02 septiembre 2008

Vacaciones 2008. Descubra Grecia desde su butaca. (Tomo 2: Santorini)

Santorini pasa por ser la isla más bella del Egeo. Los cruceros arriban al puerto de Thira, su capital, que queda al pie del acantilado. La gracia, según parece, es subir las incontables escaleras que hay hasta la cima o bien andando o bien en burro (el hedor por las heces de los bichos que suben cargando con los turistas y sus maletas es inenarrable), pero como nosotros llegamos by ferry (es lo bueno de viajar sin la tiranía de los tour-operators que vas y vienes como quieres y te ahorras el sufrimiento de los animales), atracamos en otro puerto donde habían taxis aguardándonos.

La isla es relativamente pequeña, desde Kamari, que usamos como base, visitamos Thira e Ia, ciudad inmensamente fotografiada y que es la que aparece en todos los catálogos sobre Grecia, con sus casas blancas encaladas y sus cúpulas azules; la verdad es que tanto o más hermosa que en las postales. Desde ambas las vistas a la caldera (el lugar ocupado por el mar tras la erupción que fragmentó Santorini en cuatro islas) es espectacular. En Ia asistimos a su famosa puesta de Sol, que dicen es la más hermosa del Mediterráneo (honor que sospecho se lo deben arrogar en más de un lugar). Poco después del crepúsculo, con espontáneos aplausos del vulgo incluido, hubo un apagón general que dejó la ciudad a oscuras.

De Santorini visitamos, entre otras cosas, su Museo del Vino (el vino de la isla es consumido en toda Grecia) y su famosa y atestada Red Beach, llamada así por el color de la arena al pie de un acantilado del mismo color y a la que se llega caminando tras sortear las rocas. Obviamente, navegamos a las islas fragmentadas de Santorini (la volcánica e inhabitada Nea Kameni y la pequeña Thirasia) en un pequeño barco conducido por el capitán Manoli (verídico).

Como dijo Kavafis contemplamos tanta belleza que nuestra visión le pertenecía, lamentablemente debíamos continuar nuestro camino así que abandonamos la piscina del hotel, el gato que desayunaba con nosotros y los Sex on the Beach que nos cascábamos arrullados por el Egeo para pisar nuevamente tierra firme, Atenas nos esperaba.

Y en la próxima entrega: Atenas

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El público espera ávido más detalles sobre el siguiente item: "cascarse Sex on the Beach arrullados por el Egeo"...

Anónimo dijo...

Bronski me ha quitado las palabras!!
Bueno, y las de Kameni y Manoli!! jajaja
Siga con la narración sr Zelig!!! puedo imaginar tan bonitos lugares...

Zelig dijo...

Mis queridos sátiros, el Sex on the Beach es un delicioso cóctel que les invito a probar (bien es cierto que ni confirmo ni desmiento su maledicencia sobre el sentido literal de mis palabras).

Zelig dijo...

Receta del Sex on the Beach:

- Vodka 3/10
- Licor de melocotón 2/10
- Zumo de arándanos 2/10
- Zumo de naranja 2/10

Escarchar un vaso de tubo, con azucar y sirope (puede utilizarse granadina).Poner las cantidades adecuadas de los ingredientes menos la granadina, en una coctelera llena de hielos y agitarla vigorosamente hasta que sintamos que esta se enfría. Para acabar vertimos el cocktail en el tubo escarchado y le añadimos hielo . Decoramos con rodajas de alguna fruta.

Anónimo dijo...

hay gente que cuelga fotos en sus blogs
o unos dibujicos aunque sea
seguimos leyendo, empero

Anónimo dijo...

Mmmmmh... Es mi cóctel preferido del Bartinis, sólo quería malmeter...

Anónimo dijo...

Zelig, modernícese y agregue imágenes hombre!!!

Zelig dijo...

Yo sé que ustedes no quieren que les ponga una foto con cuatro ruinas que pueden encontrar fácilmente por Internet, lo que persiguen es contemplar mi apolíneo cuerpo zambulléndose en las aguas del Egeo, pero eso ¡ay, amigos! haría que perdiera mi anonimato, prefiero que sigan imaginándome, jeje.