23 febrero 2006

Viendo Munich (2005) de Steven Spielberg

Spielberg es un buen director, pero de un tiempo a esta parte uno no sabe a qué atenerse con él. Ultimamente alterna más películas malas que buenas en su filmografía, la penúltima de ellas La guerra de los mundos es con diferencia la peor que ha hecho nunca, máxime cuando algunas de las rodadas anteriormente como Atrápame si puedes que estaba bastante bien y La terminal que se dejaba ver, no caían en el ridículo de Minority Report o la segunda parte de Inteligencia Artificial (otro día hablaré de mi teoría sobre el peso de Kubrick en ese filme), pero, desde luego, no era el gran Spielberg de los 70 o el de algunos de sus otros filmes más recientes como La lista de Schindler o Salvar al soldado Ryan.

Munich, está a medio camino entre los dos extremos, no es una gran película pero tampoco una bazofia. A mi juicio es bastante larga y en ocasiones se hace repetitiva. Eric Bana está correcto si se quiere, pero en ningún momento transmite esa supuesta complejidad que intenta reflejar el director, en ese sentido el resto de la cuadrilla de espías está bastante mejor. Hay temas apuntados como la desmembración familiar o la perdida identitaria, que están sólo eso apuntados, pero sobre los cuales no hay un verdadero trabajo, complementan a la trama pero sin darle mayor profundidad.

La polémica surgida con la película, que ha tenido el mérito de conseguir enfadar a ambos bandos, israelís y palestinos, por igual, a parte de por la intransigencia de las facciones más radicales, nace de la indefinición del propio director. Sí parece que hay una voluntad de querer acercar posturas, se la reconozco y me parece sincera, pero no es valiente en ese mensaje, quizá, al fin y al cabo, porque inconscientemente su postura no es tan comprensiva como quisiera. Argumentalmente el filme está contado desde el bando israelí y sitúa al espectador ahí, el punto de vista palestino se pone de manifiesto sólo por boca de terroristas fríos y exaltados. Sí hay una condena por parte de Spielberg a la muerte de inocentes, de un bando u otro, pero no tiene piedad con los terroristas, justifica la ley del talión y no hay un verdadero ejercicio de reflexión del verdadero problema palestino sea tanto por los territorios ocupados, por la intransigencia religiosa, como por la humillación constante y el estado de sitio a que se ve sometido.

En momentos como estos me acuerdo de "Nos vimos en Berlín" gran canción de Sociedad Alkoholica y que en tres minutos dice más que Spielberg en tres horas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Zelig,

Estoy de acuerdo con su crítica. Spielberg siempre me ha parecido que se mete en camisa de once varas cuando quiere tratar algún tema con fondo. Siempre tengo el corazón partío... Sus películas prometen hasta la primera hora, luego van decayendo a causa de su tufo ideológico y de su voluntad de hacer cine de entretenimiento. 'Inteligencia artificial' empieza potente y va decayendo por momentos. Desaprovecha la ocasión que le brinda 'La terminal' para hacer una crítica de la burocracia y de la situación del protagonista para convertir a Tom Hanks en una imagen barata de Forrest Gump más retrasado todavía que se pierde en un aeropuerto. 'La guerra de los mundos' me pareció tensa, mantiene al espectador en vilo pero con recursos facilones como el contrapicado con la niña rubita gritando cuando ve al monstruo delante suyo o el tren ardiendo... La peste ideológica de 'Salvar al soldado ryan' la soporto gracias al desembarco pero me parece absurdo que un comando o como se quiera llamar, vayan a buscar a un tío porque se han muerto sus hermanos. ¿Desde cuando el ejercito se preocupa por estas cosas? Por lo que respecta a 'Munich'... Una película sobre ayer hecha con la visión de hoy con un discurso que Golda Meir no hubiera hecho en su vida porque hace 30 años no se pensaba en clave ‘choque de civilizaciones’. Sólo hay un breve comentario de refilón a la masacre palestina –alguien dice, nosotros hemos matado a nosecuantos palestinos en nosedonde-. Se me hace difícil asegurar que esté justificando la causa israelí pero tampoco lo veo pro-palestino... Y lo peor de todo, una escena final en la que se superponen duras imágenes sobre el asesinato de los atletas con un folleteo fallido de Eric Bana. En fin, amigos, seguiremos opinando. Ah! voy a salvar de mi escabechina ‘Atrápame si puedes’, un interesante film con mi siempre amado Leo Di Caprio –que conste que a mí ya me pilló adulta la revolución hormonal que causó este rubio ora gordo ora flaco- al que considero un gran actor mal considerado.

Siempre vuestra

Anónimo dijo...

Me uno al club de fans de "Atrapame si puedes" y a la decrepitud en la que ha entrado ultimamente el antaño Rey Midas

Zelig dijo...

Yo también pienso que Dicaprio es buen actor, aunque no se le va la cara de niño.

Por cierto amigo Bronski, ¿qué habrá sido del protagonista de "El tambor de hojalata"?