Si hace unos días me lamentaba de la muerte del que consideraba el mejor periodista de este país, Carlos Llamas, hoy toca hacerlo del director del que, para mí, era el mejor programa de radio y el único verdaderamente de culto de las ondas, La rosa de los vientos de Juan Antonio Cebrián.
Una muerte que, por inesperada, es, si cabe, más dolorosa que la de Llamas, que llevaba un par de años prácticamente apartado de la radio. Cebrián conducía un programa único, capaz de conjugar la ciencia y el medio ambiente con sus celebrados pasajes de la historia y sus tertulias sobre lo desconocido. Era, en suma, un gran divulgador (palabra que prefiero a la de comunicador, tan de moda ahora), con un gran sentido del humor, que hacía más amenas las madrugadas de los fines de semana. Sobre todo, la de los domingos; nunca cerraba los ojos antes de la una, pues siempre aguardaba a oír la hermosa sintonía con que daba inicio el programa y que acababa con la canción del mismo título del programa de los míticos Burros (antecesores de El último de la fila).
Corren malos tiempos para la radio, el único medio que, salvo por algún que otro ser despreciable, todavía conserva una pureza y libertad que ha desaparecido totalmente del resto de medios (excepción hecha de Internet).
Muere Cebrián y le quitan a uno el hábito, su dosis, y le dejan vagando por la madrugada hasta que surja otro genio, otro loco que se atreva, pero los genios andan escasos.
22 octubre 2007
La rosa de los vientos
Publicado por Zelig a las 15:12
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3 comentarios:
Vaya, veo que no ha hecho falta enviarle un e-mail que pensaba escribirle ahora comentándole la notícia. Yo me enteré ayer noche, y aunque no fuese un gran oyente... algún que otro retazo escuchaba y es, sin duda, otra gran pérdida. De aquellas que nunca te esperas. Quizá lo de Llamas andaba más cantado, pero este fallecimiento no...
De hecho recuerdo como ayer por la mañana, mientras veía como amanecía en un piso en Sants comentábamos fetiches radiofónicos, lo grande que era Cebrián, la muerte de Llamas y sobre como es uno de los pocos medios aún dignos. Salvo (des)honrosas excepciones como los amigos de la Espe.
En fin... ahora el futuro del programa presupongo que será bastante incierto, pero creo que al menos rendiré homenaje con el tema de El Último de la Fila, que desde siempre ha sido uno de mis preferidos.
uy, otro fan de cebrián.
yo le descubrí gracias a hulia otero, a la que sí estaba enganchado. sip, un gran comunicador.
leyendo tus críticas, y tu de-construcción del AVE.
no sé si creerte con woody allen, caerá en dvd...
un abrazo.
Una lástima sí lo de Cebrián, espero que el programa sin él remonte el vuelo.
Y sobre el amigo Woody, siempre mejor en cine claro, pero mejor en dvd que nada.
Saludos,
Z.
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