15 enero 2006

Viendo King Kong (2005) de Peter Jackson

Entiendo que hasta la llegada de la televisión el cine producía remakes para mostrar aquellas películas que el espectador del momento no había visto. Dado que las salas de reestreno han desaparecido completamentee, sólo es posible revisar clásicos o películas fuera de estreno en filmotecas o cine-clubs. Ahora bien, hoy día con la llegada de la televisión y el DVD es absurdo volver a hacer filmes que no han de aportar nada nuevo (otra cosa es hacer versiones o reinterpretaciones, como por ejemplo en la pintura la revisión que hizo Picasso de Las meninas). Pero ¡ay dolor!, la falta de imaginación y de cultura cinematográfica hace que hoy día se produzcan remakes uno tras otro sin ningún tipo de interés que no son mas que copias del filme original.

El King Kong de Peter Jackson es una fusión de Parque Jurásico, el filme original, acción a raudales y la moralina yanqui tan del gusto de los productores (normalmente iletrados) del momento. Si bien la fotografía y todo la vertiente artística: decorados, vestuario, etc. es muy lograda, con guiños al filme original manteniendo el Nueva York expresionista, o la manifiesta voluntad (entiendo, lo contrario sería terrorífico) de hacer explícitas las maquestas y decorados es excelente, pero al fin y al cabo esto ha de ser un vehículo para lo verdaderamente importante: el guión, la dirección, la interpretación de los actores, etc. el verdadero corazón del filme.

No he visto la segunda versión (la de Dino de Laurentis; es curioso se conoce por el nombre del productor y no del director) y cuya escena final se desarrollaba en las Torres Gemelas (no me extrañaría nada que esta película desapareciera totalmente de la circulación), pero sí conozco la primera versión de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack y, a mi juicio, hay algo fundamental que no debemos olvidar y es que en el año 1933, año de producción del filme original, sí que era creíble que hubieran sitios remotos donde el tiempo se hubiera detenido y hubieran animales antidiluvianos, y el mito de la bella y la bestia podía resultar cuanto menos sorprendente para un espectador que no tenía referentes para una historia como ésta. Sin embargo, hoy día reproducir eso, o intentar conseguir el mismo efecto es imposible, porque nuestro conocimiento del mundo y nuestros referentes sobre la historia original nos lo impiden. ¿Cómo afrontar entonces la producción del filme sin resultar ridículo? Peter Jackson y compañía lo tenían claro, obviando totalmente la poética del filme original y trufarla de acción y monstruos para consumo exclusivo de adolescentes.

Vayamos por partes: los diálogos iniciales el "tú vales mucho" o "has tenido mala suerte en la vida..." dirigidos a la pobre protagonista, o cómo se muestra el arribismo del director para conseguir embarcarlos a todos es cuanto menos sonrojante, de una puerilidad lamentable, aunque en esto no le va a la zaga la relación paterno filial del marinero negro y el chico de Billy Eliot con la moralina habitual de los filmes iniciaticos repetidos hasta la saciedad (como un vulgar telefilme vaya). A esto unamos dos horas de acción con marineros que se vuelven superhombres (parece que Jackson cree todavía que está rodando El señor de los anillos), persecuciones con diplodocus, tiranosaurios, insectos gigantes, etc. que se saldan sin ningún rasguño para los protagonistas y desvirtua totalmente el filme original. King Kong aquí pasa a ser un personaje secundario y el filme se vuelve un continuo de disparos, acción, persecuciones, y efectos especiales ¡por favor, que se quemen los negativos y acabe ya la proyección...!

A todo esto y como nos acercamos a las tres horas de metraje el director o el productor (con los yanquis uno nunca sabe) ve que ese ha de ser el metraje tope y desaparecen de escena, sin dar ningún tipo de explicación, tanto los indígenas de la isla como los marinos una vez Kong está en Nueva York, y no te preguntes como cargan la decena de personas que quedan al gorila gigante en la barcaza. En fin, supongo que en la edición en DVD algunas de estas preguntas quedarán respuestas y otras no, en cualquier caso, si alguien quiere competir con el santo Job y verla de nuevo que lo comente, por mi parte me quedo con el filme original.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ea, al fin el guacho este habla de una flim normal... xD

Anónimo dijo...

Casi plenamente de acuerdo con mr zelig. Tan solo decirle que no crea k la pretensión del sr jackson era crear nada nuevo, sinó simplemente hacer un homenaje personal (porque ahora se lo puede permitir) a su pelicula preferida k no es otra k la susodicha king kong del 33. Uno ya sabe a lo k va al cine cuando va a ver un remake, no? y en este caso, aunke adolece de ser extremadamente larga y de tener lagunas de guión brutales, pues no está mal del todo...lev dixit.

Anónimo dijo...

Lev, eres judío??? es k estoy muy interesado por tal religion... y al ver tu nombre pues...

Zelig dijo...

Yo creo querido Lev que detrás de ese "homenaje especial" hay una falta total de imaginación y un suculento cheque en el banco.

Anónimo dijo...

no es el cine un negocio para recaudar dinero?? no lo genera la pelicula y todos contentos? se te engaña n algun momento diciendote k vas a ver un king kong diferente al original? respuestas obvias, no nos rasguemos las vestiduras cuales caifases de poca monta...

Anónimo dijo...

Queridos contertulios, ¿no le veis un parecido razonable a Naomi Watts con Nicole Kidman?

Anónimo dijo...

Eso mismo pensó mi acompañante en un momento determinado del film...será una mimetización amistosa??

Zelig dijo...

A mi juicio no se parecen mucho, pero hay que reconocer que en el filme parecían clónicas, ¿tal vez no pudo contratar Jackson a la auténtica y antes de recrearla por ordenador como al mono prefirió "arreglar" a la Watts?