06 febrero 2006

Viendo Brokeback Mountain (2005) de Ang Lee

Hay géneros cinematográficos muertos. Géneros que tuvieron su momento de gloria pero que difícilmente volverán a tenerlo, porque eran el reflejo de un momento histórico o de una sociedad que ya ha cambiado. Estos géneros pueden seguir produciendo películas que se enmarquen dentro de esa etiqueta pero no serán más que excepciones. El cine de gangsters, por ejemplo, fue en su momento cine social, cine que reflejaba lo que pasaba en las calles de algunas grandes ciudades norteamericanas en el mismo momento histórico en que se rodaban, pero ese género ha muerto, porque no hay producción suficiente como para que se constituya como tal, esporádicamente eso sí aparecen filmes que retoman aquellas consignas, aquellas claves y las reinterpretan en la mejor de las ocasiones Uno de los nuestros, las homenajean L.A. Confidential o las fusilan y copian descaradamente (de los malos no hablo). Con el western pasa algo parecido.

Definir las fronteras del western es difícil, parece que históricamente se sitúa entre la guerra de la independencia americana y la Revolución Mexicana y geográficamente en el suroeste de Estados Unidos; ahora bien, hay extraordinarias películas como Tambores lejanos de Raoul Walsh que suceden en Florida o Dos hombres y un destino en Bolivia. El western como género supuso la creación de una épica américana. En sus inicios eran héroes maniqueos, luchas de buenos contra malos, para progresivamente caer en una mayor profundidad, los héroes se tornaron más complejos, más sombríos, fueron los grandes directores de este género (Ford, Hawks, Walsh) los que evolucionaron con él y lo acabaron asesinando El hombre que mató a Liberty Valance de John Ford es la película paradigmática en este sentido, cuando John Wayne, el héroe por antonomasia, mata oculto y por la espalda a su rival, nada queda de la nobleza de los héroes ni de sus ideales, el héroe se vuelve tan ruin como el antagonista, ya no hay diferencias.

A mi juicio, el valor principal de Brokeback Mountain es saberse en una tradición y ocupar su lugar en ella. De un plumazo, alarga la frontera temporal del western hasta nuestros días y de otro comprende perfectamente la estirpe de los héroes de los que proviene. Sus personajes son antihéroes, supervivientes de un mundo que ya no existe y en el que no encuentran su lugar. Ni siquiera son cowboys, pues ellos conducen ovejas, un descrédito comparado con aquellos pioneros que movían inmensas manadas de reses. Una vez más, la montaña, otro tópico del western (véase sin ir más lejos Horizontes lejanos de Anthony Mann) es el símbolo de la espiritualidad, de la pureza, aquello que los conecta con sus raíces. Es por eso que los dos personajes sólo pueden ser ellos mismos allá arriba, no en la ciudad, no en un mundo donde son extraños.

Dicho esto, para que no quede duda, Brokeback Mountain es una excelente película. Ang Lee hace un trabajo brillante y narra con especial sensibilidad (que no sensiblería) la relación de los dos personajes (que, dicho sea de paso, la homosexualidad no es nada nuevo en el western, aunque quizá sí de forma tan explícita). La fotografía de la montaña inmensa y salvaje conecta con esa búsqueda de la espiritualidad de la que hablabamos y los pequeños acordes musicales puntean sin estridencias el filme. Mención aparte merece el trabajo actoral. Ambos estan soberbios y soportan perfectamente el envejecimiento de los personajes ayudados también por unos secundarios en estado de gracia. Para mí y si la memoria no me falla (que también podría ser) es el mejor western desde Sin perdón. O lo que es lo mismo, palabras mayores.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si es un western a lo sin perdón y por eso no se la puede comparar mucho, pero estoy de acuerdo casi en todo...y me extraña que el sr zelig hable de que es una excelente pelicula para lo poco que se prodiga en estos calificativos...Es una muy buena peli a la que no obstante le sobran 20 minutos minimo. Ah, la autora del relato en que se basa la peli está más encantada aún que mr zelig...Grandes actores, gran director, gran música, y es cierto, sensibilidad elegante por todos lados.Que se repitan más como esta.

Anónimo dijo...

Dicho sea de paso, tampoco creo que se le pueda catalogar como un western, ya que diria que habria elementos en el western como género que tal vez no encontremos por aqui. Más bien la encasillaria dentro de lo que son buenas peliculas de amor, que es de lo más universal que hay, no?

Zelig dijo...

Querid@ Ariel lo que trato de demostrar en el post es que sí es un western dado que tiene muchos de los elementos que constituyen el género. Obviamente no espere que en los años 60 o 70 entren cabalgando en la ciudad disparando a diestro y siniestro o persiguiendo indios. La clave está en que muestra a esos mismos personajes pero cien años después y cómo intentan sobrevivir en un mundo que ya no existe, sino que agoniza (recuerde esas gradas semivacías en los rodeos) por subsistir.
Lo de que la película sea de amor o no, para mí no es más que otro elemento más de la trama.

Afectuosamente,

Leonardo

Anónimo dijo...

Personalmente opino que es una pena que fueron gays, suerte que es solo un film. Sin desmerecerle a usted, por supuesto, Mr. Zelig

Anónimo dijo...

donde están los asiduos al blog?? ya ha perdido la capacidad de convocatoria, mr zelig?? o están todos manifestandose contra las caricaturas de mahoma??

Zelig dijo...

Es curioso querido Ariel a veces uno piensa que se le va a llenar de comentarios un post como éste, en teoría muchos han visto ya el filme, y otras películas mucho más minoritarias como "El hijo" de los Dardenne por ejemplo se abarrotan a comentarios. Un misterio sip.

Por cierto, ¿ya ha recomendado a sus amigos (invisibles o no) que visiten el blog? Yo como no me hago mucha publicidad es difícil que se nos aumenten los colaboradores.

Anónimo dijo...

estimado leonardo, supongo que la gente no escribió porque todo el mundo vió que la crítica fue un acierto.
Shalom.

Zelig dijo...

Le agradezco sus loas querido Lev, no obstante no es mi pretensión hacer un concurso de crítica, de hecho ésta sí puede considerarse como tal, pero en otras ocasiones la película sólo me servía de excusa para canalizar las reflexiones que me sugería.

No pretendo ni establecer doctrina ni sentar cátedra, cualquiera puede rebatir, compartir e incluso hacer un comentario que nada tenga que ver con el post original, al fin y al cabo se trata de sumar.