guión, no existe. No sabemos cuál es el propósito de la película. Sí sale Alatriste, de acuerdo, pero y qué, lo vemos saltar de Flandes a Madrid, ahora mata a uno ahora salvo a otro, sin un objetivo claro. Los que han leído los libros dicen que se han querido condensar las cinco novelas (creo que son cinco) en dos horas y eso es imposible (o no lo han sabido hacer). No hay concreción, vemos personajes que desaparecen sin más otros que aparecen de la nada, otros totalmente prescindibles, etc., en pos de la exhaustividad se han dejado por el camino la historia.

Si bien es necesario para el cine español grandes producciones y filmes de época como éste, también sería conveniente que alguien entendiera la importancia del guión, sino importaremos sólo lo peor de Hollywood: la espectacularidad, los golpes de efecto... pero nos dejaremos por el camino el alma.

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Salvador es una excelente película, perfectamente ambientada, narrada con tensión y maestría y con una interpretación soberbia de cada uno de los actores, en especial Sbaraglia. (En este punto me surge la duda de si en el resto de la piel de toro se traducirán los diálogos en catalán: sería un absurdo porque, como en todo doblaje, se perdería el gran trabajo de los actores no nativos.) Quizá se recrea en exceso con el morbo del garrote, entiendo la crítica, el alegato contra la pena de muerte y la sensación de desasosiego que quiere conseguir Huerga en el espectador, pero lo alarga demasiado seguro de su efectismo. En cualquier caso una gran película.

Dicho esto, no está de más mencionar que históricamente sí que es discutible. Los propios excompañeros de Puig Antich en el MIL lo han dejado por escrito. El protagonista aparece demasiado inocente -nada que decir de la excelente interpretación de Daniel Brühl- y sin un fuerte compromiso ideológico (un chico bueno que se deja llevar por las malas compañías). Se hace referencia al paripé que fue el juicio, pero no se hace énfasis en lo mal que se llevó el caso por parte de sus inexpertos abogados –excelente también Ulloa- y, sin duda, la conversión ideológica del personaje de Sbaraglia históricamente me es muy difícil, sino imposible, de creer. Pero todo esto es historia, y aunque como documento histórico es discutible, como filme de ficción es excelente.

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Last news: Volver se ha impuesto a Alatriste y Salvador como candidata española a los Oscar. Para mí el mejor filme de los tres es Salvador. Volver, como ya comenté aquí, también es un buen filme, pero en estas cosas lo más importante no es la calidad sino saber venderse y Almodóvar en eso es un maestro y ahora que ha vuelto a la Academia sería un feo no nominarle.
Se comenta en los mentideros que tanto Pe como el propio director manchego pueden ser nominados a los Oscar en sus respectivas categorías. Al tiempo.

26 septiembre 2006

Viendo El péndulo de la muerte (1961) de Roger Corman y La mujer del aviador (1980) de Eric Rohmer

La verdad, nunca he sido muy aficionado a las películas de terror, al género en sí me refiero, porque las buenas películas, como dije el otro día, no tienen género. La Hammer, sin duda, es la productora tótem, o al menos, la más prestigiosa. El péndulo de la muerte que pasa por una de sus mejores obras, con Vincent Price como intérprete y con Roger Corman como director de lujo, es bastante flojita. Ni ese pretendido juego crómatico donde los colores y los filtros en cámara representan la personalidad de los personajes ni el insulso guión atrapan. Lo mejor, quizá, la última vuelta de tuerca del final.

En fin, no sería justo condenar a la productora por un filme, puesto que se hicieron grandes películas ahí y fue cantera para actores míticos como el propio Price o Jack Nickolson. Recuerdo en mi tierna infancia haber visto las películas de Fu-Manchú protagonizadas por el malvado Christopher Lee que me mantenían paralizado en la butaca, bueno en el sofá (si no me equivoco las daban los sabados por la tarde, en una época en que podías encontrarte ciclos míticos como el de los hermanos Marx ¡en B/N y en una televisión pública! o westerns memorables). Dicen los entendidos que los mejores Drácula fueron también los de la Hammer interpretados, como no, por el mítico Lee, un día de éstos les echaré un ojo y les cuento.

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Eric Rohmer es uno de esos grandes directores de los que afortunadamente todavía me quedan películas inéditas por disfrutar. La mujer del aviador es una sencilla comedia donde el director francés vuelve a su tema preferido, las relaciones de pareja. Fiel a su estilo, Rohmer rueda con sónido directo, luz y escenarios naturales. Una simple anécdota y el azar es suficiente para que construya un filme, un instante de vida, que muestra el triangulo amoroso de unos jóvenes parisinos.

Si bien no es una de sus obras maestras, como Perceval o Cuento de verano, es un grandísima película que se disfruta en un suspiro y que demuestra que, a veces, la sencillez es más que suficiente para rodar una obra espléndida.

21 septiembre 2006

Spanish bombs 2: De Elvira Lindo a Ciutadans-Partit de la Ciutadania

Sí amigos, creo que ha llegado el momento de recuperar viejas secciones que teníamos olvidadas. Hoy, la miscelanea de las Spanish bombs.

- La polémica que ha suscitado que Elvira Lindo realice el pregón en la Mercè parte, para mí, de un propósito equivocado. No es relevante que haga su discurso en catalán o castellano, esto es, sí Woody Allen lo hiciera nadie le exigiría que hablara catalán, diría algunas palabras de rigor sí, para despertar la simpatía del auditorio, lo cual siempre es de agradecer, pero el simple hecho de que aceptara ser el pregonero ya sería un honor mutuo.
El problema es que no se entiende qué méritos ha hecho esta señora para hacer pregones o discursos de ningún tipo: es una pésima escritora, nefasta guionista, peor articulista y deleznable actriz. A parte, claro, de que no tiene ningún vinculo con la ciudad más allá de sus editores. Creo que éste es el verdadero motivo por el que provoca rechazo su presencia. Claro que, sabiendo que esto se pactó en la época Clos, no me extrañaría que éste pensara que Lindo y Cervantes son la misma persona.

- Hace tiempo que observo perplejo la evolución del nuevo partido político Ciutadans-Partit de la Ciutadanía. A parte del cacofónico nombre y su anticatalanismo-lerrouxismo poco más se sabe de su programa electoral. Me sorprende que sus cabezas visibles, a los que, solo así lo entiendo, con mucho humor se les llama intelectuales, se hayan borrado de las listas. Veamos:
. Arcadi Espada egoperiodista cuyo mayor mérito es tener un mediocre blog de prosa soporífera.
. Ivan Tubau, pésimo poeta cuyo mayor hallazgo narrativo ha sido repetir las palabras de Rubianes de que se la suda España, etc., pero sustituyendo la palabra España por Cataluña, sin obviar, claro, las denuncias por acoso sexual que presentaron sus alumnas.
. Albert Boadella; es curioso que él que es catalán, habla catalán y hace teatro en catalán sea ahora anticatalanista, yo lo de Boadella he pensado siempre que es una boutade, cualquier día dice que es independentista y que reniega de todo lo anterior, de hecho, el otro día en la convención del partido, o something like that, ni fue, eso sí, presentó el mismo texto que ya había sacado en alguna otra ocasión, no parece que esté mucho por la causa.
En fin, parece que al único primo que han convencido para que se presente es a un niño de 26 años al que han sacado en pelotas en los carteles para mayor hazmerreir de la clase política catalana. Para que Piqué digan que Ciutadans son la extrema derecha...

- Dos recomendaciones, si el blog del Espada es un peñazo, es muy probable que uno de los mejores que hay en este país sea el del músico Ignacio Escolar. Éste, junto con el de pixel y dixel (dedicado a las nuevas tecnologías) son los únicos que consulto cada día, a parte de los de los colegas claro.

Hagan sus comentarios, dejen sus recomendaciones y sean felices.
See you,

Z.

18 septiembre 2006

Viendo Domino (2005) de Tony Scott y Corrupción en Miami (2006) de Michael Mann

Bien amigos, hoy vamos a hablar de dos estrenos calentitos.

Mis adorados fans sabrán que el cine de acción, como género, no me atrae demasiado, aunque un buen filme siempre será un buen filme. A mi juicio, dos de los mejores directores del género son Tony Scott (hay quien dice que es el hermano bueno) y Michael Mann. Ambos tienen auténticos peñazos a sus espaldas (para qué dar títulos) y grandes películas, por ejemplo El último boy scout el primero y El dilema el segundo. Veamos sus últimos trabajos:

Domino: La historia es sumamente atráctiva y la Keira, que también, no lo hace mal. La película tiene ritmo, pero es tramposa en su guión. No aburre pero tampoco es memorable. Los secundarios como Christopher Walken y Mickey Rourke (que ha vuelto hecho todo un actor de su descenso a los infiernos; memorable era su personaje en Sin City, la mejor adaptación de un cómic que yo haya visto, a pesar de que un episodio de los tres era bastante flojo) salvan la película en más de una ocasión, no así los dos personajillos de Sensación de vivir, como anécdota está bien que aparezcan, pero se abusa de ellos. En fin, correctilla y palomitera, para ver y olvidar.

Corrupción en Miami: Así como las películas de Tony Scott tienen un regusto patriotero y fascistoide, confio mucho más en Mann y le creo capaz de hacer grandes títulos. Es de los pocos directores actuales que sabe llenar un Scope. No obstante, en la adaptación de la famosa serie televisiva no ha demostrado méritos.

Recuerdo la serie de mi tierna infancia y tenía un estilo propio que no ha captado la película: el rollito que se llevaban los dos protagonistas, las notas de humor (el cocodrilo aquel del barco aquí no aparece), etc., eran más humanos. Aquí Mann los ha transformado en superhéroes y el filme es frío como el acero, no hay humanidad en ellos (pese a ese lado oscuro, tan propio de Mann, que le hace enamorar al prota con la mala de la película). Foxx y Farrell (que aún espero que me demuestre que es un buen actor) son dos armarios, la presencia de Tosar es testimonial y Gong Li estaba mucho más mona cuandro trabajaba con Zhang Yimou. Para postres, final abierto con lo que pronto tendremos una segunda parte. No creo que la vea.

14 septiembre 2006

Leyendo La muerte en Venecia y Mario y el mago de Thomas Mann

Vamos con dos novelitas del premio Nobel alemán:

La muerte en Venecia es uno de aquellos grandes clásicos de la literatura (al igual que su versión cinematográfica lo es del séptimo arte, pese a que, vista hoy, el exceso de zooms, novedades de la época sabe usted, lastra algo el filme de Visconti).

Confieso que entré algo frío en la novela, se notaba el talento literario a la hora de narrar, pero no empatizaba. No obstante, pocas páginas después, desde el momento en que el escritor arriba a Venecia y se topa con el joven Tazio, me atrapó totalmente. La descripción del personaje contiene alguno de los momentos líricos más altos que leí nunca y la decrepitud del protagonita, paralela a la peste que recorre la ciudad, son narrados también de forma magistral.

A mi memoria acuden los versos del gran Cernuda: "mano de viejo mancha el cuerpo juvenil si intenta acariciarlo". La realidad y el deseo que, como en el gran poeta sevillano, chocan también en la creación litearia de Mann.

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Mario y el mago es también una novelita breve. Ambientada igualmente en Italia y escrita alrededor de 1930 parte de una anécdota: el estio de una familia alemana en una localidad turística italiana y su asistencia a una velada de magia. Mann personifica en el personaje del mago la atracción y el rechazo que, a partes iguales, Mussolini suscitaba en la sociedad italiana de la época. El autor parece advertir el peligro que supone el personaje y muestra su total rechazo.

Paradojas del destino, tres años más tarde sería el propio Hitler quien ganaría democráticamente unas elecciones.

11 septiembre 2006

Rubianes somos todos

En fin, para que no se diga que damos la espalda a la actualidad, toquemos el espinoso tema Rubianes.

Creo que es altamente peligroso que la derecha de este país, o lo que es más grave, el principal partido de la oposición, se vuelque cada vez más en la extrema derecha. A mi juicio, lo que es intolerable no es que Rubianes diga ésto o aquéllo (unos considerarán más afortunadas que otros sus declaraciones), lo que es inadmisible es la censura, sea contra la obra o contra la persona, y fomentada, además, por grupos de extrema derecha que, a lo que parece, tienen alto respaldo en la calle Génova, y que en ningún caso han visto o conocen la obra que censuran. Obra, por otro lado, espléndida y que nada tiene que ver con esta polémica (ya la comentamos hace tiempo http://zeligmania.blogspot.com/2006/02/representado-lorca-eran-todos-de-pepe.html) . Esperpéntica también es la figura de Gallardón que sabiendo que Rubianes iba a retirar su obra sale a la palestra intentando apuntarse el tanto. ¿El tanto de prohibir, de censurar? Parece que el antaño adalid del ala más democrática del PP ha arrojado la toalla.

Aquellos que hemos visto "Rubianes solamente" o alguna de sus múltiples apariciones televisivas, sabemos que esa es su forma de expresarse, guste más o guste menos, pero que es la misma que usa el vulgo cuando se caga a diario en este político, en el de allá, en la derecha, en la izquierda o en la monarquía. ¿Dónde están aquellos dirigentes de la derecha, y algunos también de la izquierda, que no hace mucho salieron a defender la libertad de expresión con el asunto de las viñetas? ¿Acaso no estamos ante el mismo ejemplo? Les he oído decir aquello de que se represente sí, pero no con mi dinero. Y el mío, ¿no vale igual?, porque yo sí quiero que se represente. Otra vez, el discurso intolerante que niega la voluntad del otro. Fue a esa España rancia, casposa e inquisitorial (la misma que mató a Lorca y que impide que se represente una obra inspirada en su figura) a la que Rubianes mandó a tomar por culo. Bien mandados están.

Reflexión final para navegantes. Dijo Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo." Pues eso.

07 septiembre 2006

Escuchando a Amparanoia y Loquillo (Catalonian Park)

Sí amigos, en días alternos, el sufrido Zelig, que está hecho un marchoso, se metió dos conciertos entre pecho y espalda:

Amparanoia dio un concierto agradable, sencillito. Esperaba un directo mucho más contundente, no es Manu Chao, vaya. (Botón de crónica rosa: el otro día O. Bronsky me apuntaba que fueron pareja.)

Por decirlo claro, con los conciertos del parisino pierdo dos kilos saltando y es posible que con la granadina los ganara bebiendo cerveza. Ya se sabe, la fama cuesta.

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Hablemos del Loco. La verdad es que quitando cuatro canciones de los ochenta, nunca le he prestado demasiada atención, a pesar de que me consta, y esto me parece interesante, que ha cantado a poetas como Salvat-Papasseit o Gil de Biedma. Tenía una idea preconcebida de que cantaría pegado al micro y sin moverse, en plan plomizo. Todo lo contrario, no paró de moverse, fumar y dar saltos imposibles (el impacto fue el mismo, con sus cuarenta y tantos y metro noventa, que cuando vi en directo hacer lo propio al gordo cantante de los Manic Street Preachers y a una guitarrista que llevó en una gira P. J. Harvey y que hacía, como mínimo, dos armarios roperos).

A pesar de que música y letras no eran nada del otro mundo, sí que había una actitud digamos chulesca y rocanrolera (si es que tal cosa existe) que hizo el concierto muy entretenido (también entendí todas las fobias que despierta el personaje), amén de una buena banda (que como dice el señor Mark Cohen parecían más The Who que los Trogloditas). Con todo no cantó "La mataré", ya se sabe, cosas de lo políticamente correcto.

PD: Leo una entrevista de hace años a Loquillo y le preguntan sobre si Corre rocker, el libro del ex-troglodita Sabino Méndez (parece que ahora vuelven a ser amigos), es fiel a sus vivencias en los ochenta. Contesta Loquillo: "La mitad del tiempo Sabino no sabía dónde estaba. Habrá hecho una labor de investigación". Jo, jo, es un cachondo este tio.

04 septiembre 2006

Viendo Space cowboys (2000) de Clint Eastwood y El noveno día (2004) de Volker Schlöndorff

Buena película ésta del camarada Eastwood, parece una reunión de amigos donde él disfruta rodando e interpretando. Pese a lo inverosímil del guión en algunas secuencias, Eastwood sabe sacarle partido riéndose de sí mismo. Los actores están espléndidos y el filme está rodada con una mano exquisita.

Me quedo con la secuencia final del cowboy Tommy Lee Jones montado en el misil camino a la Luna, que no es sino el reverso de la famosa escena final de ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú, donde el Mayor se lanzaba desde un B-52 sobre territorio soviético cabalgando en una bomba nuclear. El mensaje no puede ser más claro, cuarenta años después de aquella escena, el director norteamericano homenajea la obra maestra de Kubrick y nos vuelve a advertir, con el mismo humor que su predecesor, del peligro de estas armas.

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El noveno día. Durísimo e inapelable el filme de Volker Schlöndorff. Rodada con una sobriedad extrema, asistimos al encarcelamiento de un influyente cura católico en un campo de concentración al que dan nueve días de plazo -y prometen la libertad- si consigue convencer al máximo mandatario de la iglesia católica luxemburguesa para que dé su apoyo público al régimen nazi.

El filme no es nada complaciente y pone en cuestión el papel de la iglesia católica en la segunda guerra mundial. Si bien es verdad que el Papa de la época (que no recuerdo el nombre) se mostró más bien tibio con la Alemania nazi e incluso apoyó a Mussolini (ahí están los famosos versos de Lorca en Poeta en Nueva York y su “Grito hacia Roma”) no lo es menos que hubieron también representantes del clero que lucharon contra el nazismo y fueron encarcelados en campos de concentración.

Al debate moral propio y colectivo (el filme está basado en una historia real) se unen en el protagonista la pérdida de la fe y el horror de volver de nuevo al campo de exterminio. Las escasas escenas de éste son espeluznantes (uno ve en ellas todo aquello que Levi narraba en Si esto es un hombre).

A destacar la interpretación de Ulrich Matthes, si en El hundimiento hacía una interpretación sobrecogedora como Goebbels, aquí se sitúa en un registro totalmente opuesto y está espléndido como sacerdote, su manera física de mostrar el horror es demoledora. En definita, una obra maestra contemporánea.

31 agosto 2006

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Italia y nunca se atrevió a preguntar

Sí amigos, por fin sucedió, puntual como un reloj de imitación, vuestro añorado Lionel Zelig ha vuelto (como un calcetín cualquiera) de sus inolvidables vacaciones por tierras transalpinas.

¿Qué decir que ustedes no sepan de la bella Venecia, la inmortal Florencia, la decrépita Roma y la sobrevalorada Pisa? Pues casi nada, constatar que más allá de la Toscana uno entra en la Edad Media, que los canales no huelen (o no huelen mucho), que en Pisa sólo hay una torre (cercada, supongo para que no la roben) y que en Roma no han vuelto a asfaltar las calles desde que César entró triunfante tras detorrar a los galos (no quiero ni pensar como le quedaron los mismísimos a don Nanni Moretti en su interminable paseo en vespa de Caro Diario).

¡Ah!, como diría el Cid: "Qué gran país si no oviesse italianos". Recuerdo emocionado como sentado junto al subcomandante Mofletes en una columna -que andaba tirada por el Palatino- unos niños se divertían trasladando unas piedras de un sitio a otro, de lo que muy bien pudieran ser los últimos restos de la casa de Augusto, dando de paso una patada a todos los libros de Historia, ante la pasividad de nativos, catalanes y japoneses (únicos grupos turistas en circulación).

Bien amigos, espero sus comentarios vacacioniles y para los que deseen grandes novedades en la web, confirmarles que no, que no habrá ninguno por el momento, que eso lleva mucho trabajo.

Saludos cordiales.

Z

01 agosto 2006

Cerrado por Vacaciones

Camaradas,

Siguiendo su tradición habitual, nuestro entrañable amigo, el doctor Zelig, se dispone a tomar sus merecidas vacaciones estivales. Por este motivo, la güeb que ustedes visitan, santo y seña de tantas otras que vinieron después e incluso de otras que lo hicieron antes, no volverá a actualizar hasta el próximo (y ya esperado por mucho de ustedes) 1 de septiembre.

Para que no se aburran pueden aprovechar estos días bien para leer post anteriores, bien para comentar alguno de estos, crear nuevos, establecer diálogos entre ustedes mismos, etc., e incluso optar (la opción mayoritaria) por no hacer ninguna de estas cosas. Yo prometo leerles desde la distancia e incluso contestarles si la ciencia llega a lugares tan recónditos e inhóspitos como pienso visitar.

Para finalizar les anoto tres cosas que a buen seguro no podré hacer durante estas vacaciones (si lo desean pueden ustedes hacer lo propio):

1. Hacer prácticas de vuelo y aterrizaje en la Plaza Roja de Moscú junto a Mathias Rust.
2. Comentar con Kim Jong II la cartelera de otoño del Liceo y estudiar la viabilidad de montar alguna de sus obras.
3. Calafatear con Juanca el Bribón mientras nos echamos unas risas.

See you soon,

Z.

30 julio 2006

Viendo Cars (2006) de John Lasseter y Tu vida en 65' (2006) de María Ripoll

Bueno, vamos con dos estrenos calentitos, para que no se diga que no estamos al día.

Parece que la factoría Pixar ha perdido un poco el pulso, no digo con ello que Cars, o la anterior Los increibles, no sean películas entretenidas, pero sí son irregulares; en Los increibles había grandes gags y momentos memorables comparados con la soporífera dosis de acción interminable del final (de hecho creo que me dormí).

En Cars pasa algo similar, para mí la más flojita de todas, sólo salvada por algún que otro guiño cinéfilo. ¡Ah!, lo mejor, sin duda, es el corto de los músicos ambulantes que se proyecta antes de la película, una auténtica obra maestra.

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Correcta la película de María Ripoll. Al principio el diálogo resulta forzado (quizá como reducto de su origen teatral), pero luego gana en consistencia. El guión juega con el azar y las casualidades (tema posmoderno por antonomasia, del cual Paul Auster es su máximo gurú) y creo que es del mismo Albert Espinosa, que ya lleva unos cuantos guiones -provinientes de sus originales dramáticos- más que correctos y que habrá que empezar a tomar en consideración.

Una dirección contenida, aunque esté a punto de caer en el videoclip en alguna ocasión, y un buen trabajo interpretativo dotan al filme de un poso de realidad que empatiza con el espectador. Lo peor, sin duda, el final, se busca epatar al público a través de la lágrima fácil, a mi juicio un final mucho más vanal, un punto y seguido, encerraría mucho mejor la búsqueda de ese instante, de esa vida en 65'.

26 julio 2006

Escuchando Akim El Sikameya (30 nits)

No estuvo mal el concierto del artista argelino. Instalado en la fusión y el mestizaje, la actuación navegó entre la música árabe y andalusí. Cantando tanto en francés como en árabe, mezclaba el raí con otras formas musicales más ancestrales, eso sí con una base rítmica moderna: guitarra, bajo, batería, percusión, acompañados sólo por un laúd y un violín como notas exóticas. La propuesta no está tan alejada de la música zíngara de Goran Bregovic, por ejemplo, aunque eso sí, sin los metales que acostumbran a acompañarle, lo que demuestra que, pese a todo, siempre hay algo ancestral que nos une.

A destacar la excepcional voz del propio Akim, el cual se fue creciendo a lo largo del concierto arrastrando en la improvisación a sus propios músicos a los que fue exprimiendo de forma frenética, pero excepcional, para regocijo propio y de los asistentes.

En un momento del concierto Akim apeló a aquella arcadia mitificada que fue el Al-Ándalus de los siglos XIII y XIV, donde convivían las tres culturas monoteísticas: la judía, católica e islámica, como ejemplo de convivencia y tolerancia. Y aunque esto sea falso, es una mentira que deberíamos mantener viva.

24 julio 2006

Leyendo Si esto es un hombre de Primo Levi

Sobrecogedora la obra de Levi, superviviente de Auschwitz y escrita poco después de la liberación de los campos. Creo que nunca antes, sobre todo en las primeras páginas, tuve la tentación de abandonar la lectura. Con la cultura visual que arrastramos es muy difícil no poner imágenes al horror ahí descrito (golpeaban en mi memoria, sobre todo, el espléndido documental de Resnais, otro de los grandes, Nuit et brouillard).

Lo sobrecogedor del libro, contado todo en un estilo frío e impersonal (no hay ninguna implicación psicológica, ya que deshumanizados como estaban, los sentimientos era algo que quedaban a las puertas del campo), es alguna de las realidades que aporta sobre el día a día, a veces alejadas del imaginario que tenemos de los campos de exterminio. Casi no había integrantes de las SS vigilándolos, sino que eran los propios internos quienes por ganar favores accedían a controlar los lagers. Como el trueque y el robo eran condición indispensable para la supervivencia, no podías fiarte de nadie, y finalmente sobrevivieron, en su mayoría, aquellos que mejor supieron adaptarse a las reglas del lager: los más fuertes, los que tuvieron más contactos, los que más robaron; los otros, indefectiblemente, fueron cayendo. Cuenta Levi, en el advenimiento de su segundo invierno en Auschwitz, que nunca pensó que llegaría a vivir otro, primero porque dificilmente pensó que superaría el frío y las adversidades del primero y segundo porque, de hacerlo, desearía estar muerto para no llegar a un segundo.

Recomiendo el libro a todos aquellos que todavía defienden ese monumento a la infamia que es La vida es bella dirigida y protagonizada por el que es, sin duda, el peor actor de la historia del cine (y mira que ha habido malos) y uno de los seres más abyectos; no hay más que ver como vuelve a hacer la misma película, ahora ambientada en Irak, sin ninguno tipo de pudor, pensando solamente en recuperar la taquilla y el favor de los débiles mentales de Hollywood. ¿No es posible, entonces, la sátira? Por supuesto, pero para eso hay que ser grande, y tener un talento y una altura moral de la que el mezquino de Benigni carece, el mismo Chaplin admitió que de haber conocido todos los horrores nazis jamás hubiera rodado El gran dictador.

En suma, dura pero estupenda y muy recomendable la obra del italiano (en un futuro próximo leeremos La tregua, que narra su periplo por Europa tras la liberación y su vuelta a casa). Una lección de historia.

17 julio 2006

Viendo La vida privada de Enrique VIII (1933) de Ernst Lubitsch y Campanadas a Medianoche (1965) de Orson Welles

Buenos queridos, hoy comentamos dos clásicos vistos recientemente de esos que ponen nervioso a más de uno por aquí, jeje.

La vida privada de Enrique VIII es una de las mejores comedias de Lubitsch (desafortunadamente o afortunadamente, según como se mire, todavía hay alguna que otra de su período mudo que he de visionar por primera vez). El filme está construido con un humor inteligente, corrosivo, con reminiscecias de las slapstick mudas, todo al servicio del talento desaforado del gran Charles Laughton (¡ah! y qué películas no hubieramos ganado si La noche del cazador -su único filme como director y para algunos la mejor película de la historia del cine- hubiera funcionado en taquilla; el talento, como siempre, herido por los bolsillos). Dijo en una ocasión Hitchcock, como advertencia: "nunca trabajes con animales, niños o Charles Laughton". Totalmente de acuerdo con las dos primeras claúsulas, y aún estoy seguro que rodar con el orondo inglés debía ser un infierno, pero cuando se trabaja con los grandes hay que pagar tributos.

Se le atribuye a Billy Wilder, alumno aventajado de Lubitsch y que también sufrió a Laughton en su obra maestra Testigo de cargo (para mí es imposible discernir quién fue superior, pese a que hay bandos enfrentados) la frase dicha en su funeral (lo que sí estoy seguro es que por mucho Dios que sea Wilder de Trueba, éste no ha heredado absolutamente nada) de que lo peor no es que hubiera muerto Lubitsch, sino que se acabaran las películas de Lubitsch. Lo que sí parece cierto es que en su despacho siempre figuró un cartel donde rezaba: "¿Cómo lo habría hecho Lubitsch?"

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Campanadas a medianoche es un grandísimo filme, aunque, si hablamos de Welles, prefiero otros (Sed de Mal, que es descomunal, me sigue pareciendo la mejor de todas), aún así, merece ser vista, estudiada y disfrutada una y otra vez. El talento visual y fílmico de Welles hace que éste filme, que fue uno de los que tuvo más libertad para rodar, a pesar de las limitaciones obvias de presupuesto, sea un festín para todos aquellos que nos gusta tanto el cine como su técnica y pensamos una y otra vez por qué esos picados y contrapicados desmesurados en Welles son prodigiosos y en cualquier otro director parecen ridículos. Supongo que la respuesta, igual que en Lubitsch o Wilder, reside en el genio, y eso sigue sin tener explicación.

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Reflexión final sobre Wilder, ya que ha aparecido tanto en estas dos críticas: Es aberrante que no pudiera filmar nada durante los últimos veinte años de su vida porque no hubo ni un solo productor que, por su avanzada edad, quisiera arriesgarse. Y es que, mientras los fenicios sigan en el mundo del cine (igual que hizo Andrés Vicente Gómez arrebatando a Erice El embrujo de Shangai) es casi puro milagro que afloren obras maestras.

12 julio 2006

Escuchando a Joaquín Sabina (Palau Sant Jordi)

Pues sí, se confirman los rumores, Sabina está gordo o más que gordo se le ha puesto cara de pan, dicen los que entienden que ha dejado la mala vida, en fin, eso poco importa, de hecho fue en esa mala vida donde escribió sus mejores canciones (y un artista se debe a su público, claro. El concierto estuvo bien, sonido correcto, llenazo, etc. Abrió con los temas de su último disco, temas que cantaban cuatro (yo soy de la opinión que Sabina, al igual que Serrat, lo que tenía que escribir ya lo escribió), pero cuando se arrancó con los "old songs" todo fue distinto, la pista se convirtión en un karaoke descomunal y nos embargó ese sentimiento de concordia fraternal típico de los conciertos multitudinarios, ¡ay!

Pues eso, Sabina mantuvo el tipo, aunque al principio del concierto pareción flojear un poco, luego nos arrancamos con Pacto entre caballeros, Princesa, La del pirata cojo, Nos sobran los motivos, etc., me faltó la de Con las manos en la masa (hubiera sido lo más un duet con la señora del programa, pero no pudo ser). El mejor momento de la noche fue cuando tras cantar con el público a coro Calle melancolía, se quitó el bombín que había vestido durante todo el concierto y dijo aquello de "Siempre llevo un bombín puesto por si tengo una oportunidad de quitármelo" y eso hizo. Y es que a veces valen más unos versos que todo un libro de sonetos.

10 julio 2006

Viendo Manderlay (2005) de Lars von Trier y La educación de las hadas (2006) de José Luis Cuerda

Hoy dos estrenos, uno reciente y otro no tanto:

Hay pocos cineastas que hoy día naveguen por la vanguardia y que tengan excelente acogida de crítica y público, el mejor entre ellos, sin duda, es Lars von Trier. Manderlay, retoma los personajes que ya pusiera en escena en la excepcional Dogville, pero cambiando a James Caan por Wiliam Dafoe y a Nicole Kidman por Bryce Dallas Howard, el cambio es significativo, porque pese a rallar ambos a gran altura no alcanzan el nivel interpretativo de sus predecesores en el papel.

Manderlay, que mantiene la misma concepción escénica y fílmica que la anterior, hace que nos replanteemos el concepto de libertad cuando los negros de una plantación prefieren el sistema esclavista al democrático. Von Trier realiza un excelente trabajo que, sin embargo, recuerda demasiado al anterior, quizá por eso el polémico director danés ha decidido rodar otras cosas antes de acabar su trilogía sobre Estados Unidos, en cualquier caso, se reinvente de la forma que sea a buen seguro que será interesante.

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No es mal director José Luis Cuerda ahí está La lengua de las mariposas o esa obra maestra que es El bosque animado y el delirio surrealista de Amanece que no es poco, amén de su faceta como productor arriesgando para que un tio con veintinada y apenas un par de cortos, llamado Alejandro Amenábar, rodará Tesis. Digo esto porque me cae simpático y merece todos mis respetos, ahora bien La educación de las hadas es espantosa.

Cuerda pretende crear un universo llamemosle "poético" (denigrando como siempre a la poesía que nada tiene que ver con estas cosas) que se queda en cursi de narices, con unos actores (a excepción de Bebe que está sorprendentemente bien) horribles. El niño está para matarlo, Darín no se cree nada su personaje y hasta parece que le dé vergüenza interpretarlo, y en Irene Jacob no hay un ni un solo destello de aquella gran actriz que deslumbrara junto a Kieslowski. En suma, totalmente prescindible.

27 junio 2006

La porra del Mundial (ya ni a cuartos llegamos...)

Buenos queridos, ya hemos vuelto a palmar. Y esta vez no vale eso de jugamos como nunca y perdimos como siempre, porque no hemos chutado ni una sola vez a puerta. ¿Que los franceses tampoco han hecho nada? De acuerdo, pero nos han ganado, as usual. En fin, el sabio para el asilo y vuelta a empezar. Lo jodido es que yo vuelvo a picar cada año, nos ilusionamos, nos cabreamos y para casa. Como dijo alguien, por una vez me gustaría ser alemán en una Copa del Mundo.

En fin, dejemos las lamentaciones (mira que yo estaba convencido de que ganaríamos y iba hacer la porra con toda mi ilusión, but...) y vayamos a ello. Los cuartos quedan de la siguiente manera:

Alemania
Argentina

Italia
Ucrania

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Inglaterra
Portugal

Brasil
Francia

Para los no habituados a los cuadros (si es que hay alguno), el sistema es el siguiente: los ganadores de los dos primeros partidos se enfrentan entre ellos en semifinales y de ahí sale el finalista. El mismo esquema se repite para los dos partidos de abajo. Se trata de elegir semifinalistas (1 punto cada acierto), finalistas (2 puntos cada acierto) y ganador (3 puntos). Sólo es válido un pronóstico por persona y podemos coincidir, aunque tratemos que no sea así.
¿El premio? Suculento como siempre. En este caso un balón Don Pollo firmado por el propio Zelig. El regalo es tan bueno, que yo mismo lucharé por conseguirlo.

Alea jacta est! Pueden votar hasta el viernes a las 14.00h

Viendo Así es la vida (2000) de Arturo Ripstein y Deuda de sangre (2002) de Clint Eastwood

Arturo Ripstein es junto a González Iñárritu el mejor director mexicano actual, sin embargo sus filmes son totalmente opuestos. El cine vital, urbano, cámara en mano del segundo se opone al tono reflexivo, surrealista y cómico del primero. Así es la vida es una tragedia contemporánea que combina el mito clásico de Medea con la tradición surrealista mexicana donde la muerte es un componente más, en la línea de los Crímenes ejemplares de Max Aub o el cine de Buñuel.

Escrito por Paz Alicia Garciadigego, su guionista habitual, Así es la vida es un filme mediocre, con un tratamiento menos surrealista y fantástico que otros del mismo director, si bien se permite un pequeño guiño brechtiano apareciendo él y su operador reflejados en un espejo. Eso sí, a destacar, y sólo por esto mereció la pena el visionado, el monólogo interior que el protagonista tiene en el club de boxeo, donde decide que su mujer está loca, que ya no la quiere y que irá a por sus hijos, sencillamente es de los mejores que oí nunca, una pieza literaria magnífica.

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Deuda de sangre es un filme flojito en Eastwood. Que nadie se llame a engaño -faltaría más-, me descubro ante Eastwood, uno de los mejores directores norteamericanos vivos, y sin duda, el más grande entre todos los que reinterpretan el cine clásico americano. Ahora bien, éste es un filme mediocre en él, como lo eran aquella en que iba en camión con un mono o el de El cadillac rosa, y es que, aunque nos pese, Eastwood es también humano señores.

No obstante, Deuda de sangre es un thriller correcto, con una trama algo increíble, pero sin necesidad de persecuciones espectaculares, explosiones, o situaciones inverosímiles, tan en boga en todos aquellos que no tienen talento. En fin, se deja ver sin más, y aunque eso es poco para Eastwood, es mucho para tantos otros.

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Y mañana... ¡¡la porra del Mundial!!

21 junio 2006

Viendo El código Da Vinci (2006) de Ron Howard y Bienvenido a casa (2006) de David Trueba

Bueno, pues ya me he visto El código Da Vinci, y para que nos vamos a andar con rodeos, es mala de narices. No tiene ninguna fuerza, Hanks a parte de estar gordísimo y de parecer su padre no varía la cara de palo en todo el filme (pa qué -debe pensar- si vamos a llenar las salas y yo ya he cobrado lo mío), y la Tatou (mal que me pese) no pasa de florero. El resto no merecen ni comentario, supongo que aparecen porque salían en el libro (sólo está algo por encima de la media el albino que hace de monje del Opus). Dicen los pacientes lectores del libro, que el filme es bastante fiel a la novela (¿eso es bueno o malo? Imagino que malo dado que todo el mundo la ha puesto a parir). Tampoco hay un alarde de medios o efectos, no sé dónde coño se ha ido todo ese presupuesto que manejaban y además, carece totalmente de ritmo, un muermo vaya.

En fin, la única reflexión que el filme me produjo es ¿por qué demonios en vez de usar la línea recta para ir entre dos puntos (que encima se tocan) se dan vueltas y vueltas? Esto es, ya no entro en lo inverosímil o no de la trama, sino en el hecho de que los supuestos misterios que se resuelven no son más que un par de acertijos (sonrojantes cuanto menos), para ir a parar a una supuesta tumba que guarda un pueblo entero de la campiña francesa (para mear y no echar gota el argumento de que querían que la Tatou llegara por sus propios medios, etc.), y luego, ¡hala! de vuelta a Notredame; coño, ¡pues para este viaje no hacían falta estas alforjas! (que diría Pumares).

Y yo me pregunto, por mucho que repita el esquema de cualquier bestseller (para quien quiera la fórmula sólo tiene que remontarse unos meses atrás http://zeligmania.blogspot.com/2006/01/leyendo-la-ola-de-morton-rhue.html ) ¿cómo coño se ha tragado todo el mundo esta porquería? En fins...

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Y vamos con David Trueba (el no bizco), que tiene un problema, siempre, o casi siempre, hace el mismo guión y con los mismos personajes, y no sólo eso, sino que encansilla a su señora, porque Ariadna Gil (que no dudo que pueda ser una buena actriz), siempre hace de Ariadna Gil: la misma cara de estreñida, de estar vuelta de todo, sus silencios, etc. Como guionista empezó bien, son excelentes guiones (y buenas y divertidísimas películas) Amo tu cama rica y Los peores años de nuestra vida, pero luego el chico se ha repetido hasta la saciedad, copiando cada vez peor su fórmula, de hecho tanto Ariadna Gil como Pilar López de Ayala interpretan en el filme el mismo tipo de personaje.

Alguien debería explicarle también que no por poner muchos personajes esperpénticos (todos los de la redacción) porque sí, a bocajarro, sin presentación previa y sin haberlos trabajado previamente, la película va a parecer más divertida, todo lo contrario, uno piensa si le toman por tonto cuando le dicen aquí te tienes que reír, o mira que capacidad para inventar personajes raros tengo, etc. En fin, prescindible.

19 junio 2006

Leyendo Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce de Roberto Bolaño & A. G. Porta

"Bolaño abre brechas por las que habrán de circular las nuevas corrientes literarias del próximo milenio"
Enrique Vila-Matas

Qué lastima descubrir un grande entre grandes y ver como desaparece al poco tiempo (desgraciadamente, la profética frase de Vila-Matas, que también podría aplicarse a sí mismo, no me consuela). Eso fue lo que me ocurrió con Roberto Bolaño.

Llegué a él a través de esa insultante obra maestra que es Los detectives salvajes, para algunos la gran novela latinoamericana contemporánea y, sin duda, un nuevo punto de inflexión, como en su momento lo fue Cien años de soledad. No obstante, es imposible que exista un movimiento de seguidores o copiadores de Bolaño (como Isabel Allende, por ejemplo, lo fue de García Márquez), porque Bolaño es un autor isla, con una voz propia e inimitable. Uno lee un verso escrito por Lorca y lo reconoce, porque tiene una voz singular (probablemente, esto es lo más difícil en literatura), eso mismo ocurre con Bolaño, creó su propio territorio novelando su vida a través de su alter ego Arturo Belano.

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce es su opera prima. Leo en el prólogo de A. Porta que durante mucho tiempo le interrogaron sobre cómo repartieron el trabajo de escritura. La respuesta es evidente, aunque él mismo la aclara, Porta hizo un primer borrador y Bolaño lo retocó de arriba abajo y le confirió su propia voz, y eso, al leerlo, uno lo percibe: el libro suena a Bolaño, participa de su territorio. Aunque Consejos es un buen libro, no llega a las cotas de algunos relatos de Llamádas telefónicas, el genial Sensini, por ejemplo, o de los Detectives.

En fin, espero ansioso que algún día alguien haga esa edición anotada de Los detectives salvajes y radiografíe todo lo que fue el infrarrealismo, estoy seguro que en unos años empezará la avalancha de estudios, documentos, etc. Como penitencia, me he autoimpuesto aparcar, hasta que mi edad cambie de decena, la lectura de su último libro (y para algunos su obra maestra) 2666. Qué mejor manera de luchar contra esa futura depresión que degustando su obra póstuma (hasta que llegue ese día leeré el resto) y, como escribió Machado en su Mairena, qué enorme vacío me quedará después sabiendo que ya no podré volver a leerlo por primera vez.

Leí en algún sitio las declaraciones de uno de los integrantes de los infrarrealistas que decía que cualquiera que se hubiera cruzado con Bolaño era susceptible de ser novelado. Afortunados sean, porque eso mismo les hará inmortales. Larga vida.

12 junio 2006

Leyendo Mil grullas de Yasunari Kawabata y La soledad era esto de Juan José Millás

Hoy Japón vs. España (y ya haré más adelante un post del Mundial, no desesperen, vamos a esperar a que nos eliminen para que los colores no nos cieguen, jeje).

El libro de Kawabata, está bien, cualquier aprendiz de crítico diría que tiene una "exquisita sensibilidad", y es verdad, no obstante, le falta algo de fuerza, por ejemplo, prefiero el Mishima de El rumor del oleaje, por nombrar otro autor nipón coetáneo a él. (El que tenga interés y tiempo que se detenga en la desgarrada biografía de Mishima, con suicidio, como todo japonés que se precie, al estilo samurai.)

Mil grullas es un libro cortito, se lee con rapidez y es útil para adentrarse en una parte del universo tradicional japonés: la ceremonia del té, sus diferentes tipos de cerámica, sus referencias simbólicas, etc., en un contexto actual. Tengo por casa la correspondencia de Kawabata y Mishima, quizá un día detenga un ojo por ahí y podamos completar estas reflexiones.

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Si Millás en el microrrelato es grande, o más concretamente en los "articuentos", género de creación propia -y obsérvese la dificultad de crear un género nuevo-, parece que los textos de largo recorrido le superan. A pesar de que es una novela corta y ganadora del premio Nadal (otro que se resiste a caer en picado, pese a los intentos, entre los últimos galardonados la inefable Etxebarria) para mi gusto es mediocre, desaprovecha subtramas interesantes (el detective contratado por la protagonista para que la siga) y el final se precipita, como si el propio Millás estuviera harto de estirar la trama. Nada, olvidaremos la novela y reeleremos con fruición los Articuentos, mucho más interesantes, y generadores de deliciosos universos paralelos.

08 junio 2006

Viendo Camino a Guantanamo (2006) de Michael Winterbottom

"Tristes guerras si no es amor la empresa"
M. Hernández

La inmediatez, la crónica en tiempo real de unos acontecimientos, es algo extraño en el cine por su propia concepción, en tanto que los tiempos de producción de una película siempre establecen una distancia temporal insalvable. De ahí, la habilidad y la importancia de disparar pronto y de forma certera. Winterbottom lo hace. Camino a Guantánamo narra la odisea real de unos jóvenes ingleses de origen paquistaní acusdos de terroritas, capturados en Afganistán y recluidos en Guantanamo.

Winterbottom es un tipo curioso, rueda prácticamente un filme por año (algo que hacen Woody Allen y pocos más) y siempre cambia de registro con resultados más que notables: desde el western de El perdón (esta no la he visto), la ciencia ficción de Código 46, el musical 24 hours party people, o la polémica, por sus escenas de sexo explícito, Nine songs.

Camino a Guantanamo narrada en tono semidocumental, alterna las declaraciones de los personajes reales con la recreación de los hechos por actores desconocidos. Nuevamente volvemos a ver la insensatez de la guerra afgana, el total desconocimiento de las tropas estadounidenses del terreno ocupado, las torturas, las humillaciones, la arbitrariedad de las detenciones, la indignidad de campo de Guantanamo (hasta hace cuatro días ni siquiera se habían hecho oficiales los nombres de los prisioneros), la estupidez de los interrogatorios (por ejemplo, cuando les preguntan dónde está Bin Laden), la negativa de las tropas americanas a reconocer sus errores, su intento de obtener, por la fuerza, falsas declaraciones incriminatorias, etc.

En fin, otra bofetada más que se lleva el despojo analfabeto de Bush, con su adlátere Blair (Aznar sigue sin existir para el mundo anglosajón, fue un cero a la izquierda tanto aquí como allí), que sigue haciendo méritos para convertirse en uno de los personajes más abyectos de la historia.

05 junio 2006

Leyendo El ruido y la furia de William Faulkner y La confesión de una joven de Marcel Proust

El ruido y la furia, es una novela difícil que hay que tomarse con calma. Estuve a punto de tirar la toalla (entre otras cosas porque la edición que leí, la de Cátedra, es horrorosa), es un libro complejo, que requiere un esfuerzo del lector. Me cuesta entender según que soluciones de puntuación utilizadas por Faulkner, es decir, entiendo su voluntad de intentar transmitir de forma desornedada el pensamiento, sobre todo, de Benji, el hijo deficiente, pero bajo mi punto de vista alterna momentos de gran calidad literaria con otros no tan logrados. En cualquier caso, al acabar la obra deja un regusto interesante, reflexionas sobre sus soluciones narrativas y consideras la lectura muy provechosa, Así que Faulkner tendrá en un futuro próximo nuevas oportunidades. Me acuerdo en este momento de Martin-Santos, hijo bastardo de Faulkner y que en mi opinión, cuanto menos en Tiempo de silencio, es superior a él, pero los cánones literarios, los escriben anglosajones claro, o Harold Bloom, que para el caso es lo mismo.

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La confesión de una joven y otros cuentos de noche y crimen, es una sucesión de relatos cortos, que giran en torno al asesinato, realmente ninguno me ha parecido gran cosa y parecen más bien ejercicios preparatorios de su obra magna En busca del tiempo perdido. Precisamente de esto quería hablar, de un tiempo a esta parte se han hecho dos traducciones nuevas de la obra (de hecho la anterior era la de Pedro Salinas hecha allá por los años 20 o 30). Bueno, de las dos, una ya está acabada y tiene un abundantísimo aparato crítico, esta es la que yo prefiero, dado que la otra está todavía inconclusa, se han publicado sólo algunas partes, y no lleva notas (una auténtica estupidez en mi opinión).

A lo que íbamos, la versión con notas, publicada por Valdemar (una editorial seria y con un fondo muy interesante) y traducida por Mauro Armiño, un auténtico sabio en Proust, está editada en tres tomos que son auténticos misales, esto es, imposible llevarlos contigo, al tren o a la cama, por ejemplo, y para más inri, las notas están al final del texto numeradas por líneas, lo que es absolutamente inoperativo. Cualquier edición crítica debe tener las notas acompañando al texto, hemos de facilitar la lectura al lector, pues cualquiera que tenga las narices de leer a Proust (y yo soy un tío dispuesto a ello), quiere notas, no quiere perderse nada, quiere referentes, porque la obra es una enciclopedia en sí misma, y leerla sin anotaciones es como hacer lo mismo con el Quijote, se puede hacer claro, pero te vas a perder tantas cosas... Lamentablemente está opción de poner las notas al final del texto con una ordenación arbitraria es algo que ultimamente está de moda, normalmente el criterio para hacerlo es tanto estético como de costes. En fin, esto es lo que pasa, cuando los editores no tienen ni puta idea (algo muy habitual) o no leen los libros que publican.

30 mayo 2006

Buenas tardes. Hoy, la parada de los monstruos: Rajoy, Zaplana, Acebes y Martínez Pujalte

Leonard Zelig: Buenas tardes
Público: Buenas tardes

LZ: ¿Cómo están ustedeeeeeeees??
Pu: ¡Bieeeeeeeeeeen!!
(Entra Mariano Rajoy montado en triciclo.)
MR: ¡Hilillos de plasteliiina, hilillos de plasteliiiiina!!
(Sale.)
LZ: Niños, niños, no os asustéis, aquí está para haceros reir Pu-jal-tín.
(Entra Martínez Pujalte haciendo una reverencia al respetable.)
LZ: Pujaltín dinos, ¿qué opinas de las reformas estatutarias?
MP: Yo opino que.... rumbalarumbalarum (Pujaltín da vueltas en círculo con sus enormes zapatos de payaso), que cada artículo de Estatut concluya con un Força Barça y con Oleeé el de Andalucía, rumbalarumbalarum...
Pu: Ja, ja, ja.
(Sale Martínez Pujalte.)
LZ: Y ahora, señoras y señores, con todos ustedes un caso único, ¡el hombre de la cara de polla!
(Entra Caradepolla Zaplana.)
CZ: Yo me metío en el circo pa forrarme.
(Sale. Entra Rajoy con su triciclo.)
MR: ¡Uuuhh, la balcanización de las Españas, uuuhh!!
Un espectador: ¡Modosito!
(Sale Rajoy. Entra Ángel Acebes ladrando vestido de legionario.)
AA: ¡Guau, guau! ¡Dejad que los niños se acerque a miií!
Pu: ¡Uuuuhhh! Fueeera
LZ: Bien amigos, espero hayan disfrutado del espectáculo, para concluir nos despedimos con vuestra canción favorita...
(Entran Rajoy, Acebes, Zaplana y Martínez Pujalte.)
RAZMP: Amo a Jose Maari, pero esperaremos a que se desmiembre Espaaaña...
(El público abandona satisfecho el hemiciclo.)

LZ: Buenas tardes

28 mayo 2006

Viendo Plan oculto (2005) de Spike Lee y Hard Candy (2005) de David Slade

Plan oculto: Hubo en los noventa un cine de "negratas" violento, machista, que al calor del rap, hip-hop y un ritmo frenético reflejaba los problemas sociales de la comunidad afroamericana (yo también uso los eufemismos) inspirado, creo, en el cine pandillero de los ochenta y el cine de gangster, sobre todo, obras contemporáneas como Uno de los nuestros. De ahí salieron buenos directores, Spike Lee, y alguna que otra gran película como Los chicos del barrio de John Singleton, que si no recuerdo mal ha sido el director más joven nominado a un Oscar superando al Wells de Ciudadano Kane (ahora bien, si éste hizo una obra maestra tras otra, Singleton no ha vuelto a levantar cabeza y ha acabado dirigiendo mediocridades). Este tipo de filmes de barrio marginales ha ido degenerando y parece hoy un género estancado, a diferencia de otros países, ahí está la colosal Ciudad de Dios o la surafricana Tsotsi que gano el Oscar (yo no la he visto todavía) y ha tenido buenas críticas.

Spike Lee que ha hecho buenas películas (aunque no lo sigo mucho y tengo filmes de él pendientes de visionado) parece el único superviviente de aquella época. Plan oculto, es un filme correcto, sin pretensiones, bien facturado, pero sin nada más (por ejemplo, la distancia que puede haber entre este filme y Atraco Perfecto de Kubrick se mide en años luz). Sin duda, ha sido un trabajo alimenticio tanto para él como para algunos actores (Jodie Foster está horrible), se deja ver si no hay más remedio, pero también se puede ir a pasear por el campo (si es que alguien todavía pasea por el campo).

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Hard Candy: El Festival de Sitges, que no sé si antaño tuvo una buena selección de filmes, pero que de un tiempo a esta parte, sobre todo, los de la sección oficial, son bastante malos, premió el año pasado a Hard Candy (no sé muy bien con qué premios pero se llevó unos cuantos). El filme rodado con estética de videoclip tiene un buen planteamiento, pero se agota en seguida, le sobran tranquilamente 20 o 30 minutos de repetir la misma escena y el mismo argumento, como si el volver muchas veces sobre lo mismo añadiera más tensión o le hiciera ganar interés.

Bajo una supuesta condena a la pederastia, se crea una trama inverosímil, con muchos puntos oscuros y con ese puntillo fascistoide tan del gusto americano (la sempiterna ley del talión). Hagan la prueba, sustituyan a la adolescente por Schwarzenneger y el filme seguirá siendo el mismo.

25 mayo 2006

Viendo Moolaadé (2004) de Ousmane Sembene

Valiente filme el del director senegalés Ousmane Sembene, que a sus ochenta y tantos años se le considera en los manuales como uno de los fundadores del cine africano. La película muestra con una sencilla, que no simple, puesta en escena, la rebelión que en una aldea senegalesa inicia una mujer que acoge en su casa a unas niñas que han escapado del ritual de la ablación.

A lo largo del filme, vemos algunos de los rasgos más intolerantes del islam; es simbólica la pira que hacen los hombres con todas las radios del pueblo para privar a sus mujeres de todo contacto con el exterior. Sembene enfrenta la protagonista con la sociedad tribal en que vive y con su propio núcleo familiar. Su resistencia tanto a las torturas físicas como psicológicas incitará a la rebelión al resto de mujeres de la aldea. Para ellas pesa como una losa el respeto ancestral a la tradición representada en los hombres y las sacerdotisas, las cuales defienden la ablación como símbolo de purificación. Es sintomático que un mercenario expulsado del ejercito por reclamar sus derechos y el hijo del jefe de la tribu que emigró a París sean las únicas voces críticas.

El siempre polémico Houellebecq escribió hace unos años que hay culturas y religiones más avanzadas que otras (el islam). Sería maniqueo afirmar eso, si por islam entendemos los rasgos más intolerantes de éste (el burka o la ablación), también podríamos decir lo mismo de la iglesia neoconservadora americana, su creacionismo divino y sus innumerables casos de pederastia.

A raíz del escándalo de las viñetas, Zizek, que pasa por ser el filósofo de moda, defendía que hemos de tratar a los fundamentalistas como seres adultos, es decir no podemos caer en exculpaciones y sus actos de barbarie no pueden justificarse nunca, como no debe hacerse con la ablación por mucho mandato divino que lo ordene. Algo que, para mas inri, como dicen las protagonistas del filme, ni siquiera menciona el Corán.

23 mayo 2006

Bajando el nivel, hoy hablamos de el Festival de Eurovisión

Sí amigos, no hay nada mejor para conocer al enemigo que analizar sus costumbres. Así que, después de largos años de indiferencia, volvi a ver, casi por error (me pilló cenando), el Festival de Eurovisión. Si hace unos años me mantuve impertérrito a la fiebre mediática de la ciceroniana Rosa I de España y Olé, este año sí que sucumbí a los influjos catódicos. Lamentablemente he de decir que no será una crónica completa, puesto que sólo vi las 7 u 8 últimas actuaciones musicales y la votación (ayudó también el que este año fuera rapidito el tema, a las twelve ya había acabado todo). Empecé a verlo, más o menos, cuando tocaban los finlandeses, de los que luego hablaremos, que a la postre serían los vencedores, y que fueron mis favoritos en todo momento.

Digámoslo ya, la canción ganadora era malísima, yo pensaba que ese hard-rock satánico estaba enterrado en los 80, pero no, parece que por el norte de Europa, ahí están también los Turbonegro, perviven esos grupos bizarros. Y ese fue el gran acierto, para ganar en Eurovisión hay que ir así, con grupos frikies de narices (por si alguien no los vio iban todos con máscaras monstruosas de saldo, crucifijos y demás parafernalia), que son los únicos que no se toman en serio estas cosas, igual que los televidentes claro; como también Letonia o Lituania (alguien debería plantearles a uno de los dos países cambiarse el nombre, no hay manera de distinguirlos) con una especie de Leo Bassi dando saltos durante la actuación y berreando que ellos eran los campeones de Eurovisión (así rezaba la letra) y no con baladas ñoñas como los franceses o con un grupo gospel israelí (sic.) [Ojo, y a estos dos sólo los vi en el resumen final de un par de segundos que hicieron de todas las canciones, mayor rigor en mis comentarios imposible].

Por el lado español, qué esperabamos, no quedamos [y digo quedamos por cortesía, yo iba con Finlandia o Lituania/Letonia] los últimos pero casi, no está mal teniendo en cuenta que la suma de las cuatro ketchuperas y un canuto (de los de hacer la o) da como resultado una semicircunferencia. Impagable los comentarios de la narradora que no tenía ni idea de inglés y no se enteraba de nada (si no lo era, parecía la misma voz que retransmite el patinaje artístico y se derrama cada vez que algún efebo ruso hace una pirueta), sólo pillaba como todos cuando decían lo típico de los "ten points". Al principio se cogía unos cabreos tremendos y se le notaba que le jodía un huevo que los finlandeses fueran sumando puntos, luego se apuntó a la teoría de los países vecinos y la inmigración para justificar los votos (de sobra conocida es la inmensa inmigración finlandesa), y al final cuando se le acabaron las excusas acepto resignada el triunfo diciendo que eran chicos muy majos, etcétera.

Como colofón, decir que a España sólo le votó Andorra (es decir, los mismos españoles, jovencitos la mayoria, que les pilló el Festival chapoteando en Caldea y echando un kiki) y Albania (a éstos les pillaría de visita en algún chalé y aprovecharon para votar). En fin, yo hubiera envíado al Koala con su Opá, y como parece que este año se ha destapado el tarro de las esencias, la edición del año que viene promete con lo más granado del bizarre europeo. Yo ya estoy impaciente, o no ¿y ustedes?

22 mayo 2006

Viendo Caché (2005) de Michael Haneke

Interesante filme el del director austríaco: una pareja recibe unas cintas de video anónimas donde se les ve a ellos en situaciones cotidianas. Con esta premisa, Haneke construye un discurso sobre la culpabilidad del mundo occidental. Como él mismo declara, el bombardeo diario de imágenes violentas del tercer mundo en los países ricos, que disfrutan de paz, avivan nuestra mala conciencia. El director se centra en un episodio de la infancia del protagonista Daniel Auteuil, que está absolutamente espléndido, por contra la Binoche, una grandísima actriz (en Azul, por ejemplo, de mi idolatrado Kieslowski, se salía), no me acaba de convencer. Haneke construye el discurso de culpabilidad mediante este episodio infantil que relaciona a su vez con el drama de la independencia argelina. Ni que decir tiene que los recientes disturbios de los barrios marginales franceses, en su mayoría descendientes de inmigrantes, es una de las consecuencias de esta mal llevada globalización. Auteuil escapa de esa culpabilidad tomando pastillas para domir, pero eso no impide que el problema siga latente.

Como es habitual en él, el director austríaco construye un ambiente opresivo con escenas impactantes: el suicidio del argelino, que se intuía en los dibujos anónimos ¿no serían obra del mismo Auteuil, es decir de su propia conciencia? Asimismo, como buen filme francés que se precie, hay también una crítica feroz a la pequeña burguesía y a las relaciones de pareja. Al final del filme, la pregunta inicial se diluye, poco importa quién envía las cintas, ¿tal vez el propio Haneke? pues ellas no son nada más que el resultado de esa mala conciencia que persigue a Auteuil y que debería perseguir a toda la sociedad que permanece impasible, si no alienta, los desmanes que suceden lejos de los países occidentales.

18 mayo 2006

Representando Hamelin de Juan Mayorga (Teatre Romea)

Es arriesgado aventurar qué autores resistirán el paso del tiempo y cuáles pese a éxitos espectaculares y estar en boca de todo el mundo apenas si dentro de unos años serán un vago recuerdo. Juan Mayorga, sin duda el dramaturgo más brillante de su generación, pertenece al primer grupo. Es un autor versátil capaz de moverse con comodidad y soltura por diferentes registros, desde la sátira de Alejandro y Ana, al drama psicológico de El jardín quemado pasando por la invención formal y la metaliteratura de Hamelin.

De un tiempo a esta parte, Mayorga, heredero natural de Sanchis Sinisterra, ha puesto su calidad dramática al servicio de la compañía Animalario. Compuesta por actores sobradamente conocidos tanto por sus papeles cinematográficos como por los televisivos, es de aplaudir que no se hayan adocenado y sigan trabajando en la misma senda alternativa y reivindicativa de sus inicios. Si Mayorga tendrá su justa mención en los futuros manuales de literatura, no me cabe duda de que Animalario la tendrá en la historia teatral de este nuevo milenio.

¿Y Hamelin? Buen texto, buenos actores, buena solución escénica, buena representación... poco más que añadir. Cuando Godard presentó su primera película A bout de souffle, alguien dijo (aquí me la juego, quizá fue Andre Bazin) "persigan a ese hombre". Era una advertencia en el sentido positivo del término; ese hombre era peligroso porque estaba explorando caminos por los que nadie había ido (tiene narices que Godard, que debe rondar ya los ochenta, siga al otro lado del espejo mientras la mayoría continua dándose cabezazos contra él; pero eso es otra historia). Esa afirmación, si bien es excesiva en Mayorga -todavía le queda mucho por recorrer- no invalida su sentido y nos insta a seguir alerta.

15 mayo 2006

Escuchando Bruce Springsteen en el Palau Olímpic de Badalona

Sí amigos el doctor Zelig era uno de los afortunados que asistió al concierto del pasado domingo. Confieso que en un principio compré el CD sin saber muy bien a qué atenerme, esperaba un disco mucho más intimista al estilo de The ghost of Tom Joad. Para nada, tras dos segundos de escucha sabía que me encantaría. El disco es sencillamente magnífico, Springsteen te coloca en medio de una dixieland e instintivamente uno se levanta a dar palmas como un loco. Contiene pinceladas de jazz, country, folk, gospel, música protesta, tradicionales irlandesas, etc., y los temas van desde canciones reivindicativas de los estibadores negros de Nueva Orleans en el s.XIX "Pay me my money down" a himnos country que glorifican a Jesse James como el Robin Hood americano.

El concierto, de casi tres horas, del amigo americano fue espectacular. Mandolinas, ukeleles, guitarras, violines, trompetas, trombones, tubas..., otros instrumentos inverosímiles hechos con llaves o tocados con cuchara, etc. Dice Springsteen, en el DVD que acompaña al disco, que eran instrumentos errantes, los músicos viajaban de pueblo en pueblo con ellos (bueno igual con la tuba no, pero qué importa). Ese ha sido el planteamiento de la gira, un escenario pequeño, sin adornos, y voces desgarradas y un ritmo endiablado al más puro estilo de las big bands del sur estadounidense. ¡Ah, queridos!, para qué seguir, inenarrable... Si grande fue el primer concierto que hizo en el Sant Jordi con la gira del The Rising, éste en un registro totalmente distinto también lo ha sido, y sin utilizar ni un solo hit de su repertorio, algo que muy pocos músicos pueden permitirse. Es una lástima que haya tanto analfabeto musical que siga pensando que "Born in the USA", por ejemplo, es una canción fascista o que Springsteen encarna toda esa bobería conservadora americana que esta asolando el país y que es el opuesto de lo que él representa. Pero no seré yo quien convierta infieles.

Como siempre, hubo una nota negativa, y es que el tío Zelig no va a cualquier sitio y sus entradas, obviamente, estaban en la zona VIP, lo que comporta, a la par que una visión privilegiada del escenario, tener al memo sin personalidad del Fuentes a mi lado, de hecho lo tuve berreándome en la oreja todo el concierto. El cabrón se sabía todas las letras del disco y no perdonó una. Pero a cada cerdo... en un momento del concierto Springsteen lanzó un speech en inglés que debía ser divertido, pues cuatro o cinco personajillos del público rieron a mandíbula batiente, demostrando que habían pillado el chiste, Fuentes entre ellos claro. Su compañera le preguntó qué había dicho, y éste, atrapado entre la espado y la pared y tras unos segundos meditando, le respondió un lapidario "No ho sé".

We shall overcome [Venceremos]. Vuelve en otoño queridos, yo de ustedes no me lo perdería.