09 febrero 2006

Viendo El silencio del agua (2002) de Sabiha Sumar

Interesante filme el de la directora paquistaní. Ambientado en los años 70 narra la historia de una madre y un hijo en una aldea cercana a la frontera con India. Tras la retirada de los tropas británicas en el año 47 comenzó la disputa por el territorio de Cachemira entre indios y musulmanes (que continúa hoy). La madre pertenecía a la religión sij, los cuales tuvieron que abandonar el país. Estos asesinaron a sus mujeres e hijas tirándolas a un pozo para que no cayeran en manos de los musulmanes, ella logró escapar pero cae en manos de estos últimos y acaba casándose con uno de ellos y convirtiéndose por fuerza al islam. La historia arranca con el hijo ya crecidito (el padre había muerto años atrás) y como éste va radicalizándose en sus posiciones islámicas, algo que históricamente ocurrió con la llegada de los fundamentalistas islámicos al poder durante aquellos años.

La película interpretada por actores no profesionales pasa de la comedia inicial con los festejos de una boda a mostrar como el temor se va extendiendo en la aldea, como una mancha de aceite, a medida que los radicales van ganando apoyos. El filme es interesante porque nos muestra el mundo islámico o una parte de él desde dentro. Ahora que la polémica está en la calle con el tema de las viñetas es interesante echar un ojo a películas como ésta (o a Kiarostami, siempre hay que volver la vista a Kiarostami) para darnos cuenta de que el mundo islámico no es monolítico sino que a parte de fundamentalistas hay también otros fieles mucho más moderados (y más numerosos en número) pero a los cuales el temor tiene atenazados.

Los fundamentalismos, para que negarlo, siempre son peligrosos, aunque a veces la paja en el ojo ajeno no nos deja ver la viga en el propio: el neoconservadurismo católico en Estados Unidos e incluso la radicalización de la iglesia en nuestro país (no hay que olvidar que el jefe de los inquisidores es hoy Papa) está causando estragos y cuestionando libertades que parecían consolidadas en la democracia.

Leo en una entrevista que la directora expresa que no hace un filme contra los fundamentalistas, defiende que tienen derecho a manifestar sus ideas; pero una imagen vale más que mil palabras. La última escena del filme es reveladora, la que antaño fuera novia del protagonista, convertido hoy en un lider radical, escucha sus declaraciones en televisión a través del cristal de una tienda de electrodomésticos, detrás de ella se ven los toldos de diversos comercios uno de ellos tiene este curioso cartel: "Freedom for sale".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si la libertad está en venta, pero la portada de El Jueves es muy buena y reveladora "Íbamos a dibujar a Mahoma pero nos hemos cagao".

Anónimo dijo...

Añado a sus reflexiones una de las escenas del film citado. En ella discuten el radicalizado islamista y la que antes fuera su novia.
Él trata de defender sus ideales y acciones fundamentalistas y a lo que ella,también musulmana, responde: "yo también rezo como tú pero también pienso"

Zelig dijo...

Querido Bobo para mí el mejor gag de "El jueves" de esta semana es un chiste de Idigoras&Pachi cuando narra el momento en que el director del periódico danés tiene una idea y dice que para rellenar va a poner unas viñetas de Mahoma y se pregunta: "Total, ¿quién va a leer un periódico danés?"

Zelig dijo...

Ese que usted cita es uno de los momentos clave del filme lady Mofletes, a fin de cuentas los problemas siempre empiezan cuando perdemos el espíritu crítico y dejamos que otros piensen por nosotros.