27 febrero 2007

Viendo Apocalypto (2007) de Mel Gibson y El libro negro (2007) de Paul Verhoeven

Y después de los Oscar, dos estrenos más para no perder el ritmo:

Apocalypto. Tenía bastantes expectativas puestas en la película de Gibson, me parece que es un director como mínimo interesante en sus propuestas. La violencia gratuita que siempre se le achaca yo casi lo calificaría como un rasgo propio de estilo, rasgo que a mí, por otra parte, no me aporta nada (la prefiero, si es que he de preferirla, en Tarantino, por ejemplo), pero hay otras cosas que prefiero como el uso de los idiomas originales, tanto aquí como en La pasión de Cristo, o su gusto estético (Braveheart no la he visto, pero sí El hombre sin rostro y me parece una película aceptable).

Dicho esto, todas las críticas negativas que ha recibido el filme para mí están más que justificadas. Estaba ambientada en la cultura maya como podría haberlo hecho en medio de Nueva York, el filme acaba siendo una mera persecución y un canto a la familia tradicional. La violencia es absolutamente gratuita y no porque no existiera en aquella civilización, sino porque es lo único que le interesa mostrar, nada de sus construcciones, conocimientos astrológicos, matemáticos, su forma de vida o su organización social. Ambientarla en las civilizaciones precolombinas es sólo una estrategia de márketing porque en nada le interesa ésta. En suma, una oportunidad perdida de hacer algo verdaderamente interesante y no un ejercicio donde descargar toda su bilis.

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El libro negro. Ahora que parece que Hollywood ha repudiado a Verhoeven y éste a vuelto a Europa, quizá tengamos fortuna y podamos disfrutar más de su cine sin el encorsetamiento al que le somete Hollywood. Delicias turcas, Los señores del acero, Desafío total o Instinto básico (grandioso thriller, más allá de que la Stone enseñe las tetas) son todas excelentes títulos en géneros muy dispares.

De momento con El libro negro (con producción y equipo holandés) ha dado en la diana y ha hecho un muy buen trabajo ambientado en la segunda guerra mundial. Verhoeven da una visión nada convencional (y por tanto, nada complaciente) sobre el papel de la resistencia holandesa. Si bien hay algún personaje y algún momento del filme de dífícil verosimilitud, el resultado final está por encima de estos matices.

19 febrero 2007

La Porra de los Oscars 2007

Queridos mortales,

Ha llegado el momento de la esperada "Porra de los Oscars 2007". Este año hemos tendido brazos fraternales con la página amiga de La hora del recreo y a petición suya hemos organizado conjuntamente el concurso. Para votar habrán de dirigirse a este link. En los comentarios, no obstante, quien guste puede poner sus candidatos. Yo lo haré en breve.

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Por cierto, acabo de enterarme que el Oscar honorífico de este año es para Ennio Morricone. Justísimo, teniendo en cuenta que nunca se lo han dado. ¡Ah! Hoy se pone a la venta un disco homenaje a Morricone con diferentes artistas interpretando su música y canciones. No lo he oído, todavía, pero sé que el Boss hace una versión de Hasta que llegó su hora. Very interesting.

14 febrero 2007

Viendo María Antonieta (2006) de Sofia Coppola y Babel (2006) de Alejandro González Iñárritu

María Antonieta. Aguardaba el inicio de mi habitual clase de spinning (aquí la noticia no es que estuviera haciendo spinning, sino lo que viene a continuación) cuando escuché una amena conversación entre unas señoritas al respecto de María Antonieta. La líder del grupo había visto el filme y estaba totalmente decepcionada porque la película era lenta, “pero lenta, lenta”. Supongo que estaría defraudada después de ver el trailer videoclipero, y le aconteció justo lo contrario de lo que me sucedió a mí que, justamente por eso, me temía lo peor.

El filme narra la vida en la corte de la futura reína, y hace especial hincapié en el hastío y el protocolo absurdo que sufría diarimente. María Antonieta vivía practicamente enjaulada, en una cárcel de oro eso sí. Por tanto, el tono que adopta Coppola es el adecuado, ritmos lentos, repeticiones, etc. (a la manera de Kubrick, salvando todas las distancias, en Barry Lyndon). El resultado final es un filme correcto (tampoco ninguna maravilla) en el que apenas si hay canciones poperas ni el ritmo acelarado que proponía ese tramposo trailer que buscaba atraer esas masas semianalfabetas que, ante un plano que dura más allá de tres segundos, se revuelven en los asientos.

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Babel. Este nuevo filme del tándem Iñárritu – Arriaga (que creo haber leído por ahí que será el último, al menos por el momento) demuestra que ambos están en plena forma. El guión del segundo es excelente y la dirección del primero también.

Como en sus filmes anteriores, hay tramas paralelas que se entrelazan entre ellas. En la película queda bastante patente la teoría del efecto mariposa y sus consecuencias globales. Los actores están impecables, a destacar la niñera mexicana o la japonesa del monstruo peludo, creo que ambas nominadas al Oscar (no desesperen, next week haremos la tradicional porra) al igual que Iñárritu (que espero no arrebaté el galardón a mi admirado Scorsese, ¡que ya le toca hombre!, aunque debería haberlo ganado mucho antes).

12 febrero 2007

Viendo Cruzando el puente: Los sonidos de Estambul (2005) de Fatih Akin

Excelente documental el del cineasta alemán de origen turco (del que no he visto todavía Contra la pared, aclamado filme que se hizo famoso, entre otras cosas, porque la actriz principal y premiada en Berlín había hecho porno años atrás, cosas que pasan). Akin recorre las calles de Estambul de la mano del bajista de los vanguardistas Einstürzende Neubauten (del cual Mark Cohen es todo un experto, not me) buscando los distintos grupos y sonidos que conviven en la capital turca.

El gran acierto es lo variopinto de los grupos y la energía del bajista alemán que no duda en ponerse a tocar con ellos a la mínima oportunidad. A través de los grupos vemos su manera de vivir y su relación con el entorno: encontramos desde grupos de rock hasta cánticos tradiconales kurdos y, hay que rendirse a la evidencia, el hip-hop del chico que aparece recitando, a parte de sonar de miedo (estoy tentado a decir que en turco lo hace mejor que en inglés), en nada tiene que envidiar en letras, voz y ritmo a los Public Enemy, por ejemplo. En definitiva, un documental que demuestra que se puede vivir perfectamente sin el mainstream. Si alguien quiere regalarme la banda sonora...

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Y bien amigos, con esto damos por concluida la “Semana del documental”. ¿Apasionante, verdad? Confieso que he estado tentado de dedicarle el mes entero, pero las reglas nos mandan comentar sólo filmes vistos recientemente, y como no tengo mucho tiempo de tirar de DVD (deuvedé para los académicos) se tendrán que conformar con éstos. ¿Les gustó? ¿Alguna sugerencia? ¿Disfrutaron? Seguro que sí.

Leo Z.

08 febrero 2007

Viendo Grizzly Man (2005) de Werner Herzog

Muy interesante la propuesta del aleman: el documental nos narra la vida de un extraño tipo que un día decide pasar la mitad del año conviviendo en Alaska con los osos erigiéndose en su mayor defensor, hasta que, al cabo de unos años, acaba devorado por ellos. Herzog construye el documental a través de las imágenes que el propio protagonista fue grabando a lo largo de sus estancias con los animales, a la vez que, gracias a las grabaciones y a los testimonios de quienes lo conocieron, vemos que su personalidad estaba más próxima a la de un desequilibrado que no a la de alguien en su sano juicio.

Bien, ésta es la síntesis del documental, ahora bien, tras verlo, se acentuó en mí la sospecha que ya tenía por lo poco que, voluntariamente, había decidido saber de él, y es que, creo, vaya estoy casi seguro, que es un falso documental. Algo que en ningún momento se dice. Cierto es que la realidad supera a la ficción, pero en este caso parece que todo esté grabado para montarse tal cual, no parece que ningún plano sea un descarte (incluso cuando nos dicen que así es), siempre está bien encuadrado, se le oye bien, e incluso su aspecto apenas varía, si tenemos en cuenta que pasó diez años conviviendo con ellos y apenas hay referencias a su día a día en la tienda de campaña y a las terribles condiciones climáticas que debió soportar.

En fin, creo que es un ardid magnificamente tramado por Herzog, lo cual, para mí, no desmerece en nada al filme, que es espléndido y que propicia en el espectador una nueva reflexión a la hora de enfrentarnos a las imágenes. Tampoco es nuevo lo de los falsos documentales, género muy en boga ultimamente y que proviene, sobre todo, de F for Fake del gran Orson Welles.

Para los curiosos, como mi querida Mofletes, diré que hice mis investigaciones por Internet y pese a que nadie se pronuncia definitivamente, sí que hay una corriente de opinión que lo califica de falso documental (luego hay inmensidad de páginas de cine, artículos y tal, que no la han visto y reproducen notas de prensa o se copian unos a otros, etc., la información hecha con el culo amigos). En fin, no se lo pierdan y opinen.

05 febrero 2007

Viendo Cravan vs Cravan (2002) y La leyenda del tiempo (2006) de Isaki Lacuesta

Isaki Lacuesta es un joven director surgido de esa interesante cantera que es el Máster de Documentales de la Pompeu Fabra, del cual, probablemente, es su mejor exponente. Cravan vs Cravan fue su ópera prima y La memoria del tiempo su segundo documental.

Cravan vs Cravan: Es el rastreo de la biografía de un personaje fascinante: Arthur Cravan; sobrino de Oscar Wilde, boxeador, poeta surrealista y agitador cultural en el París de los años veinte. Se enfrentó en los treinta en Barcelona al campeón del mundo de los pesos pesados, el cual lo noqueó en el acto (el documental reconstruye y recoge el testimonio de un testigo de la pelea), para acabar desapareciendo, poco después, en el golfo de Mexico sin dejar rastro. Aquí sí, un personaje que tiene un documental interesante, no como en el ejemplo del último día.

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La leyenda del tiempo: Titulado como el mítico álbum y canción de Camarón que revolucionó el mundo del flamenco a finales de los setenta (y que los iniciados como yo, jeje, saben que proviene de unos versos de Así que pasen cinco años de Lorca), narra dos historias paralelas: la de un niño de San Fernando (Cádiz) que deja de cantar tras la muerte de su padre y la de una japonesa que viaja ahí (que es el pueblo natal de Camarón) para cantar como él.

El trabajo de casting previo es acertadísimo y seguimos la vida de estos personajes, todos ellos reales, con ferviente interés. La película sólo padece cuando se nota en exceso que hay alguna escena dramatizada, pero cuando los personajes son totalmente libres, como el hermano del niño protagonista, o la escena del hermano de Camarón enseñándole a cantar a la japo “La tarara”, resultan memorables.

02 febrero 2007

Viendo Un instante en la vida ajena (2003) de José Luis López Linares + El día de la marmota

Bien amigos, dado el alto número de documentales que he visto ultimamente, es justo que los agrupemos todos, así que ésta y las dos actualizaciones siguientes versarán sobre el tema en cuestión en lo que ya se conoce como: "La semana del documental". ¿Apasionante, verdad?

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Un instante en la vida ajena. López Linares, que ha dirigido interesantes documentales como Asaltar los cielos, hace aquí un ejercicio de montaje. Recupera los rollos que durante cincuenta años fue filmando un personaje singular, Madronita Andreu: hija de la alta sociedad catalana que dedicó su vida a viajar y al dolce far niente. Desgraciadamente, más allá de lo anecdótico de la protagonista, las cintas carecen de interés, son grabaciones caseras que no trascienden ese documento y que acaban volviéndose soporíferas.

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Noticia de última hora: Acabo de darme cuenta que hoy es el "Día de la marmota", dado que compromisos anteriores me impiden acercarme a la bella localidad de Punxsutawney (Pennsylvania) para vivir in situ el despertar del bello roedor y ver si contempla su sombra o no, ruego encarecidamente a aquellos que estén pendiente de este evento de alcance mundial que den cumplida información sobre lo que allí acontece, aun a riesgo de permanecer el resto de sus días al lado de Andie MacDowell (dulce tortura).