03 abril 2006

Spanish bombs 1 (de Jean Rouch a la huelga de Cercanías)

Nueva sección miscelánea (homenaje a The Clash, of course), de periocidad variable (cuando me apetezca más o menos) y de lectura gratuita:

. Leo en ADN, el tebeo diario que edita el Grupo Planeta que cuenta con plumas tan destacadas (apreciese la sutil ironía) como Lucia Echeverría o con la que es, sin duda, la peor tira cómica "Soulteros" de la historia de la prensa española, una sección, creo que sólo va los viernes, títulada "Zelig" (¡ains!), cuya gracia es mostrar distintas caras de personajes famosos; la semana pasada fue Sharon Stone y ésta Marisol Yagüe (alcaldesa y cupletista en una) la homenajeada. ¡Ay! amigo Zelig, cuantos desmanes se cometen en tu nombre.

. Me he visto dos películas relacionadas con Jean Rouch, el etnógrafo y documentalista francés, para no alargarme lo resolveré al estilo Pumares: Les maîtres fous (1954), del propio Rouch = mala; Mosso Mosso (1998) de Jean-André Fieschi = absolutamente lamentable.
La primera muestra la ceremonia ritual de unos trabajadores, inmigrantes nigerianos en Ghana, que hacen un alto en su vida diaria para llevarla a cabo. Tal vez en su momento fuera impactante y abriera nuevas vías (como dicen los cánones cinematográficos), yo lo dudo bastante, Flaherty sin ir más lejos 30 años antes ya había hecho cosas mucho más interesantes y, posteriormente, se han hecho obras mucho mejores. No obstante, salvaré a Rouch, porque es muy poco lo que he visto de él, en relación a su extensa obra, y porque, a long time ago, vi Chronique d'un été documental interesantísimo que inicia el denominado "cinema verite" preguntando a los parisinos si son felices y cuya calidad está fuera de toda duda.
Mosso Mosso es, en cambio, un filme que sigue a Rouch mientras rueda un documental ficticio; pero es tan malo y tan poco interesante que no desgastaré ni una sola tecla más comentándolo.

. Parece que ya se ha acabado la huelga de maquinistas que afectaba al transporte de Cercanías. Defiendo, obviamente, el derecho a la huelga, faltaría más, no hay nada que toque más las narices a los empresarios que se pare la producción. Ahora bien, no voy a entrar en lo deficiente que es y que ha sido este servicio, con huelga y sin ella, sino en la actitud acobardada y rastrera de éstos (en este caso los maquinistas) y de todos los que antes que ellos han hecho algún tipo de huelga en el transporte público.
Me explico; en vez de levantar las barreras, regalar abonos, dejar que la gente entre gratis o suprimir los controles para validar los billetes como medida de presión, es decir, atacando el bolsillo del empresario que es donde duele (la pobrecita Renfe en este caso), y solidarizándose con el pobre trabajador que es, al fin y al cabo, el agente afectado por sus reivindicaciones, no sólo no lo hacen, sino que despues del servicio deficiente, de no informar por megafonía, sea para informar de los retrasos sea para manifestar sus demandas, son incapaces de morder la manita de su amo y de no cancelar, por lo que pudiera pasar, ninguno de estos controles, pese a que no cumplen con lo que les exige el precio del billete. Es decir, prefieren joder al proletariado (en teoría su igual) que no al empresario (que ingresa lo mismo, si acaso con una ínfima presión mediática) ¿alguien me puede decir dónde está la huelga y cuál es la medida de presión? A esto, en mi pueblo, se le llama ser un mierda.

Leo Zelig, from la resistance.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo Zeligmania, totalmente de acuerdo!!!

Anónimo dijo...

Puedo opinar sin leerme lo k has puesto?? es k es mu largo...

Anónimo dijo...

su alegato es de los que hacen época, pero el remate con el exabrupto final le ha quedado de lo más "sole mhas tirao el mexero" o algo así que rezaba el filosofo...

Anónimo dijo...

del ADN me quedo con las columnas de jordi costa y javier calvo, cada una en su estilo, pero siempre con (buen) humor y su pizca de mala leche. lo de lucía etxebarría da mucho asco, leí la primera que publicó y tuve bastante. me pareció intuir que seguía esa línea típica de javier marías de denunciar pequeñas miserias cotidianas, pero al contrario que a él, le salía un truño feo y sin gracia, de rabieta sin consistencia. me puse del otro bando inmediatamente, casi sin querer. ni siquiera recuerdo el tema en sí.

Zelig dijo...

Por supuesto don Dicyo, la lectura es voluntaria, pero si no lo hace se perderá el deleite que provocan mis versos

Zelig dijo...

Celebro que les guste mister Lev & Young, precisamente el alegato está construido para el exabrupto final; le da ese toque de cabreo diario matutino.

Zelig dijo...

Bueno lady Barb, como usted sabe Marías (a la sazón monarca de Redonda) compite en una división alejada de la pedorra del prozac.

Anónimo dijo...

En mi pueblo que somos más finos les llamamos "botiflers" que además suena muy catalán, pero vaya en el fondo son unos mierdas igual

Anónimo dijo...

La verdad es que en catalán suenan tan bien los insultos que uno no sabe si insulta o piropea.

Anónimo dijo...

Por ciero comparto su crítica respecta a "Soulteros", infumable, supera a "Cuttlas" y mira que ya es decir.

Anónimo dijo...

Ay Mr. Zelig, pues no veas la columnita de una tal Mariola Cubells. Escribió un libro titulado 'Mírame tonto'. La señora había trabajado en hitos de la historia de la televisión como ‘El diario de Patricia’ (ahí es todo) y quería expiar su culpa revelando los secretillos de de los programas del ‘sang i fetge’ que hacen en cadenas privadas y en la pública valenciana. La lectura de su libro te da algunas claves para comprender el funcionamiento de este tipo de televisión pero siempre destila un tufillo de autoexculpación al estilo ‘yo fui una víctima, me vi envuelta sin darme cuenta’… Cubells es redactora jefa en alguna sección del ADN y tiene una columna en la que se dedica a criticar esos programas y el uso morboso que hace la tele de las enfermedades y las muertes. Indignante su narración de cómo despreció a un chico que había trabajado de redactor en ‘Aquí hay tomate’ cuando le hizo una visita pidiéndole un riconcillo en la nueva publicación…

De su descripción del diario ADN como un tebeo se desprendre un cierto desprecio hacia este tipo de publicaciones infantiles-juveniles...

Anónimo dijo...

Por cierto, Jean Rouch está muy bien considerado en los círculos antropológicos. Quizás no sea por su calidad cinematográfica sino por su acercamiento a la realidad etnográfica. Los que se dedican a hacer documental etnográfico, periodistas básicamente, no tienen mucha sensibilidad para con los grupos a los que graban ni para con sus costumbres. No tengo el placer de haber visto nada de Rouch, pero sí he leído sobre él bastante buenos comentarios (desde la Antropología audiovisual, claro). Será cuestión de descubrirlo y luego comentar.

Zelig dijo...

Queridos Annie Hall y Esponja, hace unos años (muchos sin duda) corría Andrés Pajares (sí he dicho Andrés Pajares) con un gag donde decía que insultar en catalán era una delicia, a diferencia de los "Cohooonees" castellanos, uno decía "Collons" con toda naturalidad, tal si un apellido fuera: "señor de Pérez, señora de Collons".

Zelig dijo...

Para nada hay un desprecio en mis palabras hacia el tebeo genuino, consumidor y defensor como he sido durante años del grandísimo Ibáñez y de "El Jueves", claro que me cuesta mucho entender cosas como "Cavall Fort", "Les tres bessones", cómics fascistas de héroes musculados, mangas de usar y tirar, y otros.

ADN se englobaría en estos últimos, por cierto ya les he leído (y mira que he leído poco este diario) varios errores cinematográficos, si no tienen puta idea ¿tan difícil es consultar Imdb? Hoy sin ir más lejos, ponían de protagonista de "El club de los cinco", película mítica de toda una generación, a Matthew Broderick, cuando todo el mundo sabe que no fue otro que Emilio Estevez (el hijo que renegó del apellido Sheen).

Zelig dijo...

Como dije sobre Rouch "Chronique d'un été" es un documento interesantísimo.

Hace años vi "Baka", de un director belga, un documental etnográfico-antropológico, y con todas las etiquetas que se le quiera poner, excelente, que además tenía una gran calidad cinematográfica, y que le recomiendo fervorosamente, seguía a una tribu de pigmeos y era espectacular como con el agua del río creaban increíbles composiciones musicales.

Anónimo dijo...

Ay si yo te contara historias de esa revista que sale los miercoles...

Zelig dijo...

Cuente cuente, lo cortés no quita lo valiente...