28 febrero 2006

Post de fantasía 3: La quiniela de los Oscar

Bueno queridos como la gala de los Oscar se acerca creo que ha llegado el momento de abrir la veda de las votaciones. A pesar de que no he visto todavía ni En la cuerda floja ni Capote, creo que me pertoca a mí romper el hielo (encontraréis mis votaciones en los comentarios).

Las reglas son muy sencillas, sólo se podrá votar una vez. Hay ocho categorías (he añadido la de mejor música que no es que me entusiasme especialmente, pero ya que compite el señor Iglesias habrá que apoyarle), así será difícil que coincidamos aunque podría darse el caso, no hay restricciones.

Tema premios; después de mucho sopesar el comite de sabios (aka Leonard Zelig) ha decidido que qué mejor premio que una inolvidable velada con vuestro adorado Zelig, ¿verdad? Bien pues hete aquí, el ganador será invitado a cenar en el día y lugar que se convenga (puede ser que hasta se le regale un libro y se le invite al cine. Llamamiento: si alguien quiere donar algo al lote puede hacerlo). Pero, ¡ojo! dado que yo también compito, si resulto vencedor yo eligiré quién me convida, ¿estamos? Obviamente también se puede votar de forma anónima y altruista (pienso en los lectores silenciosos de esta página) y no reclamar el premio y sentir su ego satisfecho simplemente con ver que sus dotes prófeticas son superiores al resto. Por tanto, ¡valor y al toro! (que rezaba uno de los mejores cómics de Ibáñez).

Mejor película:
. Brokeback Mountain
. Capote.
. Crash
. Buenas noches, y buena suerte
. Munich

Mejor director:
. George Clooney por Buenas noches, y buena suerte
. Ang Lee por Brokeback Mountain
. Paul Haggis por Crash
. Bennet Miller por Truman Capote
. Steven Spielberg por Munich

Mejor actor:
. Philip Seymour Hoffman por Truman Capote
. Terrence Howard por Hustle & Flow
. Heath Ledger por Brokeback Mountain
. Joaquin Phoenix por En la cuerda floja
. David Strathaim por Buenas noches, y buena suerte

Mejor actriz:
. Judy Dench por Mrs. Henderson presenta
. Felicity Huffman por Transamérica
. Keira Knightley por Orgullo y prejuicio
. Charlize Theron por North Country
. Reese Witherspoon por En la cuerda floja

Mejor actor secundario:
. George Clooney por Syriana
. Matt Dillon por Crash
. Paul Giamatti por Cinderella Man
. Jake Gyllenhaal por Brokeback Mountain
. William Hurt por Una historia de violencia

Mejor actriz secundaria:
. Amy Adams por Junebug
. Catherine Keener por Truman Capote
. Frances McDormand por North Country
. Rachel Weisz por El Jardinero Fiel
. Michelle Williams por Brokeback Mountain

Película de habla no inglesa:
. La bestia nel cuore (Italia)
. Feliz Navidad (Francia)
. Paradise Now (Palestina)
. Sophie Scholl, los últimos días (Alemania)
. Tsotsi (Suráfrica)

Banda sonora:
. Gustavo Santaolalla por Brokeback Mountain
. Alberto Iglesias por El Jardinero Fiel
. John Williams por Memorias de una geisha
. John Williams por Munich
. Dario Marianelli por Orgullo y prejuicio


Uff, recomiendo el corta y pega ("Control C" y "Control V" para los neófitos en word) para rellenarlo

27 febrero 2006

Representado Lorca eran todos de Pepe Rubianes (Club Capitol)

Interesante trabajo el propuesto por Rubianes sobre los últimos días de la vida de Lorca. El montaje es sobrio, apenas unas sillas en el escenario y un puñado de actores que asumen la personalidad de las personas que compartieron o se cruzaron en la vida del poeta en sus últimos momentos. Cada uno de ellos deja testimonio de su relación personal y de su vinculación con el asesinato. Se nos muestra el afán de notoriedad, la crueldad, la ignorancia e incluso la voluntad posterior de minimizar o tergiversar la participación en los hechos de algunas personas cuyo nombre ha quedado asociado para siempre a la infamia.

La acción se interrumpe por registros sonoros de la época y fragmentos de poemas o declaraciones, algunos recreados en off (lamentablemente, hasta donde sé, no se conserva registro alguno de la voz de Lorca), tanto del propio poeta como de personajes de la época. Asimismo, una bailarina, representación de la muerte, va introduciéndose progresivamente en el montaje como muestra del peligro que acecha al poeta. Históricamente el montaje es bastante fiel a los hechos, la base es el libro canónico que escribiera el hispanista inglés Ian Gibson, aunque queden algunas lagunas, si bien resueltas, no convincentes del todo para algunos.

En suma, un montaje correcto, sobrio, transparente (un acierto bajo mi punto de vista que una actriz asuma la personalidad del poeta) y necesario en estos tiempos tumultuosos donde algunos siguen intentando reinventar, por no decir falsear, la historia. Para el recuerdo una reflexión que se hace durante la obra y que algunos nos hemos hecho en más de una ocasión: al drama de la muerte de Federico persona, se suma la pérdida de Federico, la perdida de una obra capital, de un personaje único, con un lenguaje propio e irrepetible que andaba reinventado la poesía y el drama hasta que el fascismo y la ignorancia se cruzó en su camino. Miguel Hernández, otro mártir de la guerra, sentenció en estos versos elegíacos escritos tras la muerte de Lorca "Muere un poeta y la creación se siente herida y moribunda en las entrañas".

23 febrero 2006

Viendo Munich (2005) de Steven Spielberg

Spielberg es un buen director, pero de un tiempo a esta parte uno no sabe a qué atenerse con él. Ultimamente alterna más películas malas que buenas en su filmografía, la penúltima de ellas La guerra de los mundos es con diferencia la peor que ha hecho nunca, máxime cuando algunas de las rodadas anteriormente como Atrápame si puedes que estaba bastante bien y La terminal que se dejaba ver, no caían en el ridículo de Minority Report o la segunda parte de Inteligencia Artificial (otro día hablaré de mi teoría sobre el peso de Kubrick en ese filme), pero, desde luego, no era el gran Spielberg de los 70 o el de algunos de sus otros filmes más recientes como La lista de Schindler o Salvar al soldado Ryan.

Munich, está a medio camino entre los dos extremos, no es una gran película pero tampoco una bazofia. A mi juicio es bastante larga y en ocasiones se hace repetitiva. Eric Bana está correcto si se quiere, pero en ningún momento transmite esa supuesta complejidad que intenta reflejar el director, en ese sentido el resto de la cuadrilla de espías está bastante mejor. Hay temas apuntados como la desmembración familiar o la perdida identitaria, que están sólo eso apuntados, pero sobre los cuales no hay un verdadero trabajo, complementan a la trama pero sin darle mayor profundidad.

La polémica surgida con la película, que ha tenido el mérito de conseguir enfadar a ambos bandos, israelís y palestinos, por igual, a parte de por la intransigencia de las facciones más radicales, nace de la indefinición del propio director. Sí parece que hay una voluntad de querer acercar posturas, se la reconozco y me parece sincera, pero no es valiente en ese mensaje, quizá, al fin y al cabo, porque inconscientemente su postura no es tan comprensiva como quisiera. Argumentalmente el filme está contado desde el bando israelí y sitúa al espectador ahí, el punto de vista palestino se pone de manifiesto sólo por boca de terroristas fríos y exaltados. Sí hay una condena por parte de Spielberg a la muerte de inocentes, de un bando u otro, pero no tiene piedad con los terroristas, justifica la ley del talión y no hay un verdadero ejercicio de reflexión del verdadero problema palestino sea tanto por los territorios ocupados, por la intransigencia religiosa, como por la humillación constante y el estado de sitio a que se ve sometido.

En momentos como estos me acuerdo de "Nos vimos en Berlín" gran canción de Sociedad Alkoholica y que en tres minutos dice más que Spielberg en tres horas.

22 febrero 2006

Buenas tardes: Julian Lanzarote, excelentísimo alcalde de Salamanca

Leonard Zelig: Buenas tardes
Julián Lanzarote: Lalariala larariala...

LZ: ¿Hola?
JL: Lalariala larariala
LZ: ¿Hola?
JL: ¡Ah! Hola joven, ¿qué se le ofrece? Estaba aquí cincelando unas placas.
LZ: Venía a hacerle entrega del título de tonto del mes
JL: Caramba ¿usted tambien? Ya no sé donde meter tantos trofeos
LZ: Desde Zeligmania queremos reconocerle sus méritos, es digno sucesor de los anteriores premiados: Arcadi Espada, Joan Clos y Ángel Acebes
JL: ¡Ah! Me reconforta verme al lado de nombres tan ilustres. Aguarde, ya que está aquí ayudeme a presentar el letrero. ¿Cómo lo ve?
LZ: Tuerce algo a la derecha, ¿no tiene un nivel?
JL: ¡Bah! así está bien. Estoy cambiando el callejero ¿sabe usted? Así se podrá llegar a la "Calle del Expolio" pasando por la "Avenida del Generalísimo" y la "Rambla de José Antonio" ¿qué le parece?
LZ: Muy sabio
JL: ¿Si verdad? En la "Plaza Millán Astray" pienso colocar mi estatua ecuestre.
LZ: Es usted muy modesto, seguro que en breve sus andanzas saldrán en libro
JL: ¿Qué es un libro?

LZ: Buenas tardes
JL: Lalariala larariala...

17 febrero 2006

Viendo La pequeña Lola (2005) de Bertrand Tavernier

Llamaban en una entrevista hecha Tavernier tras el estreno del filme como "el hombre airado", y algo de eso hay. Tavernier es uno de los pocos directores que une a su calidad cinematográfico un cine social y combativo capaz de remover conciencias y que en Francia ha conseguido incluso cambios legislativos ¿puede esperarse más de una película? Si en Capitan Conan denunciaba al estamento militar o en esa obra maestra absoluta que es Hoy empieza todo la educación pública, en La pequeña Lola carga contra las tramas de corrupción y las inoperancias administrativas que se generan en las adopciones en los países del tercer mundo, en este caso Camboya.

El filme narra las vicisitudes de una joven pareja que llega a Camboya con la intención de adoptar un niño. La película hace especial hincapié en las trabas administrativas, en la presencia (aunque nunca son mostrados en pantalla) de las agencias estadounidenses que convierten la adopción en un ejercicio de compra-venta o en la dudosa procedencia de los pequeños (robo, tráfico, etc.). Pero el filme va más allá y nos plantea dilemas morales: en un momento del metraje un médico camboyano insulta a una mendiga por no querer llevar a su hijo a un orfanato donde pueda ser adoptado y tenga una posibilidad de sobrevivir. Ese argumento que podría ser válido es una arma de doble filo, ya que por esa regla de tres deberíamos separar a todos los niños de sus familias y llevarlos a Suecia y Finlandia que tienen los niveles de vida más altos y tendrán sin duda más oportunidades. Al final de la película un burócrata camboyano acusa a los extranjeros de asociar adopción con corrupción y en cierto modo el filme pone de manifiesto que eso es cierto y que acaba siendo la pescadilla que se muerde la cola. Por otro lado Tavernier muestra la realidad social del país tras la devastación que supuso el régimen de Pol Pot: vemos la desactivación de minas antipersona, a niños buscando comida en los vertederos o un museo de desaparecidos (recordemos que un tercio de la población camboyana desapareció o fue asesinada bajo su mandato).

En resumen un excelente filme (la banda sonora es también excepcional) que recomiendo vivamente. Sabida es mi simpatía por el director galo, y no sólo cinematográficamente hablando, Tavernier es coautor de esa verdadera enciclopedia que es 50 años de cine americano, lo que demuestra algo que parece evidente, para ser un gran director antes hay que ser un gran cinéfilo.

14 febrero 2006

Viendo Good night, and good Luck (2005) de George Clooney

Buen trabajo el filme dirigido por Clooney. La película es una de aquellas que gusta ver: con actores acotados en un espacio, ritmo rápido y diálogos inteligentes y ágiles (los subtítulos vuelan) que no dan respiro al espectador. La historia narra la lucha de un periodista televisivo contra el senador McCarthy y su caza de brujas, allá por los años 50, contra rojos, demócratas, comunistas y cualquiera que se opusiera a los ideales neoconservadores. David Strathairn el actor que da vida al periodista Ed Murrow, protagonista de la historia, está esplendido (le leía a Clooney en una entrevista que parecía que al salir en antena contuviera todo el peso del mundo sobre sus hombros; algo de eso hay) en un personaje que asume las consecuencias que le derivará enfrentarse al poder establecido. Detalles como el tic nervioso de su pierna o el constante trasiego de cigarrillos a lo largo de todo el filme denuncian el aparente tono flemático del personaje. La película está plagada de excelentes secundarios, a mi juicio el único pero del filme es precisamente el poco partido que se saca a alguno de ellos, apenas si se dibujan, y nos perdemos sus puntos de vista, sus dudas y secretos, que serían también muy interesantes, pues todos estaban en el mismo barco.

La libertad de expresión, la denuncia constructiva, la dignificación del periodismo, la rebelión frente a los poderes fácticos, en suma, el valor de arriesgarse a perderlo todo por unos ideales es algo que escasea actualmente. A destacar las intervenciones del periodista en pantalla (el guión recoge fielmente los textos de Murrow), verdaderas creaciones retóricas. Uno puede darse cuenta del valor de la palabra y contraponerlo contra el empobrecimiento y el desprecio mayúsculo que sufre hoy día el lenguaje tanto en la vida real como en los medios, sobre todo en televisión, donde los informativos acaban siendo una recopilación de teletipos incapaces de hilvanar el más mínimo discurso.

12 febrero 2006

Escuchando Antonio Vega en el Palau de la Música

Probablemente Antonio Vega es uno de los mejores, sino el mejor, cantautor español de los últimos 20 años. Aunque físicamente está muy mermado, no es menos cierto que musicalmente sigue estando en plena forma, su último disco 3.000 noches con Marga es excelente y contiene un puñado de canciones que van a formar parte sin duda de su repertorio.

El concierto que dio este fin de semana en el Palau de la Música, siendo correcto, no estuvo a la altura de otros anteriores (sin ir más lejos el de hace unos meses en la Sala Bikini). Soy contrario a presenciar los conciertos sentado, para mí resta compenetración con los autores y eso jugó tambien en su contra. Es justo reconocer que fueron dos horas intensas a las que faltó algo de fuerza. Era el segundo aniversario del fallecimiento de Marga, la que fue su compañera y a la que recordó sentidamente durante el concierto y a buen seguro que eso le pasó factura. Fue un recital donde estuvieron muchos de sus clásicos, tanto de la época de Nacha Pop como de su carrera solista, no faltó, claro, la Chica de ayer, buena canción sin duda, aunque a mi juicio tiene otras mucho mejores: Lucha de gigantes, Una décima de segundo, Ángel caído, Se dejaba llevar... (creo que la lista sería muy larga).

Hay artistas que debido a su integridad o a su trayectoria profesional se le perdonan o se olvidan al instante sus pequeños traspiés; Antonio Vega es uno de ellos. Eso hace que sea muy difícil hablar negativamente del concierto y bastante fácil recordar con placer los mejores momentos de la noche, que hubieron muchos, o cuando tocó pequeños himnos que a algunos nos acompañan desde hace tanto que ya forman parte de nosotros mismos.

09 febrero 2006

Viendo El silencio del agua (2002) de Sabiha Sumar

Interesante filme el de la directora paquistaní. Ambientado en los años 70 narra la historia de una madre y un hijo en una aldea cercana a la frontera con India. Tras la retirada de los tropas británicas en el año 47 comenzó la disputa por el territorio de Cachemira entre indios y musulmanes (que continúa hoy). La madre pertenecía a la religión sij, los cuales tuvieron que abandonar el país. Estos asesinaron a sus mujeres e hijas tirándolas a un pozo para que no cayeran en manos de los musulmanes, ella logró escapar pero cae en manos de estos últimos y acaba casándose con uno de ellos y convirtiéndose por fuerza al islam. La historia arranca con el hijo ya crecidito (el padre había muerto años atrás) y como éste va radicalizándose en sus posiciones islámicas, algo que históricamente ocurrió con la llegada de los fundamentalistas islámicos al poder durante aquellos años.

La película interpretada por actores no profesionales pasa de la comedia inicial con los festejos de una boda a mostrar como el temor se va extendiendo en la aldea, como una mancha de aceite, a medida que los radicales van ganando apoyos. El filme es interesante porque nos muestra el mundo islámico o una parte de él desde dentro. Ahora que la polémica está en la calle con el tema de las viñetas es interesante echar un ojo a películas como ésta (o a Kiarostami, siempre hay que volver la vista a Kiarostami) para darnos cuenta de que el mundo islámico no es monolítico sino que a parte de fundamentalistas hay también otros fieles mucho más moderados (y más numerosos en número) pero a los cuales el temor tiene atenazados.

Los fundamentalismos, para que negarlo, siempre son peligrosos, aunque a veces la paja en el ojo ajeno no nos deja ver la viga en el propio: el neoconservadurismo católico en Estados Unidos e incluso la radicalización de la iglesia en nuestro país (no hay que olvidar que el jefe de los inquisidores es hoy Papa) está causando estragos y cuestionando libertades que parecían consolidadas en la democracia.

Leo en una entrevista que la directora expresa que no hace un filme contra los fundamentalistas, defiende que tienen derecho a manifestar sus ideas; pero una imagen vale más que mil palabras. La última escena del filme es reveladora, la que antaño fuera novia del protagonista, convertido hoy en un lider radical, escucha sus declaraciones en televisión a través del cristal de una tienda de electrodomésticos, detrás de ella se ven los toldos de diversos comercios uno de ellos tiene este curioso cartel: "Freedom for sale".

06 febrero 2006

Viendo Brokeback Mountain (2005) de Ang Lee

Hay géneros cinematográficos muertos. Géneros que tuvieron su momento de gloria pero que difícilmente volverán a tenerlo, porque eran el reflejo de un momento histórico o de una sociedad que ya ha cambiado. Estos géneros pueden seguir produciendo películas que se enmarquen dentro de esa etiqueta pero no serán más que excepciones. El cine de gangsters, por ejemplo, fue en su momento cine social, cine que reflejaba lo que pasaba en las calles de algunas grandes ciudades norteamericanas en el mismo momento histórico en que se rodaban, pero ese género ha muerto, porque no hay producción suficiente como para que se constituya como tal, esporádicamente eso sí aparecen filmes que retoman aquellas consignas, aquellas claves y las reinterpretan en la mejor de las ocasiones Uno de los nuestros, las homenajean L.A. Confidential o las fusilan y copian descaradamente (de los malos no hablo). Con el western pasa algo parecido.

Definir las fronteras del western es difícil, parece que históricamente se sitúa entre la guerra de la independencia americana y la Revolución Mexicana y geográficamente en el suroeste de Estados Unidos; ahora bien, hay extraordinarias películas como Tambores lejanos de Raoul Walsh que suceden en Florida o Dos hombres y un destino en Bolivia. El western como género supuso la creación de una épica américana. En sus inicios eran héroes maniqueos, luchas de buenos contra malos, para progresivamente caer en una mayor profundidad, los héroes se tornaron más complejos, más sombríos, fueron los grandes directores de este género (Ford, Hawks, Walsh) los que evolucionaron con él y lo acabaron asesinando El hombre que mató a Liberty Valance de John Ford es la película paradigmática en este sentido, cuando John Wayne, el héroe por antonomasia, mata oculto y por la espalda a su rival, nada queda de la nobleza de los héroes ni de sus ideales, el héroe se vuelve tan ruin como el antagonista, ya no hay diferencias.

A mi juicio, el valor principal de Brokeback Mountain es saberse en una tradición y ocupar su lugar en ella. De un plumazo, alarga la frontera temporal del western hasta nuestros días y de otro comprende perfectamente la estirpe de los héroes de los que proviene. Sus personajes son antihéroes, supervivientes de un mundo que ya no existe y en el que no encuentran su lugar. Ni siquiera son cowboys, pues ellos conducen ovejas, un descrédito comparado con aquellos pioneros que movían inmensas manadas de reses. Una vez más, la montaña, otro tópico del western (véase sin ir más lejos Horizontes lejanos de Anthony Mann) es el símbolo de la espiritualidad, de la pureza, aquello que los conecta con sus raíces. Es por eso que los dos personajes sólo pueden ser ellos mismos allá arriba, no en la ciudad, no en un mundo donde son extraños.

Dicho esto, para que no quede duda, Brokeback Mountain es una excelente película. Ang Lee hace un trabajo brillante y narra con especial sensibilidad (que no sensiblería) la relación de los dos personajes (que, dicho sea de paso, la homosexualidad no es nada nuevo en el western, aunque quizá sí de forma tan explícita). La fotografía de la montaña inmensa y salvaje conecta con esa búsqueda de la espiritualidad de la que hablabamos y los pequeños acordes musicales puntean sin estridencias el filme. Mención aparte merece el trabajo actoral. Ambos estan soberbios y soportan perfectamente el envejecimiento de los personajes ayudados también por unos secundarios en estado de gracia. Para mí y si la memoria no me falla (que también podría ser) es el mejor western desde Sin perdón. O lo que es lo mismo, palabras mayores.

02 febrero 2006

Post de fantasía 2: "Me cae bien, me cae mal"

Por aclamación popular vamos a iniciar una nueva sección que se incluye dentro de la sección post de fantasía ¿será posible llegar al átomo seccionando las secciones en secciones?. De hecho, ya pensaba en darle más cancha a este tipo de actualizaciones pero estaba esperando a poder modificar la web (y alguien dirá, y con razón, ¡pero si ya es perfecta!, sí pero siempre se puede mejorar). Y para ello, necesito el Dreamweaver (que me está costando más conseguirlo que a Rajoy salir del armario) o un informático presto a colaborar altruistamente ¿hay alguno en la sala?

A lo que ibamos, Siempre Tuya (¡a ver si aprendes a firmar los post ya, leñe!) contaba, bañada en alcohol, una jocosa anecdota que le aconteció. La idea es la siguiente, que cada uno vote a un personaje que teóricamente sería su opuesto (bien sea por afinidades ideológicas, sociales, etc.) pero que le caiga bien y otro que sea justo lo contrario. De hecho voy a copiar lo que ella misma ha propuesto "Binomios con un cierto sentido temático. Inexplicables ataques de simpatía por gente repugnable, socialmente prescindible o que, únicamente, nos la traen floja. Y ataques de furia contra gente que en principio parecerían de tu bando". Estos han sido los primeros votos que incluyo a modo de ejemplo:

Siempre tuya,
Bien: Federico Trillo
Mal: Carmen Chacón

Bárbara,
Bien: Sergio Dalma y Raffaela Carra
Mal: el horterismo

Stalin,
Bien: Leonard Zelig (es comprensible)
Mal: El resto del mundo (es comprensible también)

Leo Zelig,
Bien: Marichalar (nunca me acuerdo de su nombre, si es que tiene)
Mal: Mercedes Milá

Sólo introduciré una regla: se puede votar tantas veces como se quiera, pero no puede votar dos veces seguidas la misma persona, tendrá que esperar a que otro lo haga antes. ¡Ah!, habrá que argumentar un poquito ¿no?

Que Dios reparte suerte.