06 marzo 2006

Viendo Secretos de un matrimonio (1973) y Saraband (2003) de Ingmar Bergman

Concebida originalmente como una serie de televisión, de la que después hizo un montaje que fue el que se estrenó comercialmente, Secretos de un matrimonio es un desgarrador retrato de las relaciones de pareja y de sus infedilidades, mentiras, miedos, ausencias, necesidades, etc. El genio de Bergman aparece tras un escenario minimalista donde los dos protagonistas (sólo aparece otra pareja al inicio del filme) llevan el peso y la responsabilidad de la acción. En un decorado desnudo y sin más artificio que sus propios cuerpos: Liv Ullman y Erland Josephson, dos grandísimos actores habituales de la filmografía de Bergman (ella incluso fue su pareja durante años), se baten en un desgarrador duelo actoral de miradas, diálogos, silencios... Lo absolutamente asombroso del filme de Bergman (y aterrador si uno lo piensa), es que nos encontramos con situaciones propias que frase por frase son las mismas que las que se representan en el filme.

Treinta años más tarde Bergman, a modo de despedida, volvió a juntar a ambos actores para Saraband. Si bien la primera es una obra maestra, que demuestra que con talento las barreras entre cine y televisión (es decir, el canal donde se trasmite la historia) pueden difuminarse, la segunda es un correcto filme. Realmente la obra no es una continuación del filme anterior, los personajes se reencuentran tras treinta años sin verse, pero el foco se centra más en la relación entre el hijo y la nieta del protagonista, que no es sino una excusa argumental que usa Bergman para hablar sobre la muerte, tan presente en su obra (no hay más que pensar en la célebre partida de ajedrez de El séptimo sello) y el paso del tiempo.

En resumen, Saraband es el testamento fílmico de Bergman (hasta que haga la siguiente, porque ya lleva unos cuantos) que retoma la pareja protagonista de Secretos de un matrimonio, que esta sí es una obra maestra que debería ser obligatoria por lo menos antes de pasar por la vicaría.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz!!!!!

Zelig dijo...

????

Anónimo dijo...

ostras el sr sospechoso habitual...

Zelig dijo...

Extrañas respuestas para un extraño blog. ¿Puede aclararnos quién es el sospechoso habitual don Lev?

Anónimo dijo...

ajar, pues yo que he flipado con saraband (dos veces la he visto ya), me imagino que levitaré cuando le eche el ojo a Secretos de un matrimonio.... qué cosas!
por cierto, creo que merezco una meción en la quiniela de los ojcars, o un accésit o algo, mi comentario sobre crash dio en el clavo, que no?

Anónimo dijo...

Sr Zelig, me referia al hecho de que kayza xosé, o algo así debe escribirse, es el nombre del malo de la pelicula sospechosos habituales...no sé quien se oculta bajo esa identidad, preguntele al sr spacey..

Zelig dijo...

Querida Barb creo que es justo reconocerle el premio duda razonable, puesto que previó la posibilidad de "Crash" de ser la "tapada" de la ceremonia además de haberse convertido en la máxima valedora del filme por estos lares.

Desgraciadamente el premio duda razonable no tiene dotación económica.

Zelig dijo...

Hmmm... si algún día despierta el señor kayza xosé tal vez puedo aclararnos el misterio Mr. Lev