21 diciembre 2008

Merry Christmas and Happy 2009! + Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto III

Queridos mortales,

Por motivos que no vienen al caso, durante estas fiestas navideñas deberé hacer un paréntesis en mi frenético ritmo de actualizaciones, así que les emplazo hasta el próximo 2009. ¡Sean felices!

¡Salud!

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Siendo hoy domingo les cuento lo siguiente:

El otro día leía que la ganadora del Factor X inglés había hecho una versión navideña totalmente descerebrada de la, por otro lado, megaversionada Hallelujah de Leonard Cohen, y que estaba a punto de alcanzar el número uno en ventas en el Reino Unido. Para evitarlo los fans de Jeff Buckley, autor de la versión canónica, han comenzado una campaña de compra y descarga masiva de la canción para llevar a Buckley al número uno, once años después de su muerte.

Todos ustedes ya conocen mi admiración por Buckley, una de las voces más prodigiosas de la historia de la música, y cuya repentina muerte ahogado con apenas treinta años aún es motivo de lamento. Su padre, Tim Buckley, reputado músico de folk y rock de vanguardia, murío de sobredosis siendo aún más joven. La historia de la música se construye a base de mitos y tragedia.

No he escuchado, ni tengo la más mínima intención en hacerlo, la versión de British Idol, o como se llame el programa, ni sé el nombre de la farsente que la interpreta. Cuando algo ya es perfecto, para qué menearlo. Como diría Juan Ramón "no la toques ya más, que así es la rosa". Después de la versión de Buckley sólo cabe el silencio:

10 diciembre 2008

¡Arde Atenas! La revuelta de los aqueos

Amigos, los recientes acontecimientos en Grecia han hecho que decida levantarme del sarcófago.

Una de las conclusiones que saqué de mi visita a tierras helenas es que más allá del turismo no hay nada, no hay industria, no hay infraestructuras, no hay tecnología, no hay futuro y para colmo tienen un gobierno corrupto, que sucedió a otro anterior de signo contrario e igual de corrupto, con una bolsa de paro de casi el 25% y sin visos de mejora, sobre todo para la gente joven. No había que ser muy listo para darse cuenta que era sólo cuestión de tiempo que una chispa hiciera saltar la llama.

Y sí, claro, hay vandalismo, escaparates rotos, coches quemados, destrozos en el mobiliario urbano, cajeros quemados (por estos, no siento ninguna lástima). Totalmente de acuerdo, la violencia no lleva a ningún sitio, pero a quién criminalizamos, a todos los que se manifiestan o sólo a aquellos que provocan destrozos, o quizá habrá que pedir responsabilidades al gobierno que ha permanecido impasible expoliando y explotando a un país hasta que ha dicho basta. ¿Qué conseguirán las manifestaciones? Quizá nada, pero ¿qué conseguirá el pueblo quedándose en casa, abrazándose a su lamentable estado del bienestar? Nunca está de más recordar a los políticos que el poder sigue siendo del pueblo.

Y lanzo una pregunta al aire, ¿no les resulta familiar este panorama? Quizá en un añito... Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Les dejo una reflexión musical, como siempre los locos son los más lúcidos:



Claro que éste a parte de loco es un genio. Personalmentee prefiero la versión de Veintegenarios en Alburquerque con Manolo Kabezabolo, Robe, Fermín Muguruza y el propio Albert Pla:

http://www.goear.com/listen.php?v=4d811f9

Y no olvidéis que el torturador es un funcionario, que el dictador es un funcionario, burócratas armados que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea, eso y nada más que eso, no son monstruos extraordinarios, no vamos a regalarles esa grandeza.

09 noviembre 2008

Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto II

Recuperemos esta bonita sección que tanto nos gusta. (Ver capítulo anterior)

Rufus Wainwright
He estado viendo a retazos (a ver si puedo verlo completo) el documental Leonard Cohen: Im your man, a mayor gloria del susodicho; la verdad es que tiene buena pinta y es una manera excelente de acceder a un clásico contemporáneo. Sin embargo, lo que nos trae hoy aquí es Rufus Wainwright, uno de esos nombre tan en boga últimamente y al que, sinceramente, no había dedicado ninguna atención. En el documental interpreta tres canciones de Cohen: excelentes las versiones del "Chelsea Hotel" y "Hallelujah" (aunque me sigo quedando con la de esa voz prodigiosa que era Jeff Buckley, a quien Wainwright considera una de sus mayores influencias) y el estupendo trabajo que hace de "Everybody knows".
Sujétense a las sillas porque los pies cobran vida propia. (A partir del minuto 1.50):



The Pixies
Y, como no, siempre es un buen momento para escuchar a los Pixies. Aquí les dejo un par de temas interpretados en directo en el año 88. Aún no se había inventado el grunge y faltaban tres años todavía para el Nevermind de Nirvana; de hecho ni siquiera habían debutado y los Pixies ya andaban reinventando la música.
La siempre potente batería de Dave Lovering, la excelente guitarra de Joey Santiago (uno de los mejores guitarristas de la historia y que permanece todavía hoy ninguneado por la crítica), el monstruo de Black Francis y, como no, la siempre dulce y sensual, y fuera de todos los cánones, Kim Deal.
Primero "Hey" y a partir del minuto 3.10 "Gigantic". Que lo disfruten:

02 noviembre 2008

Viendo Buda explotó por vergüenza (2007) de Hana Makhmalbaf y reflexiones sobre la vergüenza de Afganistán

De sorprendente, sobrecogedora y de obra maestra calificaría la ópera prima de Hana Makhmalbaf, que con veinte añitos ha demostrado que la estirpe de los Makmalbaf (de la que ya comentamos aquí un filme de su hermana), asesorada por su padre y guionizada por su madre, sigue en plena forma.

La trama es bien sencilla: una niña afgana, que vive junto a su madre en las cuevas que todavía hoy existen bajo el espacio que ocuparon los dos grandes budas que volaron los talibán, sueña con ir a la escuela igual que su vecino. Éste le cuenta una divertida historia que aprendió y le dice que para ir necesita un cuaderno y un lápiz. El vía crucis de la niña para conseguir, mediante el trueque de bienes, el material en el mercado de su pueblo es uno de los momentos más emotivos que he visto en la historia del cine (y llevo unos cuantos filmes a mis espaldas). Conseguido o no (no se lo desvelo) la niña topará con la intransigencia de los niños, que repiten la conducta de los adultos, jugando a la guerra e intentando lapidarla por querer ir a la escuela.

Rodada con el estilo neorrealista propio de la escuela iraní, pero siempre con la brecha poética y surrealista de los Makhmalbaf, el guión, los movimientos de cámara, la elección de cada encuadre y la dirección de los actores es soberbia (pese a que hay momentos, sobre todo con el grupo de niños varones, que se nota que están actuando, pero la fuerza de la trama y de la niña eclipsan cualquier amago de crítica).



Aquí y ahora les confieso, que nunca antes sentí un malestar físico en una sala de cine como experimenté viendo la primera parte del filme (cuando la niña intenta conseguir el material escolar). Las imágenes me sobrecogían y me dañaban de tal manera que estuve a punto de abandonar la sala en más de una ocasión, llegó un punto en que no podía abstraerme, me obligaba a pensar que aquello era ficción pero aun así no tenía consuelo. El problema es que uno sabe que eso está pasando realmente, que esa niña (la propia actriz, incluso) no tendrá oportunidades en ese mundo, que el pueblo afgano vive enloquecido en una terrorífica Edad Media, de la que no les salvarán los talibán pero mucho menos las fuerzas de ocupación.

No sé qué demonios hacen las tropas de la ONU allí, pero hagan lo que hagan, lo hacen mal, porque si son incapaces de facilitar el acceso a la educación a las futuras generaciones afganas nada les salvará, nada les hará cambiar el mundo de horror en el que viven. Como seres humanos, el sufrimiento de todos ellos nos disminuye (igual que en el poema de Donne, las campanas doblan por ellos, pero también por nosotros). Todo nuestro estado del bienestar es una afrenta a ese pueblo, y a tantos otros, que nada tienen mientras nosotros nadamos en la abundancia, ignorando cuán afortunados somos. Recuerdo una pintada de mis años universitarios que rezaba lo siguiente: "O repartimos la riqueza o repartimos el sufrimiento".

Quiero en estas últimas líneas destacar el papel de la niña, Nikbakht Noruz, para ella el papel no fue más que un juego, un paréntesis en su día a día, pero su interpretación es una de las más prodigiosas en la historia del cine. Cualquier estudio, cualquier antología que hable de actores infantiles estará incompleto si no se la menciona. Para mí ya es imposible olvidarla y su recuerdo es una espina que debería acompañarnos a todos.

19 octubre 2008

Parecidos razonables

¿Es posible crear un artículo dominical a través de retazos encontrados por Internet? ¿Es posible hacer un copy-paste de opiniones, blogs y publicarlo con tu nombre en El País? O mejor aún: ¿Es lícito copiar un artículo de la Wikipedia y publicarlo como si fuera creación propia y que te paguen por ello, claro? Hay quien demuestra que sí.

Algunos parecidos razonables:

Wikipedia: Robert Johnson

Zeligmanía: El pacto con el diablo de Robert Johnson

El País: La guitarra que afinó el diablo

Y que conste, que estoy seguro que mi página no la visitó: al fin y al cabo, esto no es más que un blog hecho para los amigos y hay otras páginas mucho mas sesudas y completas hablando del músico sureño (eso sí, por aquellos misterios de la Red, si uno pone "Robert Johnson" en Google Images, el enlace a este blog es el primero de todos); por eso sé, que las frases que emplea y las opiniones que vierte son literales de las mismas páginas que consulté yo, por tanto intuyo que hacer el artículo de opinión (si no se lo ha hecho un becario), no le ha llevado más allá de cinco minutos. La moralidad o no del tema la dejo a su elección.

05 octubre 2008

Viendo Vicky, Cristina, Barcelona (2008) de Woody Allen

Bueno amigos, relajen sus músculos, ya he acudido a ver el nuevo Allen. Dejémoslo claro, es una buena película, una comedia amable, con un guión inteligente (como no podía ser de otra forma) que narra el verano en Barcelona de dos turistas americanas que se enamoran de un pintor, que tiene una relación difícil con su ex mujer. Esa es la trama, de eso va la película, y el filme transcurre y acaba como debe ser. Esto, que parece una perogrullada, en cualquier otro director se convertiría en una película de juegos de artificios y situaciones inverosímiles que Allen sabe resolver con maestría; es decir, todo fluye como debe, es un tipo de película que, pese a su aparente sencillez, me atrevería a decir que sólo hay dos directores capaces de filmarla con esta solvencia: el propio Allen y Eric Rohmer, de hecho, trae a la memoria, en más de una ocasión, su obra maestra Cuento de verano.

Las actrices y Bardem -es un filme de actores- están espléndidos. La prensa ha destacado la interpretación de Penélope Cruz, parece que la hayan descubierto ahora, aquí hace ya tiempo que nos rendimos a la evidencia, y no sólo eso sino que creo que ha ido ganando con los años.

Entremos en polémica: En realidad, Barcelona, no aparece tanto. Buena parte del filme transcurre en interiores o casas en el campo, digo esto porque durante el último año hemos tenido que aguantar la tontería de si Allen estaba firmando una postal, de si era una película vacía de contenido, etc. Curiosamente todas esas críticas estaban hechas por gente que no había tenido la posibilidad de ver su trabajo, ladraban por ladrar. Además, plantear el filme así es plenamente congruente: es obvio que si vienen dos turistas a Barcelona, por primera vez, lo que querrán conocer es la Barcelona típica, la de postal (Gaudí, la Rambla, etc.), lo contrario hubiera sido un absurdo.

Otra imbecilidad que he oído durante todo este tiempo es las repetidas quejas del supuesto trato de favor que ha tenido Allen para la realización del filme, coño claro es que es ¡¡Woody Allen!! ¿Deben tener todos los directores que lo deseen posibilidades de rodar en Barcelona? Sí ¿Es admisable que pese a lo anterior Allen tenga un trato de favor? Por supuesto. Pero es que el trato de favor se lo ha ganado con el talento, con el respeto a su trabajo y con las innumerables obras de arte (léase Annie Hall o Manhattan) que ha legado a la posteridad; de la misma manera que habría que abrirles las puertas de par en par a Scorsese, Godard o Erice, por poner tres ejemplos dispares de entre los pocos grandes que nos quedan, si quisieran rodar aquí. Negar esa evidencia, ningunear el genio de esa manera con un relajo y una suficiencia, como si les estuviéramos haciendo un favor, demuestra un absoluto desprecio por el arte y una pequeñez moral que me enferma.

16 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 6: La idiosincrasia griega III. Taxistas, la raza elegida)

Un caso aparte, son los taxidermistas (taxistas griegos) que cumplen a rajatabla todo lo expuesto el día anterior, ellos sí son los reyes, los putos amos, pueden conducir por donde quieran y cometer tantas infracciones como quieran, porque ¡ay, amigos! son taxistas, la raza elegida. A diferencia de los de aquí, donde de lo veloces que son uno siempre está sufriendo por si se les cala el coche, allí el límite de velocidad es el mínimo para empezar a rodar. Huelga decir que llevar el cinturón es opcional y que los asientos traseros contengan alguno es un milagro.

Otra cosa opcional es el taxímetro, teóricamente lo llevan, pero como pueden llevar una estampita de Santa Clotilde, está para hacer bonito. Lo habitual es pactar un precio antes de subir y entonces, como ya es innecesario activarlo, ni tan siquiera se enciende (y en el supuesto, siempre en el supuesto, de que lleve). Pongamos por caso, por otro lado, que usted va camino de su destino y alguien levanta la mano pidiendo un taxi y, casualmente, su dirección coincide con la suya; pues nada, para adentro, se aprietan todos un poco y se cobran dos carreras por una. Hablar por el móvil, discutir a grito pelado con la policía o atar el maletero con una cuerda son otras de las actividades permitidas por ley.

Como anécdota les contaré que en nuestra última noche, de camino al aeropuerto para regresar a casa, tomamos el habitual taxi que, además de cumplir todo lo ya expuesto, aprovechó el tramo de autopista que hay de Atenas al aeropuerto para, literalmente, volar. Como somos gente afortunada tuvimos el honor de ser parados en el único control de velocidad que debe hacerse en toda Grecia. Nos detuvieron, no en el arcén, sino en el carril derecho de la autopista y hicieron bajar a nuestro conductor que tenía pinta de albanés y de no llevar todos los papeles en regla. Éste desapareció detrás de una furgoneta de la policía, que quedaba unos metros por detrás, y allí nos quedamos, en medio de la autopista, con los coches silbando a nuestro alrededor y con un vuelo que tomar.

A los cinco minutos sin que nos dijeran nada, el tío Zelig, más chulo que un ocho, sale del coche y le indican los agentes, que aparecían y desaparecían de detrás de la furgoneta, que iba demasiado rápido el taxi y que volviera al interior del vehículo. Diez minutos después, sin tener ninguna información, decido salir nuevamente del coche a ver qué cojones pasa y un guardia joven, gordo y flatulento (más propio de una slapstick que no de un trhiller) me responde a voz en grito “Inside now!!!!!”, a lo que, como buen gallito, me mantengo impertérrito y cuando le veo venir hacia mí, tomo la precaución de entrar rápidamente en el coche no sea que acabe en comisaría. Afortunadamente, al poco rato, nuestro taxista, con una multa debajo del brazo, regresa y con un “excuse me” nos lleva al aeropuerto, donde sufrimos el habitual retraso de los low cost, pero eso, amigos, ya es otra historia.

PD: Si nunca quieren comprar una Magnum 9mm parabellum, solo tiene que acercarse al mercado del Monastiraki donde gentilmente les atenderán.

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Bien amigos, con esto acaba este exitoso coleccionable. Espero que les haya gustado y no dejen de visitar, si tienen la oportunidad, la vieja Grecia. Disfrutarán de lo lindo y tendran la oportunidad de cotejar tantas otras anécdotas que me he dejado en el tintero. Bon voyage!

14 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 5: La idiosincrasia griega II)

Una cosa que uno tiene que tener claro cuando llega a Grecia es que las calles son para conducir, no para los peatones. Amigo, si usted está al volante de un automóvil, no tiene nada de qué preocuparse, usted es huevito de oro, usted es inviolable, por encima suyo sólo está Zeus y eso si va sobre cuatro ruedas.

En Grecia se circula por los arcenes de las carreteras, de hecho están considerados un carril más (arcenes minúsculos, obviamente). Lo habitual es que las carreteras sean de doble sentido con un carril por lado más un mini arcén; por tanto, saltarse la continua, doble continua y hacer dobles o triples adelantamientos es lo habitual. No exagero, a la que conduzcan cinco minutos por cualquier carretera griega tendrán sobrados ejemplos de todo lo anterior: que las carreteras griegas no estén plagadas de cadáveres sólo puede ser obra de los dioses. Por cierto, todas están plagadas de pequeñas capillas de madera, como casas de muñecas, cuyo propósito no acabé de entender, pero que reflejan claramente la noción de vivir al límite.

Otra peculiaridad es que uno conduce para estar siempre en movimiento. Imagínese que usted llega a un cruce con un paso de peatones y, casualmente, cruzan una veintena de chicos de colonias (caso verídico), no le quepa la menor duda que al cuarto niño ya le están pitando (recuerde que usted cumple las reglas: paso cebra, preferencia niños, parar), pero ese no es el problema de los que vienen detrás. Usted, como primero de la fila, debe permitir seguir circulando a los demás y no me explique mandangas de niños y preferencias, ese no es mi problema, yo debo seguir rodando.

Para acabar sepan que mientras el pito se usa constantemente los intermitentes no existen, yo creo que ni siquiera los instalan de serie. Eso sí, si usted quiere señalizar para aparcar no se le ocurra poner los intermitentes porque le pitaran y le dirán el nombre del padre en todas las declinaciones posibles; usted ha de poner las luces de emergencia, para que los demás entiendan que algo muy gordo ha pasado para que quiera detenerse.

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Queridos hermanos, dado el éxito de las entregas anteriores he decidido alargar la colección un número más y les emplazo al próximo miércoles 17 donde disfrutarán de la última entrega: La idiosincrasia griega III: El taxista la raza elegida.

08 septiembre 2008

Vacaciones 2008: Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 4: La idiosincrasia griega I)

Queridos hermanos nos acercamos al fin de nuestra colección. Hoy, bajo el membrete de la idiosincrasia griega, vamos a analizar alguna de las peculiaridades helenas y dejaremos para el segundo volumen los taxidermistas (conductores de taxis griegos) y una jugosa anécdota:

1. Una de las cosas más chocantes es que el timbre de voz griego es muy similar al español y es bastante habitual dudar si los de tu lado hablan en castellano y no los has entendido bien o son griegos.

2. Discutir, los griegos discuten por todo, y al decir discutir digo chillar y partirse la camisa si hace falta.

3. Dicho lo anterior, no son nada violentos, de hecho en ningún momento tuvimos sensación alguna de peligro.

4. El griego no es especialmente simpático, no te sonríen por la calle y te saludan como los irlandeses, son totalmente indiferentes a tu presencia

5. Dicho lo anterior, eso no es aplicable cuando buscas restaurante o paseas por una zona llena de ídems como los puertos, entonces son todo lo zalameros que quieran y te hacen la pelota descaradamente. Afortunadamente no hablan español casi ninguno, digo afortunadamente porque llevados por esa zalamería pueden estar toda la noche repitiéndote las cuatro palabras que saben mientras tu sonríes de medio lado.

6. La cocina griega no es nada del otro mundo, platos típicos: la musaka, la ensalada griega y el yogur. El resto platos combinados como aquí pero con más cantidad y algo más de calidad. Huelga decir que yo comí como un rey. El plato típico griego es el souvlikai, que es nuestro pincho moruno.

7. El vino, generalmente de Creta, Santorini o Tesalonika es aceptable y no excesivamente caro. La otra bebida típica es el Ouzo un licor de anís fuertecillo (un digestive, vaya).

8. Sorprende lo barato que son las botellas de agua, difícilmente, ni en el restaurante más lujoso, costará la botella más de un euro.

9. Los precios son más baratos que aquí. Claro que ¿dónde no son más baratos que aquí?

10. Grecia vive por y para el turismo, no hay ninguna otra industria y prácticamente todas las profesiones están relacionadas con el sector servicios.

11. Aunque parezca mentira no hay ni un solo turista japonés. De catalanes, los japoneses del Viejo Continente, en Creta tampoco, en Santorini y Atenas sí nos dejamos ver más. Por cierto aquí no saben situar Catalonia, ni se inmutan si les dices que eres de ahí, complicidad cero.

Y 12, como los trabajos de Hércules, no hay límites para subir personas en una moto, ver tres personas y que conduzca el niño es habitual, aunque la plusmarca era de 4 (visto en Rethymno), ni que decir tiene que todos sin casco.

Y en la próxima entrega: La idiosincrasia griega II

04 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 3: Atenas)

Atenas es una ciudad caótica, mucho más grande y extensa de lo que pensaba (algo de lo que uno se da cuenta desde el Acrópolis viendo como la ciudad se extiende, como una mancha de aceite, hasta donde la vista alcanza).

Realmente si uno va a Atenas me atrevería a decir que más allá del barrio de Plaka y la zona del Monastiraki el resto es prescindible, una gran ciudad europea más. Así que lo acertado es, like us, acomodarse en una de estas zonas ubicadas en la falda del Acrópolis. Ambos barrios, como todo barrio antiguo que se precie, está plagado de callejuelas, curiosamente fruto de la ocupación turca (el acérrimo enemigo griego). Esta zona, en tiempos caótica, se convirtió en peatonal durante los JJ. OO. del 2004 y hoy es uno de los paseos peatonales más grandes de Europa donde caminar es toda una delicia, sobre todo de noche, mientras se contempla el Acrópolis iluminado y el antiguo foro griego.

Pero vayamos a donde todos vamos, el Acrópolis. Efectivamente, está en ruinas, pero son unas ruinas tan hermosas y con un peso de la historia tan abrumador que es imposible resistirse a su encanto. Curiosamente, el estado actual del Partenón es bastante reciente, prácticamente había llegado inalterado desde la época clásica hasta el s. XVII, cuando los turcos lo usaron de arsenal durante un asedio veneciano a la ciudad, con la ingenua idea de que nunca se atreverían a atacarlo. Los venecianos, en cambio, no dudaron en bombardearlo y éste saltó por los aires; el expolio británico a principios del s. XIX hizo el resto. Hoy en día hay salas vacías en los museos griegos esperando su devolución. De momento, los británicos hacen oídos sordos.

Otros espacios ineludibles por el que camino el que les escribe son: el foro griego, donde Sócrates exponía sus ideas; el teatro de Dionisos donde Sófocles o Eurípides estrenaron sus obras; el imponente templo de Zeus o el completamente restaurado e irreconocible estadio Panatenáico.

Pero el tiempo, ¡ay amigos!, el tiempo y la ruina económica se nos echaba encima y tuvimos que regresar. Así que recogi los pliegues de mi toga, me ceñí la corona de laurel y con un poema elegíaco me despedí de las helénicas tierras que así perdía.

Y en la próxima entrega: La idiosincrasia griega I

02 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 2: Santorini)

Santorini pasa por ser la isla más bella del Egeo. Los cruceros arriban al puerto de Thira, su capital, que queda al pie del acantilado. La gracia, según parece, es subir las incontables escaleras que hay hasta la cima o bien andando o bien en burro (el hedor por las heces de los bichos que suben cargando con los turistas y sus maletas es inenarrable), pero como nosotros llegamos by ferry (es lo bueno de viajar sin la tiranía de los tour-operators que vas y vienes como quieres y te ahorras el sufrimiento de los animales), atracamos en otro puerto donde habían taxis aguardándonos.

La isla es relativamente pequeña, desde Kamari, que usamos como base, visitamos Thira e Ia, ciudad inmensamente fotografiada y que es la que aparece en todos los catálogos sobre Grecia, con sus casas blancas encaladas y sus cúpulas azules; la verdad es que tanto o más hermosa que en las postales. Desde ambas las vistas a la caldera (el lugar ocupado por el mar tras la erupción que fragmentó Santorini en cuatro islas) es espectacular. En Ia asistimos a su famosa puesta de Sol, que dicen es la más hermosa del Mediterráneo (honor que sospecho se lo deben arrogar en más de un lugar). Poco después del crepúsculo, con espontáneos aplausos del vulgo incluido, hubo un apagón general que dejó la ciudad a oscuras.

De Santorini visitamos, entre otras cosas, su Museo del Vino (el vino de la isla es consumido en toda Grecia) y su famosa y atestada Red Beach, llamada así por el color de la arena al pie de un acantilado del mismo color y a la que se llega caminando tras sortear las rocas. Obviamente, navegamos a las islas fragmentadas de Santorini (la volcánica e inhabitada Nea Kameni y la pequeña Thirasia) en un pequeño barco conducido por el capitán Manoli (verídico).

Como dijo Kavafis contemplamos tanta belleza que nuestra visión le pertenecía, lamentablemente debíamos continuar nuestro camino así que abandonamos la piscina del hotel, el gato que desayunaba con nosotros y los Sex on the Beach que nos cascábamos arrullados por el Egeo para pisar nuevamente tierra firme, Atenas nos esperaba.

Y en la próxima entrega: Atenas

01 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca (Tomo 1: Creta)

Buenos amigos, ha llegado el tan deseado momento por todos vosotros de conocer, en cinco estupendas entregas, mis avatares veraniegos. Este año clavé la aguja en la antigua Grecia y tras enfundarme mi toga la Subcomandante y yo atravesamos el espacio aéreo europeo. Nuestra ruta será la siguiente: Atenas --> Creta --> Santorini --> Atenas. ¡Que los dioses nos sean propicios!

Nuestro first stop fue de madrugada en el aeropuerto de Atenas donde aguardamos a que rayara el día para que saliera nuestro ferry hacia Creta. Dormir en el aeropuerto encorvados en un semipupitre escolar reconvertido en sala de espera fue tarea imposible, máxime si tenemos en cuenta que el gélido aire acondicionado de la terminal no invitaba a caer en brazos de Morfeo. Al alba pedimos un taxi (de los taxistas así como de Atenas ya hablaremos en próximas entregas) que nos llevó al puerto del Pireo donde embarcamos en un mastodóntico ferry que nos llevó a Creta, trayecto que aprovechamos para echar una cabezadita en el camarote que con excelente criterio tuve la precaución de reservar.

Desembarcados en Heraklion, alquilamos un coche para lanzarnos a la conquista de la isla y nos dirigimos a nuestra primera parada, Rethymno. Ese trayecto nos sirvió para darnos cuenta que conducir en Grecia no es que sea un deporte de riesgo extremo, tal como hacer puenting con un chicle, sino todo un desafío. Rethymno es una ciudad con un bonito puerto veneciano (fruto de los siglos en que la isla pertenecía a la ciudad estado italiana). Similar a ella, y superior en belleza, fue la siguiente ciudad que visitamos Haina. Ambas se caracterizan por un entramado de pequeñas callejuelas atestadas de restaurantes, tiendas de souvenir y enormes playas. Aunque el turisteo era voluminoso, las largas playas (y que íbamos al atardecer cuando no picaba el astro rey) nos permitían estar bastante distanciados del resto de nuestros congéneres.

Como modernos que somos quisimos hacer trekking y atravesamos la isla, que es extremadamente montañosa y pelona (poca vegetación), para intentar llegar a la garganta de Samaria, a la quisimos acceder por barco tras ser desinformados. Llegamos tarde tras sortear interminables curvas, cabras y pistas forestales, y aprovechamos para bañarnos en una cuasi solitaria cala, donde a la sombra de una enorme roca nos instalamos frente a unas aguas cristalinas de azul turquesa.

Nuestra última parada sería en la capital, Heraklion, cuyo centro histórico tenía menos encanto que el de las dos ciudades anteriores, pero la usamos como base para acercarnos a las ruinas de Knossos, cuna de la civilización minóica, madre de la civilización griega y por ende de la nuestra. Visitamos las ruinas donde la mitología sitúa la historia de Ariadna y el Minotauro. La hipótesis más aceptada sobre el fin abrupto de esta civilización, circa el 1450 a. C. y que algunos identifican con la mítica Atlántida, pasa por ser bombardeada tras la erupción del volcán de Santorini y que fragmentó la isla griega dando lugar a su hermosa caldera. Así que ni cortos ni perezosos nos embarcamos en un ferry rumbo a Santorini para ver cuán de cierto había en esto.

Y en la próxima entrega: Santorini

12 agosto 2008

¡Cerrado por Vacaciones, again and again!

Queridos mortales, llega un momento en que todo hombre debe hacer lo que debe hacer y en este caso es calzarse el pantalón corto y perderse por lugares recónditos alejados del mundanal ruido. Por eso y tras hacerle la revisión "Vacaciones Guay + cambio de aceite" a mi batiscafo me sumergiré en las medusianas aguas del Mediterráneo y expoliando un pecio por aquí tropezando con un vertido de aceite por allá, espero reencontrarles a todos a mi regreso.

Mientras tanto y manteniendo nuestra tradición estival, les anoto tres cosas que, a mi pesar, no podré hacer este verano:

1. Patear partículas en el Gran Acelerador de ídems de Ginebra mientras se forma un agujero negro
2. Comprar un piso en un páramo inhospito (aka Pocerolandia) para invertir; porque la vivienda nunca baja.
3. Abonar alguna de las minutas que dejó pendiente en la Casita Blanca nuestro insigne miembro de la Falange, embajador franquista y expresidente de una de las organizaciones corruptas por excelencia (aka COI)*

Bien amigos, espero leerles y hasta comentarles desde la distancia.

Saludos,

Z.

*Les dejo como concurso veraniego que adivinen la respuesta.

23 julio 2008

Esquivando la crisis: Ruddigore, Vigalondo y Springsteen

Para todos aquellos que me enterraron prematuramente he aquí tres perlitas de mis azarosos avateres de los últimos días:

Ruddigore o la nissaga maleïda. Una de las sorpresas de la temporada teatral barcelonina ha sido este divertido espectáculo de los clásicos Gilbert & Sullivan (autores, entre otras, de El Mikado) montado por una joven compañía que lo defiende estupendamente. Una maldición pesa sobre la dinastia Ruddigore, todos sus barones deben acometer un crimen diario, pero el pueblo tratará siempre de una manera u otra que ese día no le toque a él.

El musical sobrenatural, como ellos lo han subtitulado, está plagado de personajes histriónicos y escenas hilarantes. Este verano están de bolos, asi que si paran en la plaza de su pueblo yo iría a verlos.

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Los cronocrímenes. Tenía mucha curiosidad por ver el filme de Nacho Vigalondo, cuyos cortos tengo en alta estima. Por un lado, la poca información que había de la película y los continuos retrasos de su estreno, que iban por el camino de convertirla en una película maldita, y por otro mi voluntad de no querer informarme de nada relacionado con ella hacían que mi predisposición fuera total.

Finalmente el filme es correcto, curioso en su planteamiento, y se deja ver sin dificultad. Con originalidad y una buena planificación suple la falta de presupuesto y hace que los mini viajes en el tiempo sean creíbles. Échenle un ojo, que la originalidad no abunda.

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The Boss. Como siempre el amigo Bruce se comportó y volvió a dar un concierto de muchos quilates. Sudó la camiseta y la E Street Band demostró que sigue siendo una banda muy grande, a la que quizá no le queda ya mucho recorrido (la muerte de Frederici y Clarence ya está bastante madurito), así que hay que aprovechar todas las oportunidades que se presentan.

El repertorio estuvo dedicado a los fans, cayo algún hit de siempre, "Born to run", pero hubieron también muchas otras canciones no habituales en su repertorio, "Rosalita", pero siempre desde el punto de vista rockero, no hubo tiempo para los medios tonos, fueron tres horas de auténtica adrenalina.

Para quien quiera una crónica más detallada acudan al blog de nuestro amigo Lev/Valdi al que conseguí dos estupendas localidades y para revisar antiguas crónicas del que les habla... click.

01 julio 2008

Por la sangre de Abdón. De cuando el fútbol se convirtió en leyenda

"Cuando un muchacho llega, por a o b, y sin previo entrenamiento, a gustar de ese fuerte alcohol de varones que es la gloria, pierde la cabeza irremisiblemente. Es un paraíso demasiado artificial para su joven corazón." 

Así empieza, el mítico y trágico Horacio Quiroga su  relato "Juan Polti", inspirado en el suicidio real de Abdón Porte, el cual el siempre genial Vila-Matas glosaba unos días atrás en un excelente artículo.


La historia, tras el reciente y ya cansino triunfo español en la Eurocopa, viene al pelo. Abdón Porte era el capitán y la estrella del Nacional de Montevideo. Corría el año 1918 y había ganado el año anterior la liga, la copa y la Copa América de selecciones. Conviene recordar que, probablemente, el mejor fútbol de la época se hacía en Uruguay, que ganó varias veces durante aquellos años la Copa América, así como las Olimpiadas de 1924, 1928 y el primer Campeonato del Mundo en el año 1930 (celebrado precisamente ahí como reconocimiento a su trayectoria internacional). Así que Porte era, sin duda, uno de los mejores jugadores del mundo.

Pero en el año 1918 la estrella de Porte declinaba y comenzó a ser suplente de la savia nueva. El 5 de marzo de 1918 jugó entero su último partido, el Nacional ganó y, tras celebrar el triunfo con sus compañeros, regresó al estadio a medianoche para dispararse en el corazón justo en el círculo central. Paradójicamente, como bien recuerda Vila-Matas, unos años después, en el partido inaugural del primer Campeonato del Mundo de Fútbol, el balón se pondría en movimiento en el punto exacto donde Porte cayó desplomado. Casi un siglo después todavía ondea en una tribuna del estadio una bandera que reza: "Por la sangre de Abdón".

16 junio 2008

La superporra de la Eurocopa 2008

Bueno queridos mortales, después de unos días de reflexión he despertado de mi letargo con lo único, el "furbo", así que bajando considerablemente el nivel de actualizaciones al que me tengo acostumbrado, vamos a hacer una de nuestras añoradas porras que, como es menester, tendrá un suculento premio para el ganador.


El asunto en cuestión es elegir al ganador y finalista de la Eurocopa en la que nos hallamos. Reglas: no se  puede repetir la misma combinación, el primero que llega elige (por ejemplo, se pueden repetir los mismos finalistas, pero el ganador ha de ser distinto). Tienen de tiempo para votar hasta el primer partido de cuartos, esto es hasta el próximo jueves 19 a las 20.30 h.

Para facilitarles las cosas, les detallo como está todo hasta el momento:

Cuartos de final:

1: Portugal - Alemania
2: Croacia - Turquía
3: Holanda - Rusia
4: España - Italia

Semifinales:

5: Alemania - Turquía
6: Rusia - España

Final:

Ganador 5 - Ganador 6

Apasionante ¿verdad? Que ustedes lo apuesten bien.

27 mayo 2008

Complaciendo peticiones 3: Viendo Viendo The Wall, La gran evasión y No es país para viejos

Bueno seguimos con la ronda de peticiones, esta vez vamos a satisfacer a dos pajarracos de un tiro: al señor Young, al que le tocaba por orden de llegada, y al señor Oscar que compartía sus gustos y peticiones (su demanda de La guerra de Charlie Wilson no podrá ser atendida, pues no he visto el filme de Mike Nichols).

The Wall (1982) de Alan Parker: Es una película que tiene a su favor la excelente música de Pink Floyd, algunos momentos interesantes y su importancia dentro del cine musical (o, para ser más exactos, dentro del subgénero de opera rock o grupos musicales, como quieran llamarle). Dicho esto, como película creo que está sobrevalorada y aunque tiene aciertos, es su propia singularidad lo que la hace especial, igual que el Tommy de The Who o Quadrophenia.

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La Gran Evasión (1962) de John Sturges: Ya son unas cuantas las veces que he visto el filme. Es una de esas películas hipnóticas, con las que estás perdido como les prestes un poco de atención pues acabas tragándote, sin remedio, las tres horas de metraje. Además, con el tiempo siempre olvido si éste u éste otro personaje consigue escapar, con lo que puedo volver a verla y disfrutarla de nuevo. Otro filme hermano de este sería Los doce del patíbulo.

De este visionado me quedo con la gran interpretación de Richard Attenborough, en la que otras veces no había reparado seducido por personajes más llamativos como el de Steve McQueen, y ¡ojo! de Charles Bronson, mucho antes de ser el Justiciero de Medianoche. En fin, un filme ideal para pasar una tarde entretenida

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No es país para viejos (2008) de Joel y Ethan Coen: Ya lo he dicho en más de una ocasión, para mí los hermanos Coen dan una de cal y otra de arena según el viento les dé, esta vez sí han dado en el clavo. Su último filme es un espléndido trabajo, aunque no sé si para bañarlo en Oscar. El filme arranca con una obertura magistral, llamémosle homenaje, muy similar a la de Paris, Texas la obra maestra de Wim Wenders, de cuando Wenders era Wenders y no esas películas que hace ahora. En cualquier caso la trama, la fotografía, la dirección y los actores son excelentes.

Para que no haya dudas, Bardem es un gran actor y actúa estupendamente, el plano en que mata al policía en la comisaria al inicio del filme sobrecoge y tiene una fuerza descomunal, por eso no entiendo por qué el resto del filme los Coen mantienen con la misma cara de palo, pienso que le podrían haber sacado mucho más a su interpretación.

Pero, la mención especial, se la quiero hacer a Josh Brolin (que para los mitómanos les diré que era uno de los niños de Los Goonies), sin duda uno de los mejores actores del momento; un valor muy sólido que hace de su presencia en una película toda una garantía. Su interpretación es soberbia y da muestras de que es un actor con registros (pues su papel es diametralmente opuesto al que hizo en Planet Terror y American Gangster). A este tipo habrá que seguirle de cerca.

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Y con esto queridos me despido hasta la próxima ronda de peticiones donde el homenajeado será el señor Nonsenses. Vean cine.

19 mayo 2008

El pacto con el diablo de Robert Johnson

No sé muy bien por qué nunca he dedicado demasiado tiempo a escuchar blues (seguramente porque uno nunca tiene demasiado tiempo para nada). La primera vez que ví el nombre de Robert Johnson fue leyendo un artículo sobre un disco de versiones que había hecho sobre él Eric Clapton. No recuerdo qué decía el texto, creo que pasaba de puntillas sobre su figura, pero algo quedó grabado en mi subconsciente, hasta hace unos días, cuando viendo un documental sobre John Hammond, el gran cazatalentos y productor clásico del blues, se mencionó de nuevo su nombre y cual magdalena de Proust volví sobre su pasado.



Robert Johnson nació en 1911 en un pueblo de los arrabales del Delta del Misisipi. Mujeriego y vagabundo enviudó muy joven y se dedicó a acompañar a músicos clásicos del blues como Son House y Willie Brown, los cuales se divertían con un jovencísimo Johnson que era un absoluto negado para la música. Durante un tiempo, poco más de un año, desapareció de la circulación y cuando reapareció (los mismos House y Brown lo atestiguaron) se había convertido en un virtuoso de la guitarra con una voz prodigiosa.

Su fama creció por momentos y realizó dos únicas sesiones de grabación legando 29 temas. Entonces desapareció de nuevo. Hammond quería contactar con él, era el prodigio más importante que había dado el blues hasta el momento, y ya promocionaba un concierto en Nueva York que le catapultaría definitivamente a la fama. Pero Johnson seguía desaparecido. Poco después apareció su cadáver: era 1938 y tenía sólo 27 años. Nacía la leyenda.

Según parece Johnson era un tipo extraño, una alma errante que de la noche a la mañana se convirtió en un talento innato. Tocaba muchas veces de espaldas al público, semiescondido, como si ocultara algo. Tenía un carácter difícil: era borracho, marrullero y un auténtico conquistador. Pero la gran pregunta es ¿de dónde le sobrevino su talento? La historia confundida con la leyenda se repite en el Misisipi desde entonces: Johnson había hecho un pacto con el diablo.

Se contaba que a mediados de los años treinta había acudido a un cruce de caminos poco antes de la medianoche para tocar. Al poco apareció una figura negra de gran tamaño que le tomó la guitarra para afinársela, luego se la devolvió y desapareció. Curiosamente todas las canciones de Johnson mencionan al diablo de una u otra forma y se dice que su temprana muerte fue el tributo que tuvo que pagar por su talento (otra versión no oficial habla de que fue envenenado en un taberna tras seducir a la mujer del dueño, pese a que le advirtieron
-cosa que todo hombre debe saber- que nunca hay que beber de una botella de whisky abierta).

Actualmente sólo se conservan dos fotos de Johnson y las 29 canciones; como dijo Scorsese: "el hecho es que él sólo existe en sus canciones, el resto es pura leyenda". Lo cierto es que estas grabaciones, sin entrar a valorar si a uno le gusta más o menos el blues, tienen algo de irreal y fantasmagórico.

Lo más curioso es que, aunque parezca mentira, a día de hoy no es raro ver a jóvenes negros tocando a medianoche en los polvorientos cruces de caminos del Delta del Misisipi.


Robert Johnson: "Sweet Home Chicago"

12 mayo 2008

Complaciendo peticiones 2: Viendo Nine Songs, Zulo y Los Simpson: la película

Bueno queridos, sigamos con la ronda de peticiones ¿pensaban que me había olvidado? Las iremos espaciando en el tiempo. Hoy, por escrupuloso orden de intervención, toca complecer a la señorita Bronski.

Nine Songs (2004) de Michael Winterbottom. Creo que es conocida mi admiración por la obra del director inglés, uno de los talentos jóvenes más interesantes del momento. Sin embargo este filme no satisfizo mis expectativas. Es una película correcta, con sexo explícito y un buen puñado de canciones que intentan reflejar el panorama musical de una época. Creo que su intención era hacer un remedo actual de su aclamada 24 Hour Party People, pero no creo que se planteara, en ningún caso, hacer crítica social.

El problema del filme es que es sólo eso: una pareja que folla sin descanso y que asiste a conciertos. Fin de la película. La selección musical no esta mal, hay buenos grupos que han marcado época, Primal Scream, o que pueden hacer historia, Franz Ferdinand, y otros que caeran en el olvido. Por cierto, dato para curiosos, teóricamente el filme es una libre adaptación de Plataforma de Houellebecq.

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Zulo (2006) de Carlos Martín Ferrera. Interesante la ópera prima de este, para mí, desconocido director. Con muy pocos medios y una excelente interpretación del protagonista, consigue hacer verosímil la historia de un personaje encerrado sin saber por qué en un zulo y su largo cautiverio.

El director consigue con unos resultados más que correctos no caer en la reiteración, el protagonista esta practicamente todo el filme solo en pantalla, y mostrar de forma creible el progresivo deterioro físico y mental del reo.

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Los Simpson: la película (2007) de David Silverman. Esperaba mucho más de este filme; teniendo como tiene la serie episodios antológicos la película no logra estar a la altura. Si bien su primera parte es excelente (Spidercerdo está inmenso), a partir de la huida de Springfield de la familia, el filme se hace pesado.

El error está en centrarse demasiado en los propios Simpson y obviar a los secundarios (que son, precisamente, el gran acierto de la serie), a los que se les confiere casi un papel residual. Correcta, pero es una lástima no haber aprovechado todo su potencial para haber dado mucho más.

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C'est tout! La siguiente triada, todo se andará, será en honor del señor Young y contendrá: La gran evasión, The Wall y No es país para viejos.

04 mayo 2008

Asaltando mí memoria. Viendo, veinte años después, Detour (1945) de Edgar G. Ulmer

Durante muchos años a aquel que quisiera escucharme le hablaba de una película que había visto en mi tierna infancia, pónganle hace veinte años, más o menos. La emitieron un verano en sesión de tarde, en TV3 para ser más exactos (en aquella época aún podía verse una película en B/N en una televisión pública). Recordaba el título Detour, y que era una especie de road movie y cine negro donde el protagonista narraba en off su historia (no recordaba exactamente de qué iba) y hacía mención, constantemente, a la "Sue", su amada. Nunca volví a verla, aunque creo que Garci la pasó en su programa o se volvió a emitir alguna vez en televisión de madrugada, recuerdo pedirle a un amigo que me la grabara, aunque la cinta nunca llegó a mis manos. En fin, no hace mucho caminaba medio dormido por una estación de tren cuando la vi de reojo en un cajón de filmes en oferta y me lancé sobre ella.

Hoy, veinte años después, me dispuse a verla. El filme es un producto de serie B en toda regla. Una película, de poco más de una hora de duración, de cine negro y carretera rodada en apenas seis días y con un presupuesto ridículo. Los actores son regulares y hay, incluso, algún plano que parece un descarte de montaje por su falta de raccord. No descarto este extremo, en tiempos -esto era práctica habitual en el cine mudo- se montaban versiones de la misma película con descartes de las tomas buenas; esto era así, entre otros motivos, porque la película se desgastaba a fuerza de hacer copias o porque se hacían clones de copias para el mercado europeo o para otros circuitos. De hecho, muchas de las películas que hoy conservamos de aquella época son refritos donde se aprovechan los mejores planos para hacer una copia definitiva. Tratándose como era de una película de serie B, casi Z si no fuera porque el género Z nacería en los cincuenta, no sería nada descartable.

Si todo esto es así, ¿por qué es una película mítica? (ya no sólo para mí, sino también para la historia del cine), por varios motivos: el primero su director, Edgar G. Ulmer, que había sido ayudante de dirección del gran Murnau (vino con él para hacer Amanecer [1927], el primer filme americano del director alemán), y firmaría poco después un filme de terror mítico The Black Cat (1934), con Boris Karloff y Bela Lugosi, pero que tuvo la "desgracia" de tener un affaire con la mujer de un pariente de Carl Laemmle, el todopoderoso presidente de la Universal, lo que le cerró las puertas del éxito y se vio recluido a la serie B. La calidad de Ulmer se nota, sobre todo, en el uso de la fotografía.
Nota: el gran cine negro americano es deudor del expresionismo alemán, no sólo fotográficamente sino también de sus -algunas- surrealistas tramas. Ahí está, sin ir más lejos, el clásico de Huston y Bogart El Halcón Maltés. Alguien debería estudiar esto de forma seria: la continuación formal que tuvo el expresionismo alemán en el cine negro clásico estadounidense.

El guión del filme, trufado de diálogos mordaces, es excelente: un pianista viaja en autoestop desde la Costa Este a Hollywood en busca de su amada, la Sue, una cantante que ha marchado allí a hacerse un nombre. Por el camino le recoge un hombre y el conductor decide intercambiar el asiento con él para que pueda descansar, al rato comprobará que no estaba dormido como pensaba sino muerto. El pianista decide deshacerse del cadáver y asumir su identidad... La película está narrada desde el punto de vista del pianista, Tom Neal, y uno duda si es un pobre hombre al que el azar le ha jugado una mala pasada (tema posmoderno avant la lettre, ahí está Paul Auster, sin ir más lejos) o es un asesino que intenta justificar sus crímenes (casualidades del destino, el protagonista pasó sus últimos días entre rejas después de asesinar a su tercera esposa). La trama se complicará aún más con la aparición de una misteriosa mujer, Ann Savage, excelente como femme fatale, que intentará chantajear al protagonista...

El filme, como ya dije, es rudo, sucio, con protagonistas feos, mal afeitados, se nota el calor y el sudor del desierto por donde transitan. Todo ello unido a la excelente fotografía, la introspección psicológica del protagonista, el azar, el magnífico guión y el aura mítica de su director y protagonista hacen de esta una película única, un filme isla en la historia del cine que hace ya tiempo figura en ese salón de películas extrañas y míticas que todo buen aficionado merece ver una vez en la vida y que recomiendo enfervorecidamente.

PD: Acabo de saber que Detour tiene especial importancia en la novela de Vila-Matas, El mal de Montano, esto lo hace aún más fascinante, si cabe.

28 abril 2008

Sant Jordi 2008 + Reflexiones sobre "Chaplin en imágenes"

Queridos hermanos, con unos días de retraso les reporto las nuevas sobre el día de Sant Jordi: un año más, nadie se digno a entregarme una rosa, pero sí que mi adorada Mofletes me agasajó con un par de buenos libros: Los perros románticos, una antología poética de Roberto Bolaño, con la que voy ampliando mi biblioteca del autor chileno, y Sueños que no compra el dinero. (Balance y nombres del surrealismo) de Antonio Martínez Sarrión, un pequeño ensayo-balance del movimiento surrealista hermosamente editado por la que, seguramente, es la mejor editorial de este país, Pre-textos.

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Sobre la campana (el último día a última hora) me acerqué a ver la exposición "Chaplin en imágenes" que organizaba el CaixaForum. Estaba bien, como punto de entrada al mundo de Chaplin, pero no era nada más que eso. Participaba del tipo de exposiciones facilonas con cuatro fotos y carteles sobre inmesos plafones vacíos que demuestran igual desinterés tanto en los comisarios como en la organización.

Se echaba en falta saber algo más de sus inicios en Londres con la compañía Karno; de sus relaciones con los otros cómicos de la época; de la fundación de la United Artist con Douglas Fairbanks y Mary Pickford; del escándalo con William Randolph Hearst y el asesinato de Thomas H. Ince; de sus múltiples esposas; de Edna Purviance, actriz a la que pasó un sueldo vitalicio hasta su muerte; de la caza de brujas (tocado muy de pasada); de sus imitadores; de las leyendas de Charlie Rivel o Marcelino Arbés; de su bien argumentado rechazo al sonoro; de su destierro de Estados Unidos; de la relación con su última esposa, Oona O'Neill (hija del dramaturgo Eugene O'Neill que siempre se opuso a la relación de ella, mucho más joven que él); de sus años en Suiza; de su opinión sobre el mundo del cine, tantos años después, etc.

Todo esto, que se me ocurre a vuelapluma, es una lastima que no se haya desarrollado en una exposición trabajada y digna, como merece la figura, que no se quedara sólo en la anécdota. Para los que amamos el cine mudo, oportunidades perdidas como ésta nos resultan mucho más dolorosas.

20 abril 2008

Cosas que ver un domingo cuando estás de resaca

Como uno ya no tiene edad para estas cosas la mejor manera de pasar la mona es tumbado en el sofá viendo cosas que uno tiene pendiente mientras se jura y perjura que será la última vez.

Return to Glennascaul (1951): Es una pequeña joya, conocida como la historia de fantasmas de Orson Wells, de la que había oído hablar pero que era inencontrable, hasta que hace poco di con ella. Es un mediometraje: una película de dos rollos como la denomina Peter Bogdanovich en la presentación que hace del filme. Aunque según los créditos Wells sólo hace de actor, sí se nota su mano en la película (lo mismo que en El tercer hombre, y a diferencia de las vergonzosas películas europeas, muchas italianas, donde actuó unicamente para conseguir fondos para sus producciones). Filmada en un descanso del interminable rodaje de Otelo, y escrita y dirigida por uno de sus actores, Wells se interpreta a sí mismo conduciendo por una brumosa carretera cercana a Dublín y recogiendo a un hombre al que se le ha averiado el vehículo el cual le cuenta una extraña historia...

Around the World with Orson Wells: Madrid bullfight (ca. 1955): Wells dirigió una serie de pequeños documentales para la televisión británica donde viajaba por Europa mostrando las particularidades de cada lugar. Pese a todo, el capítulo dedicado a Madrid, que es el único que he podido encontrar, tiene escaso interés más allá de ver al propio Wells comentando una corrida de toros (de hecho esto es lo único que recoge el episodio). Me consta que, como mínimo, rodó otros en París y en el País Vasco, que tienen pinta de ser más interesantes.

Bowling for Columbine (2002): Reveo el espléndido documental de Michael Moore y sigo pensando que una de las opiniones más lúcidas es la que aporta Marilyn Manson, precisamente al que buena parte de la pacata sociedad americana culpó de las muertes.
Por cierto, es una vergüenza que a día de hoy siga sin estrenarse aquí su último documental Sicko, que muestra las miserias del sistema sanitario americano. De la misma forma que en Estados Unidos ha tenido tremendos problemas de distribución, parece que aquí también hay una mano negra que impide que llegue a las pantallas.

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Cuatro años después, mañana una puerta se cerrará para dar paso a otra. De la primera me llevo muchas cosas, quizá demasiadas, entre ellas un CD de Morrisey del que dejo abandonado aquí unos fragmentos:



Everyday is like Sunday...

08 abril 2008

De cómo Charlton Heston se convirtió en un poeta maldito. El mito de Bronwyn

La muerte de Charlton Heston se une a la sangría de otros grandes muertos recientemente como Richard Widmark o Rafael Azcona. Heston vivió sus últimos años envuelto en la polémica generada por su fervorosa defensa de la posesión de armas y sus posiciones conservadoras, curiosamente muy alejadas de las posiciones liberales y democráticas que defendía en su época de esplendor. Ese era el hombre, pero aquí (como dijo el gran John Ford en El hombre que mató a Liberty Valance) publicamos la leyenda.

Heston fue un actor de una enorme fuerza y presencia en pantalla, además de un gran intérprete, algo que a mi juicio siempre se le ha desmerecido. A las memorables, y grandiosas, supreproducciones bíblicas, Ben-Hur y Los diez mandamientos, hay que añadir que fue el productor y el actor principal de la que probablemente es la mejor película de Orson Welles, Sed de mal, y eso, señores, son palabras mayores.

El amigo americano también protagonizó un filme no muy conocido (y eso que es una excelente película), pero fundamental en la historia de nuestra poesía: El señor de la guerra. En este filme, Heston es un señor feudal que regresa después de batallar en las cruzadas a tomar posesión de un castillo -que creo que le es legado-, allí se enamora de una bella aldeana, Bronwyin, y ejerce su derecho de pernada, sublevando a sus vasallos. La película, a parte de la dureza con que trata el vasallaje, es bastante fiel en la recreación de la época y en el asedio a un castillo medieval.

La singularidad de este filme viene dada por el poeta Juan Eduardo Cirlot, un reconocido crítico de arte (miembro de Dau al Set) y experto en simbología y hermenéutica medieval de mediados del siglo pasado (murió en los setenta), que tras ver este filme quedó fascinado con el personaje de la aldeana (interpretado por la bellísima Rosemary Forsyth, una actriz que nunca hizo nada más reseñable). Cirlot, que era poeta oculto, dedicó desde ese día toda su obra poética a ella, concretamente al personaje interpretado por la actriz, es lo que se conoce como "el ciclo de Bronwyn".

La poesía de Cirlot, maldita durante muchos años, de carácter experimental, medievalista, arriesgada, compleja, permaneció oculta hasta hace pocos años. Hoy está perfectamente editada y es considerada una referencia ineludible en la poesía de la segunda mitad del siglo veinte, y creo que su importancia irá creciendo cada vez más con el curso de los años. A mí, personalmente, me encanta.

25 marzo 2008

Complaciendo peticiones 1: Viendo Zodiac, Takeshis y Conversaciones con mi jardinero

Comenzamos con la ronda de peticiones, he aquí las solicitudes de nuestro amigo Lev, Zodiac y Takeshis, al que añado de propina un filme que no figuraba en la lista: Conversaciones con mi jardinero


Zodiac (2007) de David Fincher: Fincher es un tipo interesante, pese a que no lo he visto todo de él y no todo me interesa, pero creo que cuando acierta es un buen director. Y con Zodiac da en el clavo. Es un estupendo filme policíaco, de tres horas de duración. Esto, precisamente, es lo que muchos le achacan en su contra, que le falta tensión o acción durante el metraje, pero es que Fincher no creo que busque eso, es un filme reflexivo, que narra los bandazos que dieron las investigaciones.

El filme está defendido por un magnífico electo actoral, con el grande y siempre desaprovechado Robert Downey Jr., entre ellos, y con una magnífica recreación del San Francisco de la época que nos sugiere, de forma consciente, los magníficos filmes de acción de los setenta con los que se quiere hermanar: Bullit y Harry el sucio entre ellos.

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Takeshis (2005) de Takeshi Kitano: Confieso que tengo pendiente el cine de Kitano, no he visto las obras que la crítica ha alabado de él como Hana-Bi o Brother, así que esperaba con muchas ganas este filme, y me decepcionó muchísimo, me pareció una mierda vaya (para que luego diga don Lev, que todo me gusta). Tan mal dirigido y mal actuado que hace sonrojar.

Entiendo que con este película busque hacer una autoparodia de sí mismo como personaje, ya que interpreta tanto a Beat Takeshi como a un ser anodino que es clavado a él. Pero la anécdota queda en eso, sin ningún tipo de gracia, ni fuerza y con un intento de hacer cabriolas surrealistas que quedan en nada y que nada aportan. Decepcionante

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Conversaciones con mi jardinero (2007) de Jean Becker: Excelente película la del director francés que vuelve a uno de sus temas recurrentes, la campiña. Aquí un célebre pintor que se retira al campo a su casa natal y su jardinero, antiguo amigo, comparten amistad y confidencias. Una película pausada, reflexiva, divertida, emotiva, que se degusta en un momento y con una gran interpretación actoral.

No obstante, aquí a quien quiero destacar es al pintor, Daniele Auteuil, uno de los más grandes actores del momento (visto en Caché, por ejemplo), un monstruo de la interpretación de esos que nacen muy pocos en cada generación y que crean época. Uno de los grandes, sin duda.

17 marzo 2008

Polvo de estrellas

Queridos todos, vamos a aprovechar estos días de recogimiento para aceptar sus peticiones. Como pueden ver mi ritmo de actualizaciones ha bajado en los últimos tiempos (¡ah, los compromisos del hombre moderno!), pero eso no significa que haya dejado de leer o ver filmes; de hecho, en estos últimos meses, desde el verano pasado hasta aquí, más o menos, he ido apuntando la mayoría de ellos (algunos se han perdido irremediablemente en mi memoria) con la esperanza de comentarlos en algún momento, pero como la lista se me dispara estoy dispuesto a escuchar sus peticiones (al más puro estilo Carlos Pumares y su mítico programa Polvo de estrellas), si es que tienen alguna, y comentar de la lista aquellos que ustedes quieran (elijan 2 o 3 a la vez). De momento haremos sólo la lista de películas y si tiene aceptación les daré también la de libros. Ahí van:

Un perro andaluz (1929) de Luis Buñuel
Freaks (1932) de Tod Browning
Vampyr (1932) de Carl Theodor Dreyer
El gran dictador (1940) de Charles Chaplin
Habia un padre (1942) de Yasujiro Ozu
El fantasma y la señora Muir (1947) de Joseph L. Mankiewicz
La gran evasión (1962) de John Sturges
Vivre sa vie (1962) Su Majestad Jean Luc Godard
Dementia 13 (1963) de Francis Ford Coppola
La piel suave (1964) de François Truffaut
Belle de jour
(1966) de Luis Buñuel
Rito (1969) de Ingmar Bergman
Muerte en Venecia (1971) de Luchino Visconti
The Wall (1981) Alan Parker
La doble vida de Verónica (1991) de Krzysztof Kieslowski
Cronos (1993) de Guillermo del Toro
Antonia (1995) de Marleen Gorris
Libertarias (1996) de Vicente Aranda
Ejecución inminente (1999) de Clint Eastwood

Nine songs (2003) de Michael Winterbottom
El cielito (2004) de Maria Victoria Menis
La niña santa (2004) de Lucrecia Martel
Los malos jugadores (2004) de Frédéric Balekdjian
Cuando naces... ya no puedes esconderte (2005) de Marco Tullio Giordana
El arco (2005) de Kim Ki-duk
La isla de hierro
(2005) de Mohammad Rasoulof
La pequeña Jerusalem (2005) de Albou Karin
Le petit Lieutenant (2005) de Xavier Beauvois
Los amantes regulares (2005) Phillipe Garrel
Mariposa negra (2005) de Francisco J. Lombardi
Robot Stories (2005) de Greg Pak
Takeshis (2005) de Takeshi Kitano
Three times (2005) de Hou Hsiao Hsien
Belle toujours (2006) de Manoel de Oliveira
Indigènes (2006) de Rachid Bouchareb
Juegos secretos (2006) de Todd Field
La línea recta (2006) de José María de Orbe
Lights in the dusk (2006) de Aki Kaurismäki
Media luna (2006) de Bahman Ghobadi
Naturaleza muerta (2006) de Jia Zhang-ke
Optimistas (2006) de Goran Paskaljevic
Réquiem, el exorcismo de Michaela (2006) de Hans Christian-Schmid
Vitus (2006) de Fredi M. Murer
Zulo (2006) Carlos Martín Ferrera
El romance de Astrea y Celadón (2007) de Eric Rohmer
En la ciudad de Sylvia (2007) de José Luis Guerín
Goodbye Bafana (2007) de Billie August
Los Simpson: la película (2007) de David Silverman
Los testigos (2007) de André Téchiné
Ratatouille (2007) de Brad Bird y Jan Pinkava
Shreck 3 (2007) de Chris Miller y Raman Hui
Zodiac (2007) de David Fincher
No es país para viejos (2008) de Joel y Ethan Coen

11 marzo 2008

Escuchando The Cure (Palau Sant Jordi)

Quede dicho que no soy un fan de The Cure, es decir, más allá de las canciones típicas no he profundizado en su obra, no por nada en concreto, sino que nunca encontré el momento. Tampoco era la primera vez que los veía, siendo infinitamente más joven, hará cinco o seis años, los vi en Benicássim, aunque no recuerdo aquel concierto como fuera de lo común (claro que lo cierto es que, en general, recuerdo bastante poco de aquel festival, jeje).

A lo que iba, el concierto de ayer, de tres horas de duración, fue vibrante, empezó regular, hubo un momento en que pensé “este es el típico grupo que suenan mucho mejor en disco que en directo”, pero a partir de Friday I’m in love, la cosa cambió, y mucho, empezó a encadenar éxitos y a subir el nivel de guitarreo hasta llegar a los tres bises que fueron espectaculares, rock en estado puro (la verdad, es que eso sí que me sorprendió). En resumen, un gran concierto, y excusa suficiente para verlos de nuevo en el futuro.

Además fui a tutiplén: entrada, cena y transporte gratis, pero esa es otra historia.

07 marzo 2008

Viendo Los crímenes de Oxford, American Gangster y Monstruoso

A mí me daban tres:

Los crímenes de Oxford (2007) de Álex de la Iglesia: Una película que pese a tener un inicio trepidante se va desfondando a medida que avanza el metraje. Imagino que el problema nace ya en la novela original, que al más puro estilo bestseller crea una trama interesante, pero que luego el autor es imposible de resolver.

En cualquier caso hay cosas que chirrían: como el romance de la señora Watling con Elijah “Frodo” Wood, parece su madre más que su amante, o la supuesta escena erótica donde él le tira los espaguetis encima de las tetas (homenaje bizarro a Nueve semanas y media) que quizá ponga muy cachondo al director, pero creo que a nadie más.

Por cierto, gracias a mis conocimientos sobre Ruben Darío y el modernismo/simbolismo y sus interpretaciones pitagóricas del cosmos, etc. resolví la trama a los cinco minutos; ¡ains!, no se puede ser listo

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American Gángster (2007) de Ridley Scott: Muy buena película la del amigo Ridley, acostumbrados a darnos una de cal y otra de arena. Si bien no llega al nivel de Uno de los nuestros de Scorsese (claro referente del filme), la película no desmerece en absoluto. Denzel Washington y Russell “Armario” Crowe están esplendidos (lo que demuestra que al australiano si lo dirigen puede ser un buen actor).

La película narra como se introdujo la droga en Nueva York durante los años sesenta y setenta provinente de Vietnam y oculta en los féretros de los soldados caídos. Sobre un tema similar yo recomiendo la espléndida Blow, del malogrado Ted Demme, donde el siempre excesivo (y parece que ya desaparecido) Jordi Mollá hacía un estupendo papel como narco y Johnny Deep demostraba que es un gran actor cuando no hace de títere de Tim Burton.

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Monstruoso (2008) de Matt Reeves: Este filme apadrinado por J. J. Abrams (artífice de Lost), y que bien podría haberse llamado Pasteloso, ha sido uno de los mayores bluffs que he visto últimamente. Aprovechando el marketing viral y el prestigio de Abrams creó una expectación tal que luego el filme no corresponde (de hecho pasó de ser un taquillazo la primera semana para desaparecer de la cartelera dos o tres después). Seguro que hay claves escondidas y habrá una versión en dvd que relacione esto con lo otro y bla, bla, bla, pero el filme es malo.

Malo, porque no te lo crees; no porque no entres en el juego de que un nuevo Godzilla pueda atacar Nueva York, sino porque los actores son malos y la trama lo es más, creer que un tio va a enfrentarse al monstruo, al ejército, seguido por unos amigos bobos, mientras ve como muere su hermano y sus amigos, sólo porque una chica que le gusta, aunque no le hace caso, está atrapada es absurdo. Habían miles de argumentos o incluso este mismo, de forma mucho más elaborada y compleja, para justificar la trama, pero han optado por lo más tópico: una historia de amor ñoña. ¡Bluff!

27 febrero 2008

Representando Boscos Endins de Stephen Sondheim y viendo Sweeney Toddde Tim Burton

La propuesta de Stephen Sondheim de reinterpretar los cuentos populares en un músical me parece más que atractiva (de hecho, hace unos años se puso de moda un libro, que con buen gusto regalé en su momento, títulado Cuentos infantiles políticamente correctos; donde, entre otras cosas, Caperucita tildaba de sexista al lobo por recomendarle que no fuera sola por el bosque o denunciaba la tendencia al travestismo de éste por disfrazarse de “abuelita”...). A lo que iba, que como premisa me parece muy interesante. De hecho, el musical, dividido en dos partes, empieza bastante bien: la primera parte, en la que se entrelazan varias historias, es muy amena, las voces están cuidadas y las interpretaciones son correctas (Dagoll Dagom siempre cuida mucho estas cosas). Mención aparte merece, también, la espléndida escenografía y dirección artística.

El problema llega con la segunda parte, quizá ya venga del libreto original. Al acabar la primera parte podría darse por concluido el musical y todo el mundo saldría más que satisfecho; la segunda, en cambio, narra una única historia, bastante más floja que las anteriores, y se hace más tediosa, eso deja un poso agridulce al salir del teatro. Quizá debería oír alguna canción en su idioma original, pues tampoco me pareció ninguna especialmente memorable para que la recordara al salir del teatro, aparte de la que da título a la obra. En fin, lo bueno si breve...

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El segundo Sondheim que he visto es la adaptación que ha hecho Tim Burton (anécdota: me lo crucé una vez acompañado de Vanessa Paradis, señora de Johnny Deep, atravesando el Puente Vecchio de Florencia; de hecho, tengo una foto borrosa que lo atestigua). Hace ya tiempo que Burton me deja indiferente, no es que sus propuestas de inicio no me gusten, es más cuando leo sobre sus proyectos me parecen que puede ser más que interesante, pero cuando veo los filmes siempre me quedo frío, no me acaban de convencer.

Con Sweeney Todd me ha pasado lo mismo: Deep me parece un Eduardo Manostijeras envejecido y lo mismo Bonham Carter con la princesa cadáver. El filme, siguiendo con su tónica habitual, volvió a dejarme indiferente, aunque los que sí me convencieron fueron, como no, el gran Alan Rickman y su ayudante, amén de la estupenda dirección artística.

Para el recuerdo, la cara de bobos de los adolescentes y no tan adolescentes que al empezar el filme se enteraron de que era un musical y ¡en inglés!, inenarrable.

17 febrero 2008

Cosas que escuchar un domingo cuando no estás muerto

Recuperemos los post de fantasía de antaño. Hoy hablaremos de Australia. Aunque no estoy nada atento a la onda o vanguardia musical les voy a presentar dos grupos muy interesantes de las antípodas:

Zombie Ghost Train: A estos los descubrí en una tienda de ropa de segunda mano en Dublín, estaban sonando y me acerqué amablemente a la señorita para que me diera la referencia. De su puño y letra escribió lo siguiente: "Zombie Ghost Train. Album: Glad rags + Bldybags". Creo que la canción que sonaba era ésta. Por cierto, en el anverso vienen los datos de la tienda por si nunca quieren ir (favor con favor se paga): Retro, 22 Market Arcade, South Great George's Street, Dublin:



Operator Please: A estos otros los descubrí ayer por casualidad, si fuera un cazador de tendencias (o coolhunter, para los guays) diría que este grupo lo tiene todo para comerse el mundo (el mundo de la MTV), y más allá de que esten producidos como dios manda, parece que ellos son los verdaderos artífices de la letra y la música. Tienen un aire entre los Pixies (ya saben que todo lo que me gusta me recuerda a los Pixies) y los Yeah Yeah Yeahs. La canción mola: "just a song about ping pong". Díganme la verdad no querrían tener 17 años y montar una banda como ésta:



¡Que ustedes lo bailen bien!

12 febrero 2008

Representado La tortuga de Darwin de Juan Mayorga y Qui te por de la Virginia Woolf de Edward Albee

Conocida es mi admiración por Mayorga, uno de nuestros talentos contemporáneos vivos, como Vila-Matas en narrativa o Barceló en pintura, capaz de competir en lo más alto con sus colegas a nivel mundial, así que aproveché mi caída por la capital para acercarme a ver el montaje de uno de sus últimos textos en el Teatro de la Abadía

La obra parte de una idea excelente, Harriet la tortuga que Darwin estudió para elaborar la Teoría de las especies hace doscientos años sigue viva (creo que esto es cierto) y por tanto tiene una visión única para relatar lo acaecido en los últimos dos siglos. El montaje, el texto y los actores son correctos, demasiado lineal, necesitaría algún golpe de efecto, los clímax y puntos de cambio repartidos en la trama no son lo suficientemente turbadores, creo que se le podría sacar más jugo; eso sí, descata sobre todo la soberbia actuación de Carmen Machi, a la que el público aplaudió a rabiar, con standing ovation incluido.

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Partir de un buen texto ya es mucho, a pesar que tampoco pienso que Quien teme a Virginia Woolf sea un clásico. Los actores del Teatre del Sol eran voluntariosos y no dudo de su intención de agradar, pero el montaje no pasó de correcto.

El problema estaba en el tono, en la dirección actoral: cuando a las primeras de cambio ya has usado la violencia y vaciado tus pulmones y gritado todo lo que puedes gritar y más, es muy difícil volver a mantener la tensión sin ser reiterativo, que fue lo que acabó pasando

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Por tercera y última vez nos acercamos a la fiesta de Joseph, si bien se notaba ya el cansancio en los actores, perdiendo algo de frescura y cayendo a veces en el histrionismo, el resultado fue igual de agradable que las veces anteriores. Se rumorea que tal vez el montaje recale en Barcelona, quién sabe.

05 febrero 2008

Viendo y leyendo Soy Leyenda de Richard Matheson, dirigida por Francis Lawrence (2007)

Pues sí, esta vez tuve la osadía de leer la novela y acto seguido irme al cine a ver el filme. Recordaba muy vagamente haber visto la versión que protagonizó Charlton Heston, aunque no fue hasta el estreno de ésta que asocié aquellas imágenes de un Los Ángeles apocalíptico (Nueva York en la nueva versión) con el libro.

La novela, pese a lo cortita que es, se mi hizo eterna, a los cuatro párrafos ya cabeceaba y deseaba que los vampiros acabaran de una vez con el superviviente. Dicho lo cual, tras ver la película la novela se me hizo buena.

La coincidencia con el título es prácticamente lo único que guardan en común. La novela tiene un cierto regusto pulp, el protagonista va eliminando vampiros de un plumazo a su paso y las vampiras tratan de seducirle mientras él busca un remedio para la epidemia. El filme en cambio no tiene nada que ver, el planteamiento inicial (que Will Smith sea uno de los causantes de la catástrofe, el perro y que sea científico) es invención de los guionistas, así como convertir a los vampiros en supervampiros hechos por ordenador. Invención es también individualizar a un par como si fueran Romeo y Julieta y convertirlo a él en el líder; así como los supervivientes que aparecen, y el final, mucho más coherente en la novela. Aparte de eso, la película es mala, reiterativa y aburrida.

En fin, con ello no digo que no entienda lo que es una adaptación, sino que me parece absurdo desvirtuar las pocas virtudes que puede tener el libro (o lo que es lo mismo, ni siquiera entenderlo), para quedarse con la anécdota y hacer un blockbuster prescindible más. Ya están advertidos.

23 enero 2008

Sobre la educación. Tots a la vaga!

Aquellos que me conocen saben que no soy maestro ni tengo el más mínimo interés en serlo, pero conozco de forma bastante directa la realidad docente; digo esto, porque hoy me he desayunado con un artículo de El País que propone la falacia que los docentes catalanes son los que menos horas pasan en el aula y, sin embargo, los que tienen el sueldo más alto, doblando incluso –dicen, sin despeinarse– a sus colegas finlandeses.

El artículo es doblemente falaz, primero por el enfasis “catalanes” y segundo porque miente sesgando la información. El quid de la cuestión está en que cobran mucho, no en que los extremeños –por poner un ejemplo– cobren poco y deberían aumentarles el sueldo, sino en que los catalanes cobran demasiado; aportando, dicho sea de paso, unas cifras bastante superiores al salario real de los maestros que conozco. Lo novedoso en este caso, es que sea el PSC-PSOE (alguien percibe aún alguna diferencia) el que azuze el anticatalanismo escudándose en unos supuestos datos objetivos (ni que decir tiene, que no he perdido el tiempo indagando en cómo han recogido la noticia los diarios de derecha). Sin embargo, más tarde, hojeando el 20 minutos, leo como un artículo rebate, sin proponérselo, muchos de los puntos del informe: ni la ratio del alumnado por docente es tan baja, ni en Finlandia los maestros pasan hambre; todo lo contrario, sumando las horas de clase, tutorías, etc., resulta que nuestro a salario a nivel europeo es uno de los más bajos, por no hablar de la poca progresión salarial que se puede alcanzar con la carrera docente, cuyo máximo no es ni tan siquiera la mitad de la media de los países europeos.

Como nada es casualidad, que se haga público hoy este informe titulado «El professorat a Catalunya», no es sino una arma arrojadiza contra la futura huelga de docentes del próximo 14 de febrero. Tal vez, la nueva reforma educativa propuesta por la Generalitat (cuyos ideólogos, casualidades de la vida, es la Fundació Jaume Bofill, autores de dicho informe) persiga nobles objetivos, pero la escasez de recursos de la escuela pública y la progresiva privatización de la universidad, no hacen augurar nada bueno.

Mientras las aules d’acollida sean incapaces de absorver el volumen de estudiantes ¿por qué no destinar recursos ahí, en vez de crear futuras escuelas gueto?; mientras muchas escuelas sigan sin conexión a Internet o sin tan siquiera, la gran mayoría, ordenador en las aulas; mientras no se respeten las ratios de inmigrantes y queden escuelas públicas exentas de éstos y otras estén obligadas a acoger más de los que pueden absorver; mientras se sigan financiando con dinero público las escuelas concertadas e incluso las privadas sin exigir nada a cambio (y cuyos profesores, estoy seguro, hacen muchas más horas de las recogidas en el informe y con sueldos notablemente más bajos), o mientras nuestros dirigentes sigan enviando a sus hijos a la privada excusados en su “opción personal”, dificilmente podremos creer en sus informes.

Si el único argumente es instigar a la sociedad contra los maestros con el consabido argumento de sus vacaciones o sueldo –en vez de concederles el reconocimiento y el prestigio social que se merecen–, y seguir mirando hacia otro lado cada vez que algún estudio europeo nos saca los colores (tal vez, sea eso lo que quieren, una sociedad adocenada incapaz de pensar en sí misma), entonces, mientras sucede todo eso, mal futuro nos espera y con más razón hemos de salir a la calle. Tots a la vaga!

11 enero 2008

Viendo Bajo las estrellas (2007) de Félix Viscarret y This is England (2006) de Shane Meadows

La verdad es que he visto pocos filmes españoles este año, y me faltan algunos de los que más esperaba (el nuevo Guerín o el nuevo Médem), pero de entre todos ellos, el mejor ha sido, sin duda, Bajo las estrellas, excelente debut de Félix Viscarret (e injustamente olvidado en los Goya, algo que a estas alturas tampoco me sorprende).

El filme es un “western navarro”, excelentemente rodado, con grandes interpretaciones de Julián Villagrán (todo un descubrimiento), de Emma Suárez (que vuelve a hacer algo interesante después de tanto tiempo) y de Alberto San Juan (sin duda, uno de los mejores actores de su generación). La música, todo metales, está perfectamente integrada entre el ambiente de chatarra en que se mueven los protagonistas. Muy recomendable.

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Poco puedo decir ya al excelente post sobre el filme del señor Mark Cohen. Opino que es un filme correcto, a veces algo ingenuo en las relaciones entre personajes, pero abordado con seriedad y que hace un retrato bastante acertado de la depresión económica y social que sufrieron los ingleses a principios de los ochenta, con el gobierno de la bastarda de Tatcher, y que, dios o Bakunin no lo quiera, puede ser premonitorio de nuestro futuro si la crisis que se avecina acaba por devorarnos.

Por otro lado, la música es excelente (todo canciones de la época) y demuestra que más allá del horterismo musical de los ochenta, que es lo que suele recordarse, hubieron excelentes grupos: The Clash, The Smiths, entre muchos otros, citados de manera directa o indirecta en el filme. Por cierto, que la versión que hay al final del tema "Please, please let me...", me parece excelente. ¿De quién es? ¿Quién me la pasa?

07 enero 2008

Representando Tren de somnis de Jordi Sabatés (TNC). Y reflexiones gratuitas de por qué el cine mudo está más próximo al lenguaje poético

La propuesta de Sabatés conjuga imágenes de filmes de cine mudo, acompañadas al piano, con algún pequeño sketch y algo de danza y claqué (para cuando el segundo campeonato nacional de claqué –el único baile que me molestaría en aprender-, recuerdo que el vigente campeón, puesto que no se ha hecho otro, sigue siendo Tony Leblanc). En resumen, la obra no está mal, pero creo que se le podría sacar mucho más partido.

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Sin embargo, la reflexión surge a posteriori. Entre las imágenes del montaje, cobran especial protagonismo las de Buster Keaton y su filme Sherlock Jr, y es que ochenta años después sigue estando avanzado a su tiempo, la película tiene tal inventiva visual y narrativa (mucho más moderna que cualquier filme de ahora), y una acción y un ritmo tan trepidante y endiablado que ya lo quisieran para sí la mayoría de blockbusters norteamericanos. (Reto a todo el que piense que peco de nostálgico a sentarse conmigo a ver el filme y veremos si no acaba dándome la razón.)

Que estas películas hayan quedado relegadas y prácticamente en el olvido, no es sino síntoma de la delibidad cultural de la que todos somos partícipes. Cuando Chaplin y compañía clamaban contra la llegada del sonoro eran conscientes de que lo que venía extinguiría una forma de arte diferente al cine que conocemos hoy en día, igual que el arte poética del cuento está más próximo a la poesía que no a la narrativa, con el cine mudo, el gran cine mudo, ocurre lo mismo, está más cercano de lo divino que de lo humano.