30 agosto 2009

Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto, como un pequeño Rock & Roll

Pues eso, como alguno sugirío que quizá lo estaba, vuelvo a hacerme corpóreo.

A Quique González lo conocí hace ya tiempo a través de la Subcomandante y a pesar que al principio fui reticente, hoy ya pertenezco a sus cada vez más numerosos fans; es verdad, que tiene altibajos en su carrera, como todos, pero tiene el mérito, y no es poco, de tener ya un puñado de canciones memorables, y lo que le queda.

De Bunbury, qué decir, que tiene matices e imposta la voz como nadie y que, pese a quien le pese y con sus contradicciones, sigue siendo la gran estrella del rock de este país:



---

Edito: Al amigo Lev, no le acaba de convencer que mi retorno sea con el señor Bunbury. Para añadir más leña al fuego, le dejo una colaboración del susodicho con Pereza (grupo que no me gusta especialmente, aunque hay alguna canción que sí). Es evidente que una vez más don Enrique lleva la canción mucho más allá (véase el inicio del tema y compárese a posteriori con el original):

25 abril 2009

Sant Jordi 2009

Queridos mortales, un año más (véanse los capítulos anteriores: 2008, 2007, 2006) nos hemos unido a la fiesta y al gasto desenfrenado en libros y rosas del día de Sant Jordi. Aunque según los libreros y editores las ventas fueron muy buenas a mí me dio la impresión que sí había mucha gente paseando pero, comparando con otros años, eran menos los que compraban o buscaban una firma. Anyway, hay que mantener la moral alta, así que no seré yo quien diga lo contrario.

La Subcomandante apostando sobre seguro tuvo a bien obsequiarme con La universidad desconocida de Roberto Bolaño, un voluminoso libro de los dos inéditos que aparecieron tras la muerte del escritor chileno (el otro era El secreto del mal, que ya poseo), que recoge pequeños prosas y poemas, algunos publicados en vida otros inéditos, y que devoraré con fruición saltando de una página a otra.
El otro libro es El barco de la muerte de B. Traven, un enigmático autor alemán de entreguerras, homenajeado en el personaje de Archimboldi de 2666 de Roberto Bolaño, y que ha sido todo un descubrimiento. El texto introductorio es de Javier Marías, todo un aval.

Yo, por mi parte, apostando también sobre seguro, he tenido el gusto de regalar la última novela publicada en España de la futura premio Nóbel, Joyce Carol Oates, Mamá y la nueva edicion en gran formato de Princesas olvidadas o desconocidas de la estupenda ilustradora Rebecca Dautremer.

¿Y a ustedes? Ansioso estoy por conocer sus tesoros de este año.

13 abril 2009

Cosas que escuchar un lunes de Pascua cuando no estás muerto, como Kurt.

Se ha ¿celebrado? ¿conmemorado, tal vez? esta semana el decimoquinto aniversario de la muerte de Kurt Cobain, ¡cómo pasa el tiempo! Yo recuerdo haberme enterado leyendo las noticias en el teletexto de TV3 (en aquella época -cuesta imaginarlo- no había Internet; suena hasta demencial pensar que Cobain murió seguramente sin haber navegado nunca por la Red). Anyway, para los que allí estábamos fue un auténtico shock, el canto del cisne del rock -del cual no se ha recuperado desde entonces-: Hoy son otros los géneros los que mandan. Recuerdo que cuando hicieron el Unplugged hubo muchos fans que les criticaron por haberse vendido (a mí me pareció y me sigue pareciendo magistral). No hace mucho algunos nos estremecíamos escuchando "Where Did You Sleep Last Night", probablemente, su testamento musical.

Uno de los muchos lugares comunes que he leído estos días era que el Nevermind y, sobre todo, el bombazo del "Smell Teen Like Spirits", desbancó el Black or White de Michael Jackson. Al final, el tiempo pone las cosas en su lugar, hoy Nevermind sigue sonando actual, parece que haya sido grabado ayer mismo, es ya un clásico; sin embargo, el disco de Jacko ha quedado totalmente desfasado (en su descargo diré que el Jacko de los ochenta: "Billy Jean", etc., sigue ahí).

Parece que en Aberdeen (ciudad natal de Kurt) aún hoy es un personaje incómodo, pocas cosas le recuerdan de forma "oficial", probablemente la más significativa es un cartel que hay a la entrada de la ciudad con el título de una de sus mejores canciones: "Come As You Are".

09 marzo 2009

Cosas que ver un domingo cuando no estás muerto; entre ellas, al mejor actor galaico-catalán y de parte del extranjero

Siendo hoy martes, esta sección tiene más lógica que nunca.

Gracias al señor Cohen he descubierto esta pequeña joya; es curioso hace un tiempo yo estaría al día de frikadas como ésta, debe ser que me estoy haciendo mayor y hay que dejar paso a las nuevas generaciones. Señores les dejo con lo que ustedes siempre sospecharon, la presencia de los dinosaurios en el cine de Carlos Saura:



Inenarrable, el tiranosaurios persiguiendo a López Vazquez o la espada láser del miliciano de ¡Ay, Carmela!, bueno, bueno, bueno, y la complicidad de Saura y ¿del resto? Uno no sabe qué son entrevistas de archivo y qué no. Como dice el productor Antonio Saura (hijo de Carlos), el cine español ha perdido una oportunidad histórica.

---

En fin, no iba a ser yo menos en sumarme a los múltiples homenajes que se le están rindiendo al mejor actor galaico-catalán y de parte del extranjero. Creo que fueron tres las veces que vi en directo Rubianes solamente. De las tres guardo gratos recuerdos y las tres fueron desternillantes. Quedan muy pocos provocadores como él... Una lástima.



Edito 10/03/09: No hay duda de que me hago mayor, la señorita Bronski me recuerda el espectáculo Lorca eran todos al que tuve la fortuna de asistir y comentar en su momento.

Y no sólo eso si no que también me hice eco de las famosas declaraciones de Rubianes que tanta polémica generaron. Obviamente yo estaba del lado de los buenos.

Rest in peace!

11 febrero 2009

La porra de los Oscar 2009

Bien amigos, aquí está la tan esperada porra de los Oscar, que como todos ustedes saben deparará al ganador un suculento premio, cuyo valor es difícil calibrar en euros y que, como ya les anuncié, será entregado en nuestra futura quedada. A día de hoy, como prueba de mi buen criterio cinematográfico, puedo decirles sin sonrojarme que no he visto ninguna de las candidatas a Mejor Película.

El mecanismo es más sencillo que una escoba. Se votan todas las categorías, no se pueden repetir resultados, el primero que llegue tendrá más donde elegir y el día 22 sabremos a quién hemos de colmar de laureles. En caso de empate, el que firma, establecerá un criterio totalmente subjetivo para dirimir al ganador. Así que, sin más dilación, les dejo con los nominados:

Mejor Película
. El curioso caso de Benjamin Button
. El lector
. Slumdog Millonaire
. Mi nombre es Harvey Milk
. El desafío: Frost contra Nixon

Mejor Director
. David FIncher, por El curioso caso de Benjamin Button
. Stephen Daldry, por El lector
. Danny Boyle, por Slumdog Millionaire
. Gus Van Sant, por Mi nombre es Harvey Milk
. Ron Howard, por El desafío: Frost contra Nixon

Mejor Actor
. Brad Pitt, por El curioso caso de Benjamin Button
. Mickey Rourke, por The Wrestler
. Richard Jenkins, por The Visitor
. Sean Penn, por Mi nombre es Harvey Milk
. Frank Langella, por El desafío: Frost contra Nixon

Mejor Actriz
. Meryl Streep, por La duda
. Kate Winslet, por El lector
. Anne Hathaway, por La boda de Rachel
. Angelina Jolie, por El intercambio
. Melissa Leo, por Frozen River

Mejor Actor Secundario
. Heath Ledger, por El caballero oscuro
. Philip Seymour Hoffman, por La duda
. Robert Downey Jr, por Tropic Thunder
. Josh Brolin, por Mi nombre es Harvey Milk
. Michael Shannon, por Vía revolucionaria

Mejor Actriz Secundaria
. Penélope Cruz, por Vicky Cristina Barcelona
. Viola Davis, por La duda
. Taraji P. Henson, por El curioso caso de Benjamin Button
. Amy Adams, por La duda
. Marisa Tomei, por The Wrestler

Mejor Película Extranjera
. The Baader Meinhof Complex (Alemania)
. La clase (Francia)
. Departures (Japón)
. Revanche (Austria)
. Waitz with Bashir (Israel)

Mejor Guión Original
. Courtney Hunt, por Frozen River
. Mike Leigh, por Happy. Un cuento sobre la felicidad
. Martin McDonagh, por Escondidos en Brujas
. Dustin Lance Black, por Mi nombre es Harvey Milk
. Andrew Stanton y Jim Reardon, por WALL-E

Mejor Banda Sonora
. Alexandre Desplat, por El curioso caso de Benjamin Button
. James Newton Howard, por Resistencia
. Danny Elfman, por Mi nombre es Harvey Milk
. A. R. Rahman, por Slumdog Millionaire
. Thomas Newman, por WALL-E

Alea jacta est!

08 febrero 2009

Estamos de aniversario. El anhelado post 201

Queridos amigos,

Tempus fugit! Casi sin darme cuenta hemos llegado al post número 200 (de hecho, este es el 201) de una andadura que comenzamos allá por el lejano 2005. Prometo, si el tiempo lo permite, hacerles a los amantes de las estadísticas, que como las meigas haberlos haylos, unos suculentos guarismos, igual que hice para el post número 100.

Si bien para al primer centenario tardé un año en llegar, para el segundo he necesitado más de dos. Las actualizaciones cada vez se ralentizan más y quizá ha llegado el momento de bajar la persiana y dejar paso a las nuevas generaciones.

En cualquier caso, hasta que ese día llegue y para conmemorar tan señalada fecha y honrar al futuro ganador de la porra de los Oscar 2009, que les subiré en los próximos días (vean los capítulos anteriores: 2007, 2006), les invito a celebrar una nueva quedada el sábado 28 de febrero a las 21.30 en el habitual Tramontana, donde con un planxat en las manos y unas bravas entre los dientes, será el momento de dilucidar todo lo anterior.

Les quiere su humilde servidor,

Leonard Z.

20 enero 2009

Decálogo del buen turista. De cómo conquisté Nueva York en diez movimientos (2 de 2)

Bueno señores/as, aquí tienen la prometida segunda parte de este apasionante relato:

6. Vámonos de tiendas. Todo está baratísimo. Acostumbrado a vivir en el país de Ali Babá y los cuarenta ladrones, todo nos parecía regalado. A la crisis del consumo y la devaluación del dolar se unío el período de rebajas que hizo que éstas (desengáñense nada que ver con las de aquí) fueran un escándalo. Todo, y cuando digo todo es todo, está perfectamente calculado y diseñado para dejarse llevar por la fiebre consumista. No citaré a nadie (trío lalala), pero hay quién se vino con más de cinco o seis pares de zapatos, quién tuvo que comprar una maleta nueva y quién abandonó la mitad de la ropa con la que inició el viaje, pues era tal la cantidad que había comprado que la antigua no pensaba ponérsela nunca más.

7. Bajando por el Dowtown llegamos al World Trade Center, pero ¡oh, sorpresa! las Torres Gemelas ya no estaban, no sé qué de un atentado. Anyway, allí hay ahora un solar con movimientos de tierras, pero en el que, dada la actual crisis económica, dificilmente levantarán nada (dicho por los nativos). En cualquier caso, si hoy es famosa aquella zona es por albergar los grandes almacenes Century 21, auténtico maná para la gente del punto anterior, que dejan las rebajas del Macy's en anécdota. No olviden tampoco pasear por la 5ª Avenida para chafardear, allí pese a las rebajas todo sigue estando caro.

8. Como no, nos acercamos también a Broadway para degustar Chicago (espectacular el trabajo de los actores) y al Radio City Music Hall para ver su famoso espectáculo navideño, una auténtica americanada, en el mejor sentido de la palabra, con incontables bailarinas de largas piernas bailando claqué, Santa Claus voladores, proyecciones en 3D, canciones, etc. Por cierto, mientras hacíamos cola para comprar entradas nos cruzamos con Batman (literal) que estaba dirigiendo el tráfico. Otra fauna curiosa con la que nos tropezamos fue con el famoso cantante country en gayumbos de Times Square y con un señor que paseaba su gato en la cabeza.

9. Frío mucho frío. Contemplar Central Park nevado es toda una delicia (por cierto, los patos seguían estando ahí, así que o bien El guardían en el centeno estaba equivocado y no van a ningún sitio en invierno o el cambio climático ya lo tenemos aquí), pero el frío es a veces insoportable. Recomendable el doble o triple calcetín, plumón, bufanda y gorro con orejeras. La noche más fría, sin duda, fue la de fin de año donde contemplamos la famosa cuenta atrás desde una cierta distancia. Comentario aparte es el estado de sitio que vivía la ciudad de Manhattan esa noche (arribar al apartamento del trío lalala fue todo un suplicio).

10. Y para finalizar, les enumero algunos imprescindibles a los que les pusimos una muesca en nuestro viaje y que son de obligado cumplimiento para todo aquel que aterrice en la Gran Manzana: cruzar el puente de Brooklyn, subir al Empire State de noche, cegarse con las luces de Times Square, pasear por Central Park, contemplar la belleza del edificio Chrysler y del Radio City Music Hall, ir de tiendas por el Soho, pasear por Greenwich Village...

Eso es todo amigos, esperando poder contarles en el futuro una nueva venida a la ciudad de los rascacielos se despide servidor de ustedes, maese Zelig.

15 enero 2009

Decálogo del buen turista. De cómo conquisté Nueva York en diez movimientos (1 de 2)

Bueno queridos mortales, por fin puedo hacerles un pequeño report de mis andanzas navideñas, parafraseando a Vila-Matas que parafraseaba a Hemingway, puedo decir que "Nueva York no se acaba nunca". Y es que, como muchos de ustedes ya saben, dediqué las apasionantes fiestas invernales a dejarme ver por Manhattan. Vaya pues este pequeño decálogo de reflexiones en su recuerdo:

1. New York es Manhattan, no se engañen la isla tiene encantos suficientes para no salir de allí, visitamos en menor medida Harlem (donde asistimos a una misa y media de gospel) y Brooklyn: el primero más colorido, el segundo más gris, si bien en el segundo uno puede buscar la mística de tantas películas, hoy en día es casi un barrio residencial. La decadencia de Conney Island o Queens quedan para futuros viajes.
De los nativos decir que son simpáticos, que los policias te contestan y te miran a la cara cuando les preguntas algo, conscientes de su trabajo como servicio público (a diferencia de un sitio que yo me sé), el metro funciona razonablemente bien y los taxis tienen unas tarifas asequibles y claras (a diferencia también de los asaltadores de carreteras de aquí).

2. En New York todo es grande, uno puede pasar cuatro o cinco veces por la misma calle y descubrir tiendas y edificios que juraría que no estaban ahí la última vez que pasó. Es imposible verlo todo en tan poco tiempo (diez días para ser exactos) y el primero de ellos uno ya es consciente que ha de hacer un donoso escrutinio y dejar cosas para futuros viajes a la ciudad. ¿Idiomas? No pierdan el tiempo, olvídense del inglés, es una lengua muerta, allí todo el mundo habla español.

3. Hablemos de museos, teniendo en cuenta el punto anterior, sacrificamos el Metropolitan (al que hay que dedicarle más de un día y queda como aliciente de futuros viajes) y nos concentramos en el MOMA y el Museo de Historia Natural. La verdad es que el primero me decepcionó, esperaba más de él, no es un museo vanguardista, sino que es tan moderno como pueda serlo el Reina Sofía (y en este caso es mucho mejor el Reina Sofía). El de Historia Natural sí es impresionante, tampoco puede verse en un día: la famosa sala de los dinosaurios, los meteoritos, animales de toda índole y un espectacular planetario son alicientes más que suficientes para perder toda una tarde.

4. Siguiendo con el arte, nos acercamos al barrio de Chelsea, donde aparte de hacer una parada obligatoria en el Chelsea Hotel, del que no se puede pasar de su minúsculo lobby (canción de Leonard Cohen, asesinato de Nancy, Syd Vicious... y una próximo documental de Abel Ferrara que promete), visitamos todas las galerías que encontramos (habían bastantes cerradas por vacaciones) y confirmamos que el hiperrealismo de gran formato y casi fotográfico es lo más in del momento.

5. Comer en New York es relativamente barato, incluso en restaurantes con un cierto encanto (no hablo de los de lujo a los que, obviamente, no quise entrar por no llevar traje de etiqueta en la maleta); el vino, en cambio, es prohibitivo; el agua con cubitos buena y gratuita (como decía el amigo Valdi) y las cantidades de los platos estratosféricas.
Una buena recomendación es ir al mercado de Chelsea y, tal como hizo la señorita Mofletes, elegir los ingredientes y que te enrollen el shushi in situ. A parte de eso, a New York tampoco se va a comer, así que restaurantes baratos (más bien de rancho) para turistas hay a montones, como los típicos carritos de frankfurt (buenos, pero mejores los del Ikea), MdDonalds y, sobre todo, un Starbucks en cada esquina. Lo del Starbucks es una delicia porque te permite degustar buen café a cualquier hora del día. Si alguien le encuentra romanticismo al café diarreico americano (que no es mi caso) también lo pasará en grande, pero como ya he dicho muchas veces, más allá del Ebro y de los Pirineos es muy difícil tomar un buen café.

Y de momento eso es todo amigos, no se pierdan nuestra próxima entrega donde les hablaremos del clima, las compras, las rebajas, Broadway y de los imprescindibles para el buen viajero

21 diciembre 2008

Merry Christmas and Happy 2009! + Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto III

Queridos mortales,

Por motivos que no vienen al caso, durante estas fiestas navideñas deberé hacer un paréntesis en mi frenético ritmo de actualizaciones, así que les emplazo hasta el próximo 2009. ¡Sean felices!

¡Salud!

---

Siendo hoy domingo les cuento lo siguiente:

El otro día leía que la ganadora del Factor X inglés había hecho una versión navideña totalmente descerebrada de la, por otro lado, megaversionada Hallelujah de Leonard Cohen, y que estaba a punto de alcanzar el número uno en ventas en el Reino Unido. Para evitarlo los fans de Jeff Buckley, autor de la versión canónica, han comenzado una campaña de compra y descarga masiva de la canción para llevar a Buckley al número uno, once años después de su muerte.

Todos ustedes ya conocen mi admiración por Buckley, una de las voces más prodigiosas de la historia de la música, y cuya repentina muerte ahogado con apenas treinta años aún es motivo de lamento. Su padre, Tim Buckley, reputado músico de folk y rock de vanguardia, murío de sobredosis siendo aún más joven. La historia de la música se construye a base de mitos y tragedia.

No he escuchado, ni tengo la más mínima intención en hacerlo, la versión de British Idol, o como se llame el programa, ni sé el nombre de la farsente que la interpreta. Cuando algo ya es perfecto, para qué menearlo. Como diría Juan Ramón "no la toques ya más, que así es la rosa". Después de la versión de Buckley sólo cabe el silencio:

10 diciembre 2008

¡Arde Atenas! La revuelta de los aqueos

Amigos, los recientes acontecimientos en Grecia han hecho que decida levantarme del sarcófago.

Una de las conclusiones que saqué de mi visita a tierras helenas es que más allá del turismo no hay nada, no hay industria, no hay infraestructuras, no hay tecnología, no hay futuro y para colmo tienen un gobierno corrupto, que sucedió a otro anterior de signo contrario e igual de corrupto, con una bolsa de paro de casi el 25% y sin visos de mejora, sobre todo para la gente joven. No había que ser muy listo para darse cuenta que era sólo cuestión de tiempo que una chispa hiciera saltar la llama.

Y sí, claro, hay vandalismo, escaparates rotos, coches quemados, destrozos en el mobiliario urbano, cajeros quemados (por estos, no siento ninguna lástima). Totalmente de acuerdo, la violencia no lleva a ningún sitio, pero a quién criminalizamos, a todos los que se manifiestan o sólo a aquellos que provocan destrozos, o quizá habrá que pedir responsabilidades al gobierno que ha permanecido impasible expoliando y explotando a un país hasta que ha dicho basta. ¿Qué conseguirán las manifestaciones? Quizá nada, pero ¿qué conseguirá el pueblo quedándose en casa, abrazándose a su lamentable estado del bienestar? Nunca está de más recordar a los políticos que el poder sigue siendo del pueblo.

Y lanzo una pregunta al aire, ¿no les resulta familiar este panorama? Quizá en un añito... Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Les dejo una reflexión musical, como siempre los locos son los más lúcidos:



Claro que éste a parte de loco es un genio. Personalmentee prefiero la versión de Veintegenarios en Alburquerque con Manolo Kabezabolo, Robe, Fermín Muguruza y el propio Albert Pla:

http://www.goear.com/listen.php?v=4d811f9

Y no olvidéis que el torturador es un funcionario, que el dictador es un funcionario, burócratas armados que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea, eso y nada más que eso, no son monstruos extraordinarios, no vamos a regalarles esa grandeza.

09 noviembre 2008

Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto II

Recuperemos esta bonita sección que tanto nos gusta. (Ver capítulo anterior)

Rufus Wainwright
He estado viendo a retazos (a ver si puedo verlo completo) el documental Leonard Cohen: Im your man, a mayor gloria del susodicho; la verdad es que tiene buena pinta y es una manera excelente de acceder a un clásico contemporáneo. Sin embargo, lo que nos trae hoy aquí es Rufus Wainwright, uno de esos nombre tan en boga últimamente y al que, sinceramente, no había dedicado ninguna atención. En el documental interpreta tres canciones de Cohen: excelentes las versiones del "Chelsea Hotel" y "Hallelujah" (aunque me sigo quedando con la de esa voz prodigiosa que era Jeff Buckley, a quien Wainwright considera una de sus mayores influencias) y el estupendo trabajo que hace de "Everybody knows".
Sujétense a las sillas porque los pies cobran vida propia. (A partir del minuto 1.50):



The Pixies
Y, como no, siempre es un buen momento para escuchar a los Pixies. Aquí les dejo un par de temas interpretados en directo en el año 88. Aún no se había inventado el grunge y faltaban tres años todavía para el Nevermind de Nirvana; de hecho ni siquiera habían debutado y los Pixies ya andaban reinventando la música.
La siempre potente batería de Dave Lovering, la excelente guitarra de Joey Santiago (uno de los mejores guitarristas de la historia y que permanece todavía hoy ninguneado por la crítica), el monstruo de Black Francis y, como no, la siempre dulce y sensual, y fuera de todos los cánones, Kim Deal.
Primero "Hey" y a partir del minuto 3.10 "Gigantic". Que lo disfruten:

02 noviembre 2008

Viendo Buda explotó por vergüenza (2007) de Hana Makhmalbaf y reflexiones sobre la vergüenza de Afganistán

De sorprendente, sobrecogedora y de obra maestra calificaría la ópera prima de Hana Makhmalbaf, que con veinte añitos ha demostrado que la estirpe de los Makmalbaf (de la que ya comentamos aquí un filme de su hermana), asesorada por su padre y guionizada por su madre, sigue en plena forma.

La trama es bien sencilla: una niña afgana, que vive junto a su madre en las cuevas que todavía hoy existen bajo el espacio que ocuparon los dos grandes budas que volaron los talibán, sueña con ir a la escuela igual que su vecino. Éste le cuenta una divertida historia que aprendió y le dice que para ir necesita un cuaderno y un lápiz. El vía crucis de la niña para conseguir, mediante el trueque de bienes, el material en el mercado de su pueblo es uno de los momentos más emotivos que he visto en la historia del cine (y llevo unos cuantos filmes a mis espaldas). Conseguido o no (no se lo desvelo) la niña topará con la intransigencia de los niños, que repiten la conducta de los adultos, jugando a la guerra e intentando lapidarla por querer ir a la escuela.

Rodada con el estilo neorrealista propio de la escuela iraní, pero siempre con la brecha poética y surrealista de los Makhmalbaf, el guión, los movimientos de cámara, la elección de cada encuadre y la dirección de los actores es soberbia (pese a que hay momentos, sobre todo con el grupo de niños varones, que se nota que están actuando, pero la fuerza de la trama y de la niña eclipsan cualquier amago de crítica).



Aquí y ahora les confieso, que nunca antes sentí un malestar físico en una sala de cine como experimenté viendo la primera parte del filme (cuando la niña intenta conseguir el material escolar). Las imágenes me sobrecogían y me dañaban de tal manera que estuve a punto de abandonar la sala en más de una ocasión, llegó un punto en que no podía abstraerme, me obligaba a pensar que aquello era ficción pero aun así no tenía consuelo. El problema es que uno sabe que eso está pasando realmente, que esa niña (la propia actriz, incluso) no tendrá oportunidades en ese mundo, que el pueblo afgano vive enloquecido en una terrorífica Edad Media, de la que no les salvarán los talibán pero mucho menos las fuerzas de ocupación.

No sé qué demonios hacen las tropas de la ONU allí, pero hagan lo que hagan, lo hacen mal, porque si son incapaces de facilitar el acceso a la educación a las futuras generaciones afganas nada les salvará, nada les hará cambiar el mundo de horror en el que viven. Como seres humanos, el sufrimiento de todos ellos nos disminuye (igual que en el poema de Donne, las campanas doblan por ellos, pero también por nosotros). Todo nuestro estado del bienestar es una afrenta a ese pueblo, y a tantos otros, que nada tienen mientras nosotros nadamos en la abundancia, ignorando cuán afortunados somos. Recuerdo una pintada de mis años universitarios que rezaba lo siguiente: "O repartimos la riqueza o repartimos el sufrimiento".

Quiero en estas últimas líneas destacar el papel de la niña, Nikbakht Noruz, para ella el papel no fue más que un juego, un paréntesis en su día a día, pero su interpretación es una de las más prodigiosas en la historia del cine. Cualquier estudio, cualquier antología que hable de actores infantiles estará incompleto si no se la menciona. Para mí ya es imposible olvidarla y su recuerdo es una espina que debería acompañarnos a todos.

19 octubre 2008

Parecidos razonables

¿Es posible crear un artículo dominical a través de retazos encontrados por Internet? ¿Es posible hacer un copy-paste de opiniones, blogs y publicarlo con tu nombre en El País? O mejor aún: ¿Es lícito copiar un artículo de la Wikipedia y publicarlo como si fuera creación propia y que te paguen por ello, claro? Hay quien demuestra que sí.

Algunos parecidos razonables:

Wikipedia: Robert Johnson

Zeligmanía: El pacto con el diablo de Robert Johnson

El País: La guitarra que afinó el diablo

Y que conste, que estoy seguro que mi página no la visitó: al fin y al cabo, esto no es más que un blog hecho para los amigos y hay otras páginas mucho mas sesudas y completas hablando del músico sureño (eso sí, por aquellos misterios de la Red, si uno pone "Robert Johnson" en Google Images, el enlace a este blog es el primero de todos); por eso sé, que las frases que emplea y las opiniones que vierte son literales de las mismas páginas que consulté yo, por tanto intuyo que hacer el artículo de opinión (si no se lo ha hecho un becario), no le ha llevado más allá de cinco minutos. La moralidad o no del tema la dejo a su elección.

05 octubre 2008

Viendo Vicky, Cristina, Barcelona (2008) de Woody Allen

Bueno amigos, relajen sus músculos, ya he acudido a ver el nuevo Allen. Dejémoslo claro, es una buena película, una comedia amable, con un guión inteligente (como no podía ser de otra forma) que narra el verano en Barcelona de dos turistas americanas que se enamoran de un pintor, que tiene una relación difícil con su ex mujer. Esa es la trama, de eso va la película, y el filme transcurre y acaba como debe ser. Esto, que parece una perogrullada, en cualquier otro director se convertiría en una película de juegos de artificios y situaciones inverosímiles que Allen sabe resolver con maestría; es decir, todo fluye como debe, es un tipo de película que, pese a su aparente sencillez, me atrevería a decir que sólo hay dos directores capaces de filmarla con esta solvencia: el propio Allen y Eric Rohmer, de hecho, trae a la memoria, en más de una ocasión, su obra maestra Cuento de verano.

Las actrices y Bardem -es un filme de actores- están espléndidos. La prensa ha destacado la interpretación de Penélope Cruz, parece que la hayan descubierto ahora, aquí hace ya tiempo que nos rendimos a la evidencia, y no sólo eso sino que creo que ha ido ganando con los años.

Entremos en polémica: En realidad, Barcelona, no aparece tanto. Buena parte del filme transcurre en interiores o casas en el campo, digo esto porque durante el último año hemos tenido que aguantar la tontería de si Allen estaba firmando una postal, de si era una película vacía de contenido, etc. Curiosamente todas esas críticas estaban hechas por gente que no había tenido la posibilidad de ver su trabajo, ladraban por ladrar. Además, plantear el filme así es plenamente congruente: es obvio que si vienen dos turistas a Barcelona, por primera vez, lo que querrán conocer es la Barcelona típica, la de postal (Gaudí, la Rambla, etc.), lo contrario hubiera sido un absurdo.

Otra imbecilidad que he oído durante todo este tiempo es las repetidas quejas del supuesto trato de favor que ha tenido Allen para la realización del filme, coño claro es que es ¡¡Woody Allen!! ¿Deben tener todos los directores que lo deseen posibilidades de rodar en Barcelona? Sí ¿Es admisable que pese a lo anterior Allen tenga un trato de favor? Por supuesto. Pero es que el trato de favor se lo ha ganado con el talento, con el respeto a su trabajo y con las innumerables obras de arte (léase Annie Hall o Manhattan) que ha legado a la posteridad; de la misma manera que habría que abrirles las puertas de par en par a Scorsese, Godard o Erice, por poner tres ejemplos dispares de entre los pocos grandes que nos quedan, si quisieran rodar aquí. Negar esa evidencia, ningunear el genio de esa manera con un relajo y una suficiencia, como si les estuviéramos haciendo un favor, demuestra un absoluto desprecio por el arte y una pequeñez moral que me enferma.

16 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 6: La idiosincrasia griega III. Taxistas, la raza elegida)

Un caso aparte, son los taxidermistas (taxistas griegos) que cumplen a rajatabla todo lo expuesto el día anterior, ellos sí son los reyes, los putos amos, pueden conducir por donde quieran y cometer tantas infracciones como quieran, porque ¡ay, amigos! son taxistas, la raza elegida. A diferencia de los de aquí, donde de lo veloces que son uno siempre está sufriendo por si se les cala el coche, allí el límite de velocidad es el mínimo para empezar a rodar. Huelga decir que llevar el cinturón es opcional y que los asientos traseros contengan alguno es un milagro.

Otra cosa opcional es el taxímetro, teóricamente lo llevan, pero como pueden llevar una estampita de Santa Clotilde, está para hacer bonito. Lo habitual es pactar un precio antes de subir y entonces, como ya es innecesario activarlo, ni tan siquiera se enciende (y en el supuesto, siempre en el supuesto, de que lleve). Pongamos por caso, por otro lado, que usted va camino de su destino y alguien levanta la mano pidiendo un taxi y, casualmente, su dirección coincide con la suya; pues nada, para adentro, se aprietan todos un poco y se cobran dos carreras por una. Hablar por el móvil, discutir a grito pelado con la policía o atar el maletero con una cuerda son otras de las actividades permitidas por ley.

Como anécdota les contaré que en nuestra última noche, de camino al aeropuerto para regresar a casa, tomamos el habitual taxi que, además de cumplir todo lo ya expuesto, aprovechó el tramo de autopista que hay de Atenas al aeropuerto para, literalmente, volar. Como somos gente afortunada tuvimos el honor de ser parados en el único control de velocidad que debe hacerse en toda Grecia. Nos detuvieron, no en el arcén, sino en el carril derecho de la autopista y hicieron bajar a nuestro conductor que tenía pinta de albanés y de no llevar todos los papeles en regla. Éste desapareció detrás de una furgoneta de la policía, que quedaba unos metros por detrás, y allí nos quedamos, en medio de la autopista, con los coches silbando a nuestro alrededor y con un vuelo que tomar.

A los cinco minutos sin que nos dijeran nada, el tío Zelig, más chulo que un ocho, sale del coche y le indican los agentes, que aparecían y desaparecían de detrás de la furgoneta, que iba demasiado rápido el taxi y que volviera al interior del vehículo. Diez minutos después, sin tener ninguna información, decido salir nuevamente del coche a ver qué cojones pasa y un guardia joven, gordo y flatulento (más propio de una slapstick que no de un trhiller) me responde a voz en grito “Inside now!!!!!”, a lo que, como buen gallito, me mantengo impertérrito y cuando le veo venir hacia mí, tomo la precaución de entrar rápidamente en el coche no sea que acabe en comisaría. Afortunadamente, al poco rato, nuestro taxista, con una multa debajo del brazo, regresa y con un “excuse me” nos lleva al aeropuerto, donde sufrimos el habitual retraso de los low cost, pero eso, amigos, ya es otra historia.

PD: Si nunca quieren comprar una Magnum 9mm parabellum, solo tiene que acercarse al mercado del Monastiraki donde gentilmente les atenderán.

---

Bien amigos, con esto acaba este exitoso coleccionable. Espero que les haya gustado y no dejen de visitar, si tienen la oportunidad, la vieja Grecia. Disfrutarán de lo lindo y tendran la oportunidad de cotejar tantas otras anécdotas que me he dejado en el tintero. Bon voyage!

14 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 5: La idiosincrasia griega II)

Una cosa que uno tiene que tener claro cuando llega a Grecia es que las calles son para conducir, no para los peatones. Amigo, si usted está al volante de un automóvil, no tiene nada de qué preocuparse, usted es huevito de oro, usted es inviolable, por encima suyo sólo está Zeus y eso si va sobre cuatro ruedas.

En Grecia se circula por los arcenes de las carreteras, de hecho están considerados un carril más (arcenes minúsculos, obviamente). Lo habitual es que las carreteras sean de doble sentido con un carril por lado más un mini arcén; por tanto, saltarse la continua, doble continua y hacer dobles o triples adelantamientos es lo habitual. No exagero, a la que conduzcan cinco minutos por cualquier carretera griega tendrán sobrados ejemplos de todo lo anterior: que las carreteras griegas no estén plagadas de cadáveres sólo puede ser obra de los dioses. Por cierto, todas están plagadas de pequeñas capillas de madera, como casas de muñecas, cuyo propósito no acabé de entender, pero que reflejan claramente la noción de vivir al límite.

Otra peculiaridad es que uno conduce para estar siempre en movimiento. Imagínese que usted llega a un cruce con un paso de peatones y, casualmente, cruzan una veintena de chicos de colonias (caso verídico), no le quepa la menor duda que al cuarto niño ya le están pitando (recuerde que usted cumple las reglas: paso cebra, preferencia niños, parar), pero ese no es el problema de los que vienen detrás. Usted, como primero de la fila, debe permitir seguir circulando a los demás y no me explique mandangas de niños y preferencias, ese no es mi problema, yo debo seguir rodando.

Para acabar sepan que mientras el pito se usa constantemente los intermitentes no existen, yo creo que ni siquiera los instalan de serie. Eso sí, si usted quiere señalizar para aparcar no se le ocurra poner los intermitentes porque le pitaran y le dirán el nombre del padre en todas las declinaciones posibles; usted ha de poner las luces de emergencia, para que los demás entiendan que algo muy gordo ha pasado para que quiera detenerse.

---

Queridos hermanos, dado el éxito de las entregas anteriores he decidido alargar la colección un número más y les emplazo al próximo miércoles 17 donde disfrutarán de la última entrega: La idiosincrasia griega III: El taxista la raza elegida.

08 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 4: La idiosincrasia griega I)

Queridos hermanos nos acercamos al fin de nuestra colección. Hoy, bajo el membrete de la idiosincrasia griega, vamos a analizar alguna de las peculiaridades helenas y dejaremos para el segundo volumen los taxidermistas (conductores de taxis griegos) y una jugosa anécdota:

1. Una de las cosas más chocantes es que el timbre de voz griego es muy similar al español y es bastante habitual dudar si los de tu lado hablan en castellano y no los has entendido bien o son griegos.

2. Discutir, los griegos discuten por todo, y al decir discutir digo chillar y partirse la camisa si hace falta.

3. Dicho lo anterior, no son nada violentos, de hecho en ningún momento tuvimos sensación alguna de peligro.

4. El griego no es especialmente simpático, no te sonríen por la calle y te saludan como los irlandeses, son totalmente indiferentes a tu presencia

5. Dicho lo anterior, eso no es aplicable cuando buscas restaurante o paseas por una zona llena de ídems como los puertos, entonces son todo lo zalameros que quieran y te hacen la pelota descaradamente. Afortunadamente no hablan español casi ninguno, digo afortunadamente porque llevados por esa zalamería pueden estar toda la noche repitiéndote las cuatro palabras que saben mientras tu sonríes de medio lado.

6. La cocina griega no es nada del otro mundo, platos típicos: la musaka, la ensalada griega y el yogur. El resto platos combinados como aquí pero con más cantidad y algo más de calidad. Huelga decir que yo comí como un rey. El plato típico griego es el souvlikai, que es nuestro pincho moruno.

7. El vino, generalmente de Creta, Santorini o Tesalonika es aceptable y no excesivamente caro. La otra bebida típica es el Ouzo un licor de anís fuertecillo (un digestive, vaya).

8. Sorprende lo barato que son las botellas de agua, difícilmente, ni en el restaurante más lujoso, costará la botella más de un euro.

9. Los precios son más baratos que aquí. Claro que ¿dónde no son más baratos que aquí?

10. Grecia vive por y para el turismo, no hay ninguna otra industria y prácticamente todas las profesiones están relacionadas con el sector servicios.

11. Aunque parezca mentira no hay ni un solo turista japonés. De catalanes, los japoneses del Viejo Continente, en Creta tampoco, en Santorini y Atenas sí nos dejamos ver más. Por cierto aquí no saben situar Catalonia, ni se inmutan si les dices que eres de ahí, complicidad cero.

Y 12, como los trabajos de Hércules, no hay límites para subir personas en una moto, ver tres personas y que conduzca el niño es habitual, aunque la plusmarca era de 4 (visto en Rethymno), ni que decir tiene que todos sin casco.

Y en la próxima entrega: La idiosincrasia griega II

04 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 3: Atenas)

Atenas es una ciudad caótica, mucho más grande y extensa de lo que pensaba (algo de lo que uno se da cuenta desde el Acrópolis viendo como la ciudad se extiende, como una mancha de aceite, hasta donde la vista alcanza).

Realmente si uno va a Atenas me atrevería a decir que más allá del barrio de Plaka y la zona del Monastiraki el resto es prescindible, una gran ciudad europea más. Así que lo acertado es, like us, acomodarse en una de estas zonas ubicadas en la falda del Acrópolis. Ambos barrios, como todo barrio antiguo que se precie, está plagado de callejuelas, curiosamente fruto de la ocupación turca (el acérrimo enemigo griego). Esta zona, en tiempos caótica, se convirtió en peatonal durante los JJ. OO. del 2004 y hoy es uno de los paseos peatonales más grandes de Europa donde caminar es toda una delicia, sobre todo de noche, mientras se contempla el Acrópolis iluminado y el antiguo foro griego.

Pero vayamos a donde todos vamos, el Acrópolis. Efectivamente, está en ruinas, pero son unas ruinas tan hermosas y con un peso de la historia tan abrumador que es imposible resistirse a su encanto. Curiosamente, el estado actual del Partenón es bastante reciente, prácticamente había llegado inalterado desde la época clásica hasta el s. XVII, cuando los turcos lo usaron de arsenal durante un asedio veneciano a la ciudad, con la ingenua idea de que nunca se atreverían a atacarlo. Los venecianos, en cambio, no dudaron en bombardearlo y éste saltó por los aires; el expolio británico a principios del s. XIX hizo el resto. Hoy en día hay salas vacías en los museos griegos esperando su devolución. De momento, los británicos hacen oídos sordos.

Otros espacios ineludibles por el que camino el que les escribe son: el foro griego, donde Sócrates exponía sus ideas; el teatro de Dionisos donde Sófocles o Eurípides estrenaron sus obras; el imponente templo de Zeus o el completamente restaurado e irreconocible estadio Panatenáico.

Pero el tiempo, ¡ay amigos!, el tiempo y la ruina económica se nos echaba encima y tuvimos que regresar. Así que recogi los pliegues de mi toga, me ceñí la corona de laurel y con un poema elegíaco me despedí de las helénicas tierras que así perdía.

Y en la próxima entrega: La idiosincrasia griega I

02 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 2: Santorini)

Santorini pasa por ser la isla más bella del Egeo. Los cruceros arriban al puerto de Thira, su capital, que queda al pie del acantilado. La gracia, según parece, es subir las incontables escaleras que hay hasta la cima o bien andando o bien en burro (el hedor por las heces de los bichos que suben cargando con los turistas y sus maletas es inenarrable), pero como nosotros llegamos by ferry (es lo bueno de viajar sin la tiranía de los tour-operators que vas y vienes como quieres y te ahorras el sufrimiento de los animales), atracamos en otro puerto donde habían taxis aguardándonos.

La isla es relativamente pequeña, desde Kamari, que usamos como base, visitamos Thira e Ia, ciudad inmensamente fotografiada y que es la que aparece en todos los catálogos sobre Grecia, con sus casas blancas encaladas y sus cúpulas azules; la verdad es que tanto o más hermosa que en las postales. Desde ambas las vistas a la caldera (el lugar ocupado por el mar tras la erupción que fragmentó Santorini en cuatro islas) es espectacular. En Ia asistimos a su famosa puesta de Sol, que dicen es la más hermosa del Mediterráneo (honor que sospecho se lo deben arrogar en más de un lugar). Poco después del crepúsculo, con espontáneos aplausos del vulgo incluido, hubo un apagón general que dejó la ciudad a oscuras.

De Santorini visitamos, entre otras cosas, su Museo del Vino (el vino de la isla es consumido en toda Grecia) y su famosa y atestada Red Beach, llamada así por el color de la arena al pie de un acantilado del mismo color y a la que se llega caminando tras sortear las rocas. Obviamente, navegamos a las islas fragmentadas de Santorini (la volcánica e inhabitada Nea Kameni y la pequeña Thirasia) en un pequeño barco conducido por el capitán Manoli (verídico).

Como dijo Kavafis contemplamos tanta belleza que nuestra visión le pertenecía, lamentablemente debíamos continuar nuestro camino así que abandonamos la piscina del hotel, el gato que desayunaba con nosotros y los Sex on the Beach que nos cascábamos arrullados por el Egeo para pisar nuevamente tierra firme, Atenas nos esperaba.

Y en la próxima entrega: Atenas

01 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca (Tomo 1: Creta)

Buenos amigos, ha llegado el tan deseado momento por todos vosotros de conocer, en cinco estupendas entregas, mis avatares veraniegos. Este año clavé la aguja en la antigua Grecia y tras enfundarme mi toga la Subcomandante y yo atravesamos el espacio aéreo europeo. Nuestra ruta será la siguiente: Atenas --> Creta --> Santorini --> Atenas. ¡Que los dioses nos sean propicios!

Nuestro first stop fue de madrugada en el aeropuerto de Atenas donde aguardamos a que rayara el día para que saliera nuestro ferry hacia Creta. Dormir en el aeropuerto encorvados en un semipupitre escolar reconvertido en sala de espera fue tarea imposible, máxime si tenemos en cuenta que el gélido aire acondicionado de la terminal no invitaba a caer en brazos de Morfeo. Al alba pedimos un taxi (de los taxistas así como de Atenas ya hablaremos en próximas entregas) que nos llevó al puerto del Pireo donde embarcamos en un mastodóntico ferry que nos llevó a Creta, trayecto que aprovechamos para echar una cabezadita en el camarote que con excelente criterio tuve la precaución de reservar.

Desembarcados en Heraklion, alquilamos un coche para lanzarnos a la conquista de la isla y nos dirigimos a nuestra primera parada, Rethymno. Ese trayecto nos sirvió para darnos cuenta que conducir en Grecia no es que sea un deporte de riesgo extremo, tal como hacer puenting con un chicle, sino todo un desafío. Rethymno es una ciudad con un bonito puerto veneciano (fruto de los siglos en que la isla pertenecía a la ciudad estado italiana). Similar a ella, y superior en belleza, fue la siguiente ciudad que visitamos Haina. Ambas se caracterizan por un entramado de pequeñas callejuelas atestadas de restaurantes, tiendas de souvenir y enormes playas. Aunque el turisteo era voluminoso, las largas playas (y que íbamos al atardecer cuando no picaba el astro rey) nos permitían estar bastante distanciados del resto de nuestros congéneres.

Como modernos que somos quisimos hacer trekking y atravesamos la isla, que es extremadamente montañosa y pelona (poca vegetación), para intentar llegar a la garganta de Samaria, a la quisimos acceder por barco tras ser desinformados. Llegamos tarde tras sortear interminables curvas, cabras y pistas forestales, y aprovechamos para bañarnos en una cuasi solitaria cala, donde a la sombra de una enorme roca nos instalamos frente a unas aguas cristalinas de azul turquesa.

Nuestra última parada sería en la capital, Heraklion, cuyo centro histórico tenía menos encanto que el de las dos ciudades anteriores, pero la usamos como base para acercarnos a las ruinas de Knossos, cuna de la civilización minóica, madre de la civilización griega y por ende de la nuestra. Visitamos las ruinas donde la mitología sitúa la historia de Ariadna y el Minotauro. La hipótesis más aceptada sobre el fin abrupto de esta civilización, circa el 1450 a. C. y que algunos identifican con la mítica Atlántida, pasa por ser bombardeada tras la erupción del volcán de Santorini y que fragmentó la isla griega dando lugar a su hermosa caldera. Así que ni cortos ni perezosos nos embarcamos en un ferry rumbo a Santorini para ver cuán de cierto había en esto.

Y en la próxima entrega: Santorini