13 septiembre 2007

Leyendo Las islas de Arán de J. M. Synge y Exiliados de James Joyce

Para acabar con mi caterva de hechos irlandeses, les voy a contar dos libros leídos recientemente ambientados y escritos por nativos de allá.

Las islas de Arán (o Les illes d'Aran, puesto que lo leí en catalán) narra los cinco viajes que a finales del s.XIX y en los primeros años del s. XX hizo su autor, J. M. Synge, muerto prematuramente y uno de los renovadores del teatro irlandés. Un joven Synge coincidió en París con Yeats y éste le aconsejó que para ser escritor debería encontrarse a sí mismo (y a sus raíces irlandesas) y le animó a visitar las islas de Arán, que él ya conocía. Synge parte hacia allí y queda enamorado tanto de sus gentes como de su paisaje y buena parte de su obra posterior se inspirará en hechos o historias allí escuchados o vividos.

El libro en sí narra los viajes de Synge y sus relaciones con la gente del lugar. Hay personajes memorables como el viejo que muere después del primer viaje y al que califican del hombre más mentiroso del mundo, pues no para de contar e inventar historias. El libro se nutre de ellas, de hecho Synge quería aprender gaélico y invita a los lugareños a narrarles todo tipo de canciones, poemas o historias que luego transcribe al inglés. Hay de todo, algunas mejores (que se emparentan con relatos tradicionales, pero adaptados al lugar) y otros más flojos. En cualquier caso, un libro muy interesante, sobre todo si se quiere aprender sobre el lugar y sobre las condiciones extremas que vivían las gentes de allí, aislados prácticamente de la sociedad. (Doy fe de ello, cuesta mucho imaginar la dureza del lugar, pese a su belleza salvaje, sólo un siglo atrás.)

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Exiliados es según la crítica una pieza teatral fallida de Joyce, yo también lo pienso. (Hasta que no acometa de una vez el Ulises no podré emitir un juicio definitivo sobre su obra). El argumento, que mantiene las tres unidades aristotélicas no es más que un juego entre dos parejas (al estilo de Secretos de un matrimonio de Bergman, aunque la obra del sueco es muy, pero que muy superior) con un gran componente psicológico.

Cuesta creer que cuando escribió la obra se hallaba también inmerso en la escritura del Ulises, pues nada hay aquí ni de inventiva formal ni de juegos lingüísticos ni metaliterarios, en fin una obra menor o muy menor que además ha envejecido muy mal.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Trepidacioooooooón, trepidacioooooón!

Anónimo dijo...

¿Sobreviviste a nuestro azote?

Anónimo dijo...

Azotes???

Zelig dijo...

Que sepan que ya he visto las dos pelis, la de Tarantino y lo del Rodriguez, el próximo día las comento. Por cierto, la tal Zoe era fea de narices y no me cayó bien, ¡ea!

Anónimo dijo...

mike? zoe? pero esto qué es?? pero esto qué es?? (pongan voz de matias prats)

Zelig dijo...

A ver si se ve las pelis de Tarantino y Rodríguez y se aclara querido Lev.

Anónimo dijo...

Lo que yo le aclaro es que mi presupuesto no me permite no ya ir al cine una vez al mes, sinó un par de veces al año...el dvd, y seguramente pirata, será el remedio, que hi farem...

Anónimo dijo...

No nos engañe, que usted ya es funcionario...

Zelig dijo...

Ahí, ahí, maldito capitalista.

Anónimo dijo...

paguen ustedes mi piso y me voy al cine!!!