23 diciembre 2005

Viendo 25 watts (2001), de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella

Ganadora hace unos años de algunos premios, 25 watts, es la opera prima de dos realizadores uruguayos que con un presupuesto irrisorio y buena imaginación relatan la vida aburrida y repetitiva de 3 jovenes de barrio un fin de semana cualquiera. Comparada frecuentemente con Clerks, la opera prima de Kevin Smith, 25 watts destila humor y veracidad por los cuatro costados. Si el otro día hablabamos de desencanto generacional, este filme nos da otro ejemplo de lo mismo, jóvenes sin aspiraciones, sin futuro, y atrapados en un barrio y en una sociedad de la que difícilmente saldrán.

Dado que no he visto (todavía) Whisky, su obra posterior, y que se estrenó con cierta aceptación, desconozco la evolución posterior de los dos realizadores que en esta película apuntan sobradas maneras, tanto por su visión tragicómica de la vida, por sus personajes imposibles (lugar común de cualquier ópera prima underground que se precie), como, y esto es lo más interesante, por algunos hallazgos visuales como la escena de la gramola o la del vaso que les confieren, sino un lenguaje visual propio (que esto son palabras mayores), sí, desde luego, una voluntad por arriesgar y explorar, que es lo mínimo que se le puede exigir a cualquiera que empieza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Zelig,

Soy bastante proclive a aquellas películas que invitan al espectador a sentar en su butaca y, sin prisas, degustar lentamente el plato. La historia mínima que 'Whisky' quiere explicar me pareció interesante, pero creo que el equipo de direcció no resuelve bien su intención de transmitir el tedio de los personajes, ya que acaba por aburrir soberanamente al espectador. Por contra, proclamo a los cuatro vientos la maestría en estas lides de 'Bombón el perro', de Carlos Sorín.

Zelig dijo...

Como no las he visto querido amigo no puedo pronunciarme ni sobre "Whisky" ni sobre "Bombón el perro" (ambas pasan a engrosar el baúl de películas pendientes), pero sí sobre las obras anteriores de cada uno de ellos: de "25 watts" no me repito, ya expreso mi opinión en el post, pero sí quiero hacer especial hincapié en "Historias mínimas", el anterior trabajo de Carlos Sorín, que me parece un grandísimo filme echo con extrema sencillez y ternura.

Anónimo dijo...

Que linda "Historias mínimas", hace poco la emitieron por la 2.
La historia del hombre y el pastel de cumpleaños es genial.

Zelig dijo...

Teniendo en cuenta que el protagonista de "Historias mínimas" era el único actor profesional da que pensar. Nuevamente me acuerdo de buena parte del cine hollywoodense con filmes plagados de supuestas estrellas cuyas interpretaciones no llegan a la altura del mencionado pastel.