10 marzo 2006

Escuchando Javier Álvarez en Luz de Gas

Tras el éxito arrollador de su primer disco, too young to fast que escribiría cualquier gacetillero, Javier Álvarez atravesó una crisis personal; de la noche a la mañana pasó de ser un desconocido a ser radiado a todas horas en las infectas radiofórmulas que él mismo detesta y que hoy le ignoran. Desde entonces hasta hoy, ha ido configurando una carrera personal, un auténtico outsider del pop. Esa voluntad de ir a su aire hizo que tras un primer álbum de carácter generacional, con letras perfectamente identificables en alguien de 20 años, no cayera en la tentación y no se dejara manipular y acabara convirtiéndose en una caricatura de sí mismo con cadenas y pantalones militares como Alejando "Miami" Sanz.

El concierto del pasado fin de semana fue espectacular. Álvarez pasó de lo naif en algunas canciones a brutales riffs de guitarra. El set se compuso mayoritariamente de canciones de sus últimos discos. Tocó todos los palos del pop e hizo versiones tanto de sus propios temas, reinterpretando sus primeras canciones, como de otros: espectaculares las que hizo de Billy Jean de Michael Jackson, Daddy Cool de Boney M o Por qué te vas de Jeannete que acabó convertida en un tema punk. La sala acabó entregada y ya sin la banda, que había recogido filas, tuvo que salir a hacer un último bis

A mi juicio, Javier Álvarez hoy día es el cantautor más interesante de su generación (con la excepción de Albert Pla, corran si todavía lo encuentran a ver su demoledor espectáculo Cançons d'amor i droga). Tiene canciones mejores que otras, pero hay algo que le coloca por encima de los demás, tiene un espíritu inquieto y un sello personal propio, está despreocupado totalmente del mainstream y allí donde muchos no se aventuran no tiene tabúes a la hora de hacer versiones o pasar de lo ñoño a lo comprometido sin perder un ápice de calidad (hablo siempre de cantautores que navegan por la senda pop, no de aquellos que ya escogieron como opción personal caminos mucho más turtosos y marginales, de éstos, reiteró, Pla, sigue estando por encima de los demás). Me preguntaban el otro día como podía ser fan acérrimo de los Pixies e ir a ver a Javier Álvarez. Seguimos caminando.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

bendita dualidad...
Ah, Javier who??

Zelig dijo...

Totus tuus

Anónimo dijo...

Si querido Lev, Javier Alvarez, un artista. Hay que abrir las orejas y aprender a escuchar...no se arrepentirá, mofletes dixit.

Zelig dijo...

Es probable que las dos trenzas del amigo Lev y el sombrero de copa le impidan abrir completamente sus paquidérmicas, a la par que atractivas, orejas.

Anónimo dijo...

parece ser k el sr zelig es un graciosillo...haré caso omiso del ataque referido a mi persona, no sea que el dicho sr se crea un zaplana en potencia y vuelva a obsequiarnos con su talento...

Zelig dijo...

Querido Lev, ¡ay!, que picajoso es usted, no sabía que ya había abandonado sus estudios de la Cábala...

En fin, yo a don Eduardo "Capdepenis" Zaplana bien lejos, sólo hay una cosa que comparto con él, si me metiera en política también sería para forrarme.

Un besito