Correcto montaje el presentado en la Sala Beckett (primera de la muestra de tres obras que le dedica la sala) del germano de apellido impronunciable (como buen bávaro) Roland Schimmelpfennig, autor desconocido hasta hoy para mí, pero que parece es uno de los talentos más prometedores de las tablas europeas.
La dona d'abans se narra con una puesta en escena sobria, el decorado está compuesto integramente por tres puertas y repleto de cajas de cartón que van alterando su posición y construyendo diversos ambientes y espacios. La trama es muy sencilla y atractiva, una mujer aparece tras veinte años en casa de su antiguo compañero para reclamarle el juramento de amor eterno que le hizo. El hombre, que ni siquiera la reconoce, y su familia habrán de enfrentarse a esta extraña visita. El acierto principal del montaje, y la base sobre la que se construye, es la alteración constante del tiempo narrativo, las escenas se nos presentan fragmentadas y se van reconstruyendo o cargando de sentido a traves de los numerosos flash-backs y flash-forwards que configuran la acción. Los actores están correctos y resultan creibles en su tránsito de la comedia al drama.
Sin embargo, sería falso decir que la obra inspira a la reflexión en el espectador sobre conceptos tales como el paso del tiempo o la fugacidad del amor, pese a que los temas sí están en el montaje, estos no golpean al espectador, que adopta simplemente el papel de receptor de lo que allí se propone. Es, pues, un montaje sencillo que entretiene sin mayores pretensiones.
07 marzo 2006
Representado La dona d'abans de Roland Schimmelpfennig (Sala Becket)
Publicado por Zelig a las 23:06
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9 comentarios:
Jeje, cuando comentas obras que casi nadie ha visto y encima ya están fuera de cartel es probable que nadie responda. C'est la vie.
Vaya,... pues yo quería informarme por que el texto parece interesante.
kien ve estas cosas???
Estos snobs como son...si es que ven unas cosas...
Si hablarais de películas normales... jijiji
uuuaaaaaaaaaahhhhh!!!!!!!!
Hmmm, snobs... manténganse alejados de ellos, desconfíen de cualquiera con gafaspasta, pero ¡ay dolor! como saber distinguir, y éstos son los más peligrosos, a aquellos que nos metamorfoseamos con el vulgo... ¡¡uuuhhh!!
creo que se escribe Káiser Xosé
Según IMDB, cuyos resultados yo siempre pongo en cuarentena, el nombre correcto sería Keyser Söze, claro que lo mejor sería que el propio implicado se bautizara a sí mismo.
Las peladillas las pongo yo.
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